Cómo el sueño, el estrés y la energía influyen en las migrañas según la hora del día
Un estudio reciente publicado en la revista Neurology advirtió que estos tres factores pueden predecir el inicio de esta condición, pero que estos factores varían según la hora del día. Los detalles
Por el contrario, las migrañas de la tarde y la noche están relacionadas con mayores niveles de estrés o niveles de energía más altos de lo habitual el día anterior.
“Estos patrones diferentes de predictores de los dolores de cabeza matutinos y tardíos resaltan el rol de los ritmos circadianos en el dolor de cabeza”, señaló la autora del estudio, Kathleen Merikangas, jefa de la Rama de Investigación de Epidemiología Genética del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH). “Los hallazgos pueden darnos una idea de los procesos subyacentes a la migraña y ayudarnos a mejorar el tratamiento y la prevención”.
En el estudio, los investigadores rastrearon los predictores potenciales de un ataque de migraña entre 477 personas de 7 a 84 años de edad. Casi la mitad de los participantes tenían antecedentes de migrañas, y alrededor de tres de cada cinco tuvieron por lo menos una migraña matutina durante el estudio.
Los resultados mostraron que la mala calidad del sueño percibida conllevaba un aumento del 22% en el riesgo de migraña matutina, mientras que una disminución en la calidad del sueño autoinformada se asoció con un aumento del riesgo del 18%. Pero lo que más importaba era cómo percibías tu sueño de la noche anterior.
"Los dolores de cabeza se asociaron con la calidad del sueño autoevaluada, en lugar de con medidas reales de los patrones de sueño", anotó Merikangas en un comunicado de prensa del NIMH. "Esto resalta la importancia de los estados físicos y emocionales percibidos en las causas subyacentes de la migraña".
Una disminución en los niveles habituales de energía el día anterior también se relacionó con un aumento del 16% en el riesgo de migraña por la mañana. Por otro lado, los niveles de estrés más altos y los niveles de energía sustancialmente más altos el día anterior se asociaron con un aumento del 17% en el riesgo de migraña por la tarde o por la noche.
Ni los niveles de ansiedad ni los de depresión se vincularon con el riesgo de migraña, tras tomar en cuenta el sueño, la energía y el estrés, anotaron los investigadores.
"Sorprendentemente, no encontramos ningún vínculo entre los síntomas de ansiedad y depresión de una persona (ya sea por tener más síntomas o por tener niveles más altos de síntomas que el promedio) y su probabilidad de sufrir un ataque de migraña al día siguiente", dijo Merikangas.
“Nuestro estudio demuestra la importancia de monitorizar los cambios en el sueño como predictor de los ataques de dolor de cabeza”, señaló la investigadora , la Dra. Tarannum Lateef, neuróloga pediátrica del Sistema Nacional de Salud Pediátrico en Washington, D.C. “El uso de aplicaciones que rastrean el sueño y otros estados de salud, conductuales y emocionales en tiempo real puede proporcionar información valiosa capaz de ayudarnos a manejar la migraña”.