Cinco años con Brahim

El malagueño debutó con el Real Madrid tal día como hoy, un 9 de enero, en un partido de Copa del Rey contra el Leganés.

Mario de la Riva
As
Este 9 de enero se cumplen cinco años del debut de Brahim con el Real Madrid. Fue en 2019 en un partido de la Copa del Rey contra el Leganés y la efeméride coincide con otra brillante actuación del malagueño, de 24 años, en el torneo del KO. El partido contra la Arandina se rompió cuando entró en escena Brahim, que provocó un penalti, marcó el segundo y dio una asistencia a Rodrygo para sentenciar el partido. Un aniversario en una competición que es fetiche para el 21 madridista: en 2020 le hizo un doblete a Unionistas.


No ha sido un lustro fácil para el malagueño, que llegó en el mercado de invierno de 2019, todavía con 18 años, procedente del Manchester City por 17 millones de euros. En su primer año y medio en la casa blanca apenas gozó de oportunidades (sólo 600 minutos) y tuvo que salir cedido al Milan para disfrutar de minutos y seguir creciendo como futbolista. Sus tres años en el equipo rossonero, donde tuvo un rendimiento ascendente, resultaron fructíferos (conquistó la Serie A en la 2021-22) y se ganó su regreso al Madrid el pasado verano y una renovación de contrato por dos años más, hasta 2027.
Brahim conduce el balón en el partido contra el Villarreal en el Bernabéu.
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Brahim conduce el balón en el partido contra el Villarreal en el Bernabéu.THOMAS COEXAFP

Esta temporada está exprimiendo las oportunidades que le da Ancelotti dentro de la feroz competencia que hay para entrar en el once de Carletto. Es el único jugador de la plantilla que ha marcado y asistido en las tres competiciones: Liga, Copa y Champions. En 787 minutos, repartidos en 19 partidos, ha anotado cinco goles y dado tres asistencias. Si le sumamos el penalti que provocó en Aranda, participa directamente en un gol cada 87 minutos. Y su rendimiento se dispara cuando sale de titular: todos sus goles y asistencias han sido en los nueve partidos en los que salió de inicio.

Su presencia es sinónimo de peligro para los rivales. En promedio cada 90 minutos es el segundo máximo regateador (4,68 por partido) del equipo tras Vinicius y el jugador del Madrid que más faltas recibe (2,95).


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