Donald Trump, con la fuerza de un huracán, prepara su regreso a la Casa Blanca
A medida que transcurren los días, ya habiendo largado las primarias de su partido y con su contundente primer triunfo en el estado de Iowa, esa posibilidad crece
Donald Trump en su versión recargada, hoy con más experiencia política y millones en su fondo de campaña, avanza con la fuerza de un huracán. A pesar de todos los obstáculos legales, ya que enfrenta 91 cargos por delitos graves en dos tribunales estatales y dos distritos federales, cualquiera de los cuales podría producir una sentencia de prisión, sigue rompiendo todos los récords con un contundente apoyo del ala más conservadora del partido republicano.
Cuanto más lo acusan, más sube en las encuestas y llama a estas acusaciones “caza de brujas”, que tienen como única finalidad evitar su triunfo. El ex presidente está lidiando también con una demanda civil en Nueva York que podría forzar cambios drásticos en su imperio empresarial, incluido el cierre de sus operaciones en su estado natal.
El martes que viene se dirime la primaria republicana en New Hampshire donde sus números andan en dos dígitos en las encuestas y probablemente vuelva a arrasar. Tim Scott, senador por Carolina del Sur y ex candidato, saldrá a apoyar a Trump en estos días previos, lo que lo posicionará mejor aún frente a Nikki Haley, ex gobernadora de su mismo estado, quien se espera haga una buena elección y quede en un segundo puesto en este estado relegando a Ron de Santis, gobernador de Florida al tercer puesto ya cerrándole casi toda posibilidad. El 24 de febrero tocará la primaria en Carolina del Sur, donde seguramente se dará por finalizada la interna republicana, ya que Trump arrasa en las encuestas de este estado. Así se proclamará ganador sin haber participado en ningún debate lo que demostró su acierto y erigirá como el candidato republicano.
Este es un resumen de David Graham publicado por la prestigiosa revista política The Atlantic, donde enumera las causas legales contra Trump resaltando aquellas más relevantes que podrían entorpecer su camino. Yo tengo mis dudas siendo en muchos casos la última instancia la Corte Suprema donde seis de los nueve miembros son republicanos, y de esos seis, cuatro son ultra conservadores, tres puestos por el mismo Trump durante su mandato.
Estado de Nueva York: fraude
En el otoño de 2022, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda civil contra Trump, sus hijos adultos y su ex ayudante Allen Weisselberg, alegando un plan de largos años en el que Trump informó fraudulentamente el valor de las propiedades para reducir su factura de impuestos o mejorar los términos de sus préstamos, todo con el objetivo de inflar su patrimonio neto.
El juez Engoron ya ha dictaminado que Trump cometió fraude no siendo una causa que lo pueda afectar demasiado.
Manhattan: difamación y agresión sexual
Aunque todos estos otros casos son presentados por entidades gubernamentales, Trump también está involucrado en un caso de difamación en curso con la escritora E. Jean Carroll, quien dijo que Trump la agredió sexualmente en un vestuario de una conocida tienda de marcas de lujo en la década de 1990. Cuando él lo negó, ella lo demandó por difamación. En mayo de 2023, un jurado concluyó que Trump había agredido y difamado sexualmente a Carroll, y le otorgó 5 millones de dólares. Una segunda demanda por difamación debe ser juzgada en estos días, después de que un tribunal federal de apelaciones rechazara los esfuerzos de Trump por retrasar el juicio.
Trump ya ha sido declarado responsable de difamación y agresión sexual pero, a pesar de esto, no entorpece su camino.
Manhattan: silencio a cambio de dinero
En marzo de 2023, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se convirtió en el primer fiscal en presentar cargos de delito grave contra Trump, alegando que el ex presidente falsificó registros comerciales como parte de un plan para pagar dinero en silencio a las mujeres que dijeron que habían tenido relaciones sexuales con en aquel entonces empresario y magnate.
El caso está programado para ser juzgado el 25 de marzo de 2024. En septiembre, el juez que supervisaba el caso señaló que está abierto a cambiar esa fecha, dados los otros casos judiciales con los que Trump está haciendo malabares, algo que lo favorecería. El caso de Bragg se enfrenta a obstáculos que incluyen argumentos sobre el estatuto de limitaciones, un testigo clave cuestionable, Michael Cohen, ex abogado de Trump, y algunas teorías legales nuevas. En resumen, el caso de Manhattan parece quizás el caso penal menos significativo y más tenue.
Departamento de Justicia: documentos de Mar-a-Lago
Jack Smith, un abogado especial en los Estados Unidos del Departamento de Justicia, ha acusado a Trump de 37 delitos graves en relación con su retirada de documentos de la Casa Blanca cuando dejó el cargo a su residencia en Florida. Los cargos incluyen la retención de la información de seguridad nacional, la obstrucción de la justicia, la retención de documentos y las declaraciones falsas. Trump llevó cajas de documentos a propiedades donde se almacenaban al azar, pero la acusación se centra en su negativa a devolverlos al gobierno a pesar de las repetidas solicitudes.
Smith presentó cargos en junio de 2023. La jueza Aileen Cannon ha fijado una fecha de juicio para el 20 de mayo de 2024. En noviembre, rechazó la solicitud de Trump de retrasar eso, pero dijo que reconsideraría el momento oportuno en marzo. Smith se enfrenta a una fecha límite de facto del 20 de enero de 2025, momento en el que Trump o cualquier presidente republicano probablemente cerraría un caso.
No olvidemos que Biden y Pence fueron encontrados culpables del mismo cargo tiempo después solo que los devolvieron inmediatamente. Con lo cual esto le bajó también la gravedad.
Condado de Fulton: subversión electoral
En el condado de Fulton, Georgia, que incluye la mayor parte de Atlanta, el fiscal de distrito Fani Willis presentó un enorme caso de extorsión contra Trump y otras 18 personas, alegando una conspiración que se extendió a través de semanas y estados con el objetivo de robar las elecciones de 2020. Willis obtuvo la acusación en agosto. El número de personas acusadas hace que el caso sea difícil de manejar y difícil de rastrear. Varios de ellos, incluidos Kenneth Chesebro, Sidney Powell y Jenna Ellis, llegaron a acuerdos de culpabilidad en el otoño. Willis ha propuesto una fecha de juicio para el 5 de agosto de 2024 para los acusados restantes.
Si bien este caso intenta tener en cuenta toda la amplitud del asalto a la democracia después de las elecciones de 2020 tampoco es de fácil resolución ya que la cancha ha sido embarrada.
La ley de extorsión le permite a Willis barrer una gran cantidad de material, y ella tiene algunas pruebas sólidas, como una llamada en la que Trump le pidió al Secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que “encontrara” unos 11.000 votos. Tres grandes acuerdos de culpabilidad de los coacusados también pueden facilitar el camino de Willis, pero conseguir que un jurado condene a Trump seguirá siendo un desafío. Para complicar las cosas, Willis ahora también está bajo fuego por contratar a un fiscal especial que los abogados defensores alegan que es su pareja romántica.
Departamento de Justicia: subversión electoral
El abogado especial Smith también ha acusado a Trump de cuatro delitos federales en relación con su intento de permanecer en el poder después de perder las elecciones de 2020. Este caso está en la corte de Washington, D.C. El juicio está programado para el 4 de marzo de 2024. Al igual que con el otro caso del Departamento de Justicia, Smith tendrá que actuar rápidamente, antes de que Trump o cualquier otro presidente republicano pueda cerrar un caso al asumir el cargo en enero de 2025. Trump ha presentado varias apelaciones infructuosas para retrasar la fecha del juicio. Pero la Corte Suprema rechazó la solicitud de Smith de acelerar la audiencia de la reclamación de inmunidad de Trump en el caso, lo que podría ralentizar el proceso. Otras acaloradas escaramuzas legales están en marcha: en octubre, después de los ataques verbales de Trump contra testigos y la esposa de Smith, la jueza Tanya Chutkan emitió una orden que limitaba lo que Trump puede decir sobre el caso.
¿Qué tan plausible es un veredicto de culpabilidad? Smith evitó algunos de los cargos potenciales menos convencionales, incluida la ayuda a la insurrección, y todo el mundo vio cómo gran parte del presunto crimen se desarrollaba en público en tiempo real, pero no existe ningún precedente para un caso como este, con un acusado como este.
Además de estos casos, en más de 30 estados, se han presentado casos sobre si Trump debería ser expulsado de la boleta electoral de 2024 bajo una nueva teoría legal sobre la Decimocuarta Enmienda donde una cláusula descalifica a cualquier persona que haya hecho un juramento defendiendo la Constitución y luego haya participado posteriormente en una rebelión o una insurrección. El argumento es que el intento de Trump de robar las elecciones de 2020 y su incitación a los disturbios del 6 de enero cumplen con estos criterios indicados en la cláusula.
Los dos principales casos estatales en este momento son Colorado y Maine. En Colorado, el 19 de diciembre, la corte suprema del estado declaró a Trump no elegible para la presidencia y lo expulsó de la votación primaria del Partido Republicano de Colorado, aunque la decisión quedó en suspenso. Trump ha apelado el fallo ante la Corte Suprema donde se puede ver favorecido por las razones antes mencionadas.
Y en Maine, el 28 de diciembre, la secretaria de Estado Shenna Bellows descalificó a Trump de la boleta electoral en su estado. “Soy consciente de que ningún secretario de Estado ha privado nunca a un candidato presidencial del acceso a la boleta electoral sobre la base de la Sección 3 de la 14a Enmienda”, escribió Bellows, un demócrata. “Sin embargo, también soy consciente de que ningún candidato presidencial se ha involucrado nunca antes en la insurrección”. Trump también ha apelado esta decisión ante la Corte Suprema.
Mientras tanto, los funcionarios de varios otros estados, incluidos Michigan, Minnesota y Florida, han rechazado los desafíos. Los funcionarios de diferentes estados han llegado a conclusiones muy diferentes sobre lo que dice la ley. Eso deja el asunto en manos de la Corte Suprema, que por lo general es cautelosa de involucrarse en las elecciones, y difícilmente permita que los tribunales echen al probable candidato republicano de la boleta electoral.
Ya para estas horas el senador Tim Scott, el afroamericano del partido republicano con el rango más alto a nivel nacional, ha dado su apoyo público al ex presidente Donald Trump ampliando sus posibilidades en New Hampshire ya que goza allí de un alto nivel de aprobación. La decisión no ha sido fácil ya que Scott llegó a la política de la mano de Nikki Haley, que fue quien lo designó senador durante su gobernación en el año 2012 al quedar una vacante. Esto da por el piso con las posibilidades de Nikki Haley el próximo martes aunque quedará muy seguramente en un segundo puesto. Trump, que la ve como su mejor rival, ya ha empezado a atacarla y llamarla con un sobrenombre “Nimbra” haciendo referencia a su primer nombre Nimarata, diciendo que no está calificada para ser presidente de los Estados Unidos. Con estos cambios Tim Scott entra en la carrera de ser candidato a quedarse con la Vicepresidencia y que Trump en lugar de elegir a una mujer, opte por Scott, un afroamericano con excelente imagen.
Si el 24 de febrero Trump triunfa de manera arrolladora en Carolina del Sur, el tercer estado en realizarse las primarias republicanas, Nikki Haley deberá bajarse por haber perdido en su propio estado donde fue dos veces gobernadora y allí habrán concluido las primarias republicanas declarándose Trump el candidato indiscutido del partido republicano y acercándolo aún más a la Casa Blanca. Sus políticas con respecto a la OTAN, inmigración, economía y posición con respecto a China son hoy apoyadas más que nunca por una buena parte de la población estadounidense. Y la realidad es que no había hecho las cosas tan mal. Hasta marzo del 2020, donde comenzó la pandemia, arrasaba en la votación, luego llegó el cisne negro del COVID-19 con todas sus consecuencias que lo llevaron a su derrota. Pero ahora llegó la revancha…