COPA DEL REY | LUGO 1 - ATLÉTICO 3 / Memphis evita el atragantamiento

Los del Cholo avanzan a octavos en un duelo en el que los locales plantaron cara y empataron un tempranero gol de Correa. Simeone, obligado a tirar de titulares para solucionar. Doblete de Memphis.

Patricia Cazón
As
A las 16:00 horas en punto alzó su índice González Fuertes como un emperador romano el dedo: el partido podía comenzar. Suso Meilán se santiguaba en la grada. Era uno de los 7.114 aficionados en el Anxo Carro, tantos con el corazón dividido, mitad rojiblanco, mitad lucense. Se santiguaba y sonreía. Por el regalo de Reyes: el estreno del Atleti este año en la Copa en su casa, en Lugo. En un partido que a punto estuvo de indigestársele al Cholo como los roscones del desayuno a esa hora a pesar del inicio de su equipo, que no había terminado Suso de hacer la señal de la cruz cuando Saúl lanzaba una pelota para Galán a la espalda de la defensa.

Un Galán que corría para arrancarse tanta tela de araña y aire de banquillo y asistir a Correa en el segundo palo. El argentino solo empujó. Gol. A los dos minutos. El Atleti salía sin intención de sufrir. Lo hacía el Lugo en el segundo partido de Paulo Alves al frente sin su goleador habitual, Willy Ledesma. Tardó unos minutos en estirarse, pero cuando lo hizo, en contras dirigidas por su hombre en punta, Antonetti, enseguida encontró cómo rascar. Con córners sucesivos y disparos desde la frontal de Jozabed, se metieron los lucenses en el partido. El inicio del Atleti había sido en realidad mero cartón-piedra.

Simeone había rotado. Por eso en su once había hombres que necesita que tengan minutos como Galán, Söyüncü o el mismo Saúl, como Memphis que, la segunda vez que el Atleti se plantó en el área del Lugo, estampó la pelota en el lateral de la red. Y colorín, colorado, aquí se acabó el equipo del Cholo en la primera parte. La defensa del Lugo se cosió la gotera del gol, que un gallego sabe como nadie protegerse el agua, y empezó a repeler con eficacia cada centro lateral. El Atleti, mientras, se fue enredando en sus propios errores. Tétrica y llamativamente.

Errores en la salida de balón más que groseros, como si esos hombres de verde estuvieran en Lugo (¿por qué el Atleti siempre juega fuera con esa camiseta teniendo la azul y blanca como segunda?) como Reyes Magos repartiendo regalos. El partido les pasaba por encima a los Saúl, Correa, Söyüncü, Memphis y demás como si les faltara nivel no para una Unidad B del Atleti sino para el mismito Atlético B. Errores como el de Söyüncü, que permitió una ocasión de Quintana. Errores como el de Saúl, que le regaló un balón a Narro que logró corregir Azpilicueta mientras se desgañitaba, pidiendo intensidad a la nada, solo en medio de un desierto. Media hora pasaba de las 16:00 y Suso Meilán ya se había santiguado otras cinco veces, una por cada córner a favor del Lugo.

Antonetti fue el cántaro en la fuente. Avisó primero con un chut que sacó de milagro en la línea Giménez. Confirmó poco después en una jugada que comenzó con el Atleti reclamando penalti por derribo de Tabuaço a Azpilicueta y siguió con una contra en la que Antonetti corría solo frente a Giménez y Söyüncü. El delantero ni se inmutó. Rebasó al uruguayo y, después, eligió la vía fácil: la turca, siempre abierta. Quiebro de cintura y zurdazo. 1-1. La Copa se le enturbió al Atleti. El partido, al descanso, estaba en la prórroga frente a un Primera Federación. Con todos los fantasmas que eso supone.

No esperó Simeone ni un segundo tras el descanso para que Koke, De Paul y Grizi saltaran al campo. Un triple cambio para arreglar el desaguisado de los que habían naufragado en un día para reivindicarse. El partido regresó con Quintana dejándole a Witsel los tacos por detrás en una entrada que era de roja o al menos una amarilla que hubiera sido roja porque ya tenía una. Pero ni el árbitro ni ninguno de sus asistentes lo vio y en esta ronda de Copa (dieciseisavos) no hay VAR. Castrín se estrelló en el larguero, y Giménez volvió a salvar en la línea, antes de que la Unidad A del Cholo se hiciera notar, que bien rodeado hasta Memphis volvió a parecer jugador de fútbol.

Fue Koke quien le filtró para el 1-2: recorte, dos toquecitos y red. Llorente lo hizo para su 1-3, con un pase atrás. Partido acabado aunque aún quedaran minutos (y gotas como un balón al travesaño de Morata o la retirada de Azpilicueta con dolor) al trago de Copa que a punto estuvo el Lugo de atragantarle a un Cholo sin Unidad B. Aunque con todas las oraciones de Suso Meilán.

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