Cómo la radiación cósmica y la ingravidez pueden afectar la salud sexual de los astronautas

Un experimento con ratas macho de la Universidad Estatal de Florida mostró que la disfunción eréctil podría ser un efecto secundario de los viajes al espacio profundo y encontró una posible solución


El estudio, realizado por un equipo de la Universidad Estatal de Florida, detectó efectos adversos en el tejido eréctil del pene de ratas macho tras exponerse a la ingravidez y la radiación cósmica galáctica (GCR), partículas de alta energía, los rayos X y los rayos gamma que fluyen de las estrellas y otros cuerpos celestes.

Los hallazgos de esta investigación, publicada en The FASEB Journal, salen a la luz en medio de un renovado interés por las misiones tripuladas al espacio profundo, ya que la NASA y otras agencias espaciales importantes se preparan para expediciones a largo plazo a la Luna y los primeros viajes a Marte. Un ejemplo de ello es el programa Artemis de la agencia estadounidense.

Desde el inicio de la era espacial, los científicos investigan los efectos de la ingravidez y la radiación cósmica en los seres humanos. Es así que se ha introducido medidas preventivas, incluidos regímenes especiales de ejercicio en la Estación Espacial Internacional (EEI) para proteger a los astronautas del desgaste de huesos y músculos. No obstante, hasta ahora no se ha implementado una estrategia para proteger la salud sexual de los tripulantes.

Los astronautas pueden requerir meses de recuperación tras misiones largas en el espacio. (EFE)
Los astronautas pueden requerir meses de recuperación tras misiones largas en el espacio. (EFE)

“Si bien la disfunción eréctil afecta a más de la mitad de los hombres mayores de 40 años y representa un factor importante para la satisfacción con la vida, las consecuencias de los viajes espaciales sobre la función eréctil aún no están claras”, escribieron los autores del nuevo estudio.

Así se hizo el estudio

En el experimento, se utilizaron 86 ratas macho adultas. La mitad de ellas fueron suspendidas en arneses durante cuatro semanas, con una técnica para simular la ingravidez; y la otra mitad fue sometida a un entorno de control. También fueron expuestas a dosis de GCR utilizando un simulador en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA en Nueva York.

Después de un año, el análisis de los tejidos de las ratas reveló que incluso una exposición baja a los rayos cósmicos galácticos aumentaba el estrés oxidativo (un proceso que daña las células) en los animales. Esto afectó la función de la arteria que suministra sangre al pene y al tejido eréctil. Asimismo, la ingravidez también tuvo un impacto, pero no tan marcado.

No obstante, experimentos adicionales revelaron que algunos antioxidantes podrían contrarrestar los efectos de la GCR. A largo plazo, estos resultados plantean la importancia del monitoreo de la salud sexual de los astronautas masculinos a su regreso a la Tierra.

La Estación Espacial Internacional (EEI) es donde se ubica la mayor colonia humana en el espacio (NASA)
La Estación Espacial Internacional (EEI) es donde se ubica la mayor colonia humana en el espacio (NASA)

“Si bien los impactos negativos de la radiación cósmica galáctica fueron duraderos, las mejoras funcionales inducidas al atacar de manera aguda las vías redox y de óxido nítrico en los tejidos sugieren que la disfunción eréctil puede ser tratable”, dijo a The Guardian Justin La Favor, experto en disfunción neurovascular en la Universidad Estatal de Florida y autor principal del estudio.

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