Cole Palmer se enmenda por el espectáculo de terror de la Copa Carabao
El Chelsea se recuperó de su decepción en la Copa de la Liga con una estrecha victoria sobre sus vecinos del oeste de Londres.
Una vez más, el joven Cole Palmer marcó la diferencia para los Blues, convirtiendo un penalti en el tiempo de descuento de la primera mitad después de que su buen pase a Raheem Sterling hubiera tentado a Issa Diop del Fulham a realizar un desafío precipitado.
Los Cottagers no pudieron tener quejas sobre el penalti o la derrota después de una actuación plana tras su propia derrota en la Copa Carabao en Liverpool.
Pero al técnico Marco Silva le molestó que el VAR no interviniera para convertir la tarjeta amarilla de Malo Gusto en roja después de su desagradable falta sobre Willian unos minutos antes del gol.
La derrota del Chelsea ante el Middlesbrough del campeonato amenazaba con enviar al club a otra minicrisis.
Pero el momento de inspiración y compostura helada de Palmer lo pospuso, al menos durante 10 días.
Fue un partido que hizo poco para desalentar la teoría de que ésta no es una de las grandes rivalidades futbolísticas del mundo.
Hasta el tiempo añadido al final de la primera mitad, había muy poco de qué entusiasmarse.
Chelsea disfrutó de la mayor parte de la posesión y el territorio, pero solo tuvo un disparo de Conor Gallagher por encima del larguero y un cabezazo de Armando Broja desviado para demostrarlo.
De hecho, antes del primer gol, un decepcionante Fulham había tenido la mejor oportunidad.
Un centro de Antonee Robinson alcanzó a Harry Wilson en el segundo palo, pero el portero de los Blues, Djordje Petrovic, detuvo el disparo.
Unos pobres 47 minutos estuvieron a punto de terminar merecidamente sin goles cuando intervino Palmer.
Su pase inverso a Raheem Sterling fue el juego de mayor calidad hasta el momento. El desafío de Issa Diop no lo fue.
Sterling cayó y Palmer subió para ejecutar el penalti con la tranquilidad que ya se está convirtiendo en su marca registrada.
Sterling golpeó el poste con un cabezazo de un centro de Enzo Fernández poco después del descanso, pero de todos modos probablemente habría sido anulado fuera de juego.
Malo Gusto envió dos buenos centros que Broja y luego Sterling no supieron aprovechar, mientras el Chelsea buscaba el segundo.
El técnico del Fulham, Marco Silva, hizo cambios, pero el partido siguió un rumbo similar.
Levi Colwill envió un disparo con la derecha por encima del larguero con el aplomo que se espera de un defensor zurdo.
Los visitantes finalmente volvieron a amenazar cuando un centro de Andreas Pereira encontró a Raúl Jiménez, pero Petrovic se agachó bien para detener el disparo del mexicano.
El regreso de Ben Chilwell tras una lesión provocó uno de los mayores aplausos de la tarde por parte del público local.
Gallagher pegó al poste, Willian, ex jugador del Chelsea, disparó un tiro libre justo por encima del larguero, el portero del Fulham, Bernd Leno, rechazó al sustituto de los Blues, Noni Madueke, y dos tiros libres tardíos para los visitantes fueron desviados.
Fue una ráfaga de emoción en un partido mayoritariamente monótono. Pero al Chelsea y al técnico Mauricio Pochettino no les importará lo más mínimo.
