COPA DEL REY (1/4) | ATHLETIC 4- BARCELONA 2 / Demasiados Williams para el Barça

El Athletic gana en la prórroga gracias a una exhibición de los hermanos Williams ante un Barça defendido por adolescentes. Se le va otro título a Xavi.

Santi Giménez
As
El Athletic volvió a ser un muro infranqueable para un Barça que, aferrado a un grupo de niños que dieron la cara ante la indolencia de las vacas sagradas, acabó sucumbiendo ante la exhibición de los hermanos Williams para firmar los cuartos por 4-2 en la prórroga.

El partido empezó como tiene acostumbrado el Barcelona a sus seguidores y a su entrenador, encajando un gol a las primeras de cambio. Esta vez, a los 36 segundos de partido después de una jugada de cine cómico en la que Lamine perdió un balón en la salida, después los centrales del Barcelona miraron como el balón botaba tres veces dentro de su área de peligro sin que nadie llegara a despejarlo hasta que al final, Guruzeta, en un chut bastante pocho en el que disparó con la izquierda y le dio en la derecha, acabó marcando el primero. 1-0 antes del primer minuto y San Mamés empezaba a subir el nivel de la caldera. El Barcelona parecía perdido.

Con el Barcelona grogui, el equipo catalán empezó a sufrir y ahí el Athletic tuvo la primera oportunidad para llevarse el partido. Guruzeta tuvo el segundo a los cuatro minutos y el equipo blaugrana empezaba a perder pie. Amarilla a Christensen y otra a Xavi por protestar. La habitual al banquillo blaugrana.

Pero el Barça, una vez apaciguado el temporal de salida del Athletic, empezó a equilibrar el duelo a pesar de la lesión de Balde, que a los 21 minutos dejó su puesto por una nueva lesión muscular en el conjunto blaugrana y Xavi tuvo que volver a tirar de la cantera y sacar a Héctor Fort, que mejoró en mucho la prestación del lateral internacional.

Si el gol de Guruzeta fue de cine cómico, el Athletic tuvo la gentileza de devolver el favor para facilitar el empate blaugrana que surgió de la nada después de una serie de rechaces que favorecieron a Lewandowski.

Con el empate a uno, el Barcelona se creció y ahí emergió Lamine Yamal, que anotó el 1-2 en una jugada que en la grada de San Mamés despertó los peores recuerdos de lo que les hacía Messi durante lustros.

El Barça se encontró por sorpresa con 1-2 que no esperaba y el Athletic, dentro del aturdimiento, lo siguió intentando, pero se encontró con Iñaki Peña, que salvó el enésimo despiste de los centrales blaugranas tras la salida de un córner.

El Barça agradeció el descanso, pero fiel a su libro de estilo basado en el sufrimiento inicial volvió a salir dormido y a los cuatro minutos de la reanudación encajó un gol bastante parecido al primero. Pérdida en la salida de balón, recuperación del Athletic, centro al área, los centrales dormidos y Sancet remató desde el área pequeña para empatar el partido a dos.

Con el partido igualado el Barça sólo pudo encomendarse a un gigantesco Lamine Yamal, que era su mejor argumento, mientras que el Athletic iba cercando el área de Iñaki Peña. Y por si faltara algo para el duro, Valverde sacó al campo a Iñaki Williams y el Athletic tenía de nuevo el partido en su mano.

Pero ahí, los vascos chocaron ante el muro de Araújo, que a trompicones y mermado sacaba agua del barco y con la amenaza de Lamine, que tuvo en sus botas el gol decisivo por dos veces, pero llegó muerto a la zona de definición.

A todo eso, Xavi retiró del campo a Lewandowski para dar entrada a João Félix en busca de un socio para Lamine, pero el conjunto blaugrana resistió ante el acoso decreciente del Athletic y se llegó a la prórroga con un Barça que dependía de João en ataque y de los alardes de Fort y Cubarsí en defensa.

El Athletic vio la luz en el último minuto del tiempo añadido, cuando Iñaki Williams, recién llegado de la Copa de África, fusiló el enésimo error en defensa del Barcelona, que ya jugó contra el cronómetro, Fue Nico el que aprovechó la desesperación culé para cerrar el pase con un golazo descomunal.


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