BAYERN 3-HOFFENHEIM 0 / Va por ti, Kaiser

El Bayern goleó al Hoffenheim en un partido marcado por la reciente muerte de Franz Beckenbauer.

José Carlos Menzel
As
No era un partido cualquiera. Era un día para rendir homenaje a uno de los mejores futbolistas de toda la historia. Para recordarlo. Y para brindarle un triunfo que pudiera ver desde el cielo. Recibió el Bayern de Múnich después del parón invernal al Hoffenheim y lo hizo tan sólo cinco días después de la muerte de Franz Beckenbauer, aquel futbolista, entrenador y presidente que por siempre cambió la historia del club. Y el Bayern, su Bayern, estuvo a la altura en el día de su entierro. ¿Cómo no? El equipo dirigido por Thomas Tuchel venció por 3-0, Jamal Musiala brilló y el Kaiser, allá donde estuviera, sonrió.


El Allianz se vistió de gala para despedir a la leyenda alemana. Los jugadores del campeón saltaron a calentar vistiendo camisetas con el número cinco, mítico dorsal del Kaiser, en las indumentarias de los bávaros se podía leer la frase “Danke Franz” (gracias, Franz) y por los altavoces del coliseo muniqués sonaba “Gute Freunde” (buenos amigos), canción entonada por el mismísimo Beckenbauer que salió a la venta en los años 60. El Bayern, equipo del corazón de Beckenbauer, quiso honrarle en el primer partido oficial después de su muerte. Y lo hizo desde el primer minuto.
Minuto de silencio por Beckenbauer.
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Minuto de silencio por Beckenbauer. ANNA SZILAGYIEFE

El campeón, en el que el recién incorporado Eric Dier aún no entró en la convocatoria, fue un vendaval desde el inicio. No tardó en hacerse con el cuero, se instaló en campo badense y comenzó a asediar a un Hoffenheim que se mantuvo en pie hasta el minuto 18. Konrad Laimer ejecutó un saque se esquina en corto, Leroy Sané proyectó a Jamal Musiala en el área y el genio alemán sacó a pasear su diestra de oro para batir a Oliver Baumann. El Hoffenheim, salvo una volea de Andrej Kamarić que Neuer detuvo sin problemas, estuvo a merced de un Bayern que, eso sí, no logró poner tierra de por medio antes del descanso.

Tampoco fue capaz de sentenciar el choque nada más volver de vestuarios, dejó vivo al conjunto de Pellegrino Matarazzo y terminó sufriendo más de lo esperado. Sané marcó a puerta vacía y lo celebró hasta que se dio cuenta de que el asistente había levantado el banderín por fuera de juego de Harry Kane en la elaboración. Volvió a aparecer Musiala, pero su disparo se estrelló en el palo. Y, de repente, acosó el cuadro visitante. En tres minutos de rabia dispuso de tres clarísimas para poner las tablas, tres ocasiones que terminó desbaratando el brillante Manuel Neuer bajo palos. A todos le comenzaron a temblar las piernas salvo a uno. Musiala se inventó una jugada que él mismo finalizó para noquear a un Hoffenheim que finalizó el choque con diez tras la segunda amarilla de Prömel y terminó encajando el tercero, obra de Kane sobre la bocina. El inglés lleva 22 goles e iguala a Lewandowski, tras la primera vuelta de Bundesliga. Va por ti, Kaiser.

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