ATLÉTICO DE MADRID / El Atlético que más marca... y más se desangra
El Atlético tiene gol y ataca con peligro, pero se desangra. Oblak ha encajado 23 goles en la primera vuelta pese a su buen nivel. Morata, hat-trick sin premio.
Lo que nunca había ocurrido en la era Simeone se ha convertido en un regreso a tiempos más oscuros. Ha vuelto aquel Atlético donde Forlán y Kun Agüero goleaban y los puntos se escapaban semana tras semana. Con dos delanteros que apuntan a superar los 20 goles, competir por el título de Liga está cada vez más difícil. Y poco hay que reprocharle a Oblak. El guardameta fue el mejor en la derrota en San Mamés, acabó salvando contra el Getafe, dejó varias manos buenas ante el Girona... y sin embargo el equipo se desangra en la retaguardia. 23 goles en contra en la primera vuelta.
No es únicamente culpa de la defensa. Pero Söyüncü no ha tenido impacto en su llegada, Azpilicueta tampoco es protagonista, Galán apenas cuenta en la izquierda, Savic ha bajado el nivel, Reinildo se ha marchado a la Copa África nada más volver a competir, Giménez pelea con las lesiones... tres caras nuevas sin un papel importante y una dependencia total del reconvertido Witsel y de un Hermoso que continúa sin renovar y ya puede firmar con cualquier club de cara al próximo curso.
Más allá de la línea de centrales, Nahuel Molina ha perdido brillo en el carril derecho, el izquierdo es nuevo por completo y el centro del campo no sostiene. En verano no llegó un pivote y Pablo Barrios sufrió una rotura meniscal en la única victoria del Atlético fuera de casa en más de dos meses, en Champions ante el Feyenoord. Iván Martín o Pablo Torré vivieron felices entre líneas con libertad para recibir y girar. Encarar a los centrales con espacios. Koke hace muchos kilómetros, pero no llega. Y en Girona cometió errores poco habituales y muy determinantes. Nunca antes el Atlético había perdido cuatro partidos seguidos de visitante en Liga con Simeone en el banquillo. Las Palmas (2-1), Barcelona (1-0), Athletic (2-0) y Girona (4-3) han acabado de un plumazo con las opciones rojiblancas de pelear acabar la primera vuelta en la cabeza de LaLiga. Si en el Metropolitano el Atlético tiene un fortín, lejos no consigue rendir, entra frío en los partidos, se ve superado. Contra el Girona tuvo capacidad de reacción. Probablemente la derrota fue injusta. Mostró su mejor versión fuera en mucho tiempo.
Pero sucumbió con muchos errores atrás. Una pérdida de De Paul en el medio desembocaba en una contra muy fácil para la segunda ocasión clarísima y el primer gol antes de llegar al minuto 2. Un error gravísimo de Koke propiciaba el segundo. El balón parado mal defendido acababa en el tercero y ser sumamente blandos en el área en el cuarto en el tiempo extra. El Atlético fue mejor con el marcador en contra, cuando atacó y vivió en campo rival. Subió líneas y dejó un fantástico inicio de segunda mitad. De Paul se repuso a su fallo con un gran partido, con dos asistencias incluidas. Ya brilló contra el Sevilla. Y arriba tiene pólvora. Riquelme eléctrico, Llorente con piernas y Morata viendo la portería más grande que nunca y controlando mejor el fuera de juego.
Pese a que no fue el partido de Lino, el brasileño es una de las sensaciones del curso cuando puede aparecer en campo rival. Y qué decir de Griezmann. Pero no es suficiente para que el Atlético pueda competir por estar arriba. Álvaro Morata se convirtió en el único jugador que ha marcado un hat-trick en una derrota del Atlético en LaLiga en todo el siglo XXI. Por lo menos no llegó al póker de Vieri o Pantic en el siglo XX. Y Correa y Memphis son alternativas válidas desde el banquillo, aunque no pasan por un buen momento.
La manta del Atlético se queda corta en sus pies. Es en defensa donde ahora flaquea. En 2023 hizo 105 goles, pero no llegaron títulos. Es el Atlético de Simeone que más goles promedia por partido en una primera vuelta. Pero también el que más encaja. El campeonato de la temporada pasa del Barcelona y el coliderato del Real Madrid se sustenta en base a encajar muy pocos goles, algo peor visto cuando era el equipo de Simeone. El mercado invernal se ha abierto, pero se busca centrocampista en unas condiciones muy específicas: que no afecte a la economía del club. Una ganga. Es complicado que llegue alguien. Mientras, alternativas como Saúl tienen dificultades para aportar. Al Atlético se le escapan puntos en los últimos minutos cuando Simeone recurre a su banquillo. Tiene que conservar en formol a De Paul y Koke y cruzar los dedos para que vuelva Barrios. En estos momentos, el Cholo tiene mucho arriba, pero se desangra en campo propio.