Los
de Pochettino remontaron el gol de la ida con un set gracias a Enzo
Fernández, Disasi, Madueke, un gol en propia de Howson y un doblete de
Palmer.
As
La derrota en la ida quedó en mero tropezón. Se levantó el Chelsea, y pasó por encima del Middlesbrough. Con una determinación inusitada esta temporada. Al equipo de Carrick, de segunda división, la renta mínima que llevaron a Stamford Bridge desde el noreste de Inglaterra apenas duró un cuarto de hora.
Se vieron totalmente superados por un equipo decidido a reconducir su
temporada. Por lo pronto, están en la final. Visitarán Wembley con la
opción de conquistar el primer título del curso en Inglaterra y ganar en
confianza de cara a la recta final de la campaña.
Bastó la primera mitad. Y eso que el Chelsea estuvo algo espeso durante los diez primeros minutos, pero enderezó el rumbo cuando Howson abrió el marcador en el 15. Involuntariamente, claro está. El extremo del Boro arrebató la pelota a Broja cuando el ariete rival se disponía a disparar. Con tan mala fortuna que marcó en propia puerta. Un cuarto de hora más tarde Fernández puso por delante a los londinenses. Demasiado fácil.
Disasi
cerró la eliminatoria superada la media hora de juego con el tercer
tanto del partido y Palmer aprovechó un resbalón de Barlase en la
frontal de su propia área para marcar el cuarto justo antes del
descanso. Al Boro solo le quedó encerrarse atrás en la segunda parte.
Recibir la menor cantidad de goles posible se convirtió en su misión,
pero no la cumplieron. Encajaron dos tantos más en la recta final del
encuentro. Rogers consiguió el gol de la honrilla a dos minutos del 90, pero jamás incomodó a un Chelsea que
avanzó hasta la final a velocidad de crucero. Con calma. Un trayecto
cómodo. Ahora solo queda esperar que Liverpool o Fulham decidan el
miércoles quién es el otro finalista.