Alarma en Boca: La lesión de Marcos Rojo abre demasiados interrogantes en una zona sensible
Este lunes se conocerá el diagnóstico; pese al auspicioso debut de Lema, el entrenador Martínez sigue de cerca los pasos en la defensa
El grado de gravedad determinará cuánto tiempo deberá permanecer inactivo el zaguero y qué tratamiento tendrá que seguir para volver a estar disponible. “Marcos está enojado, triste, porque tenía muchas ganas de estar”, compartió Diego Martínez ante las cámaras de ESPN. Y luego agregó: “Es nuestro capitán, nuestro líder. Ahora tendrá que hacerse los estudios, ver qué arrojan esos estudios y ojalá que sea lo menos grave posible”.
Si bien las primeras pruebas habrían descartado una lesión en el tendón de Aquiles y el foco estaría en un fuerte desgarro en la zona del gemelo y del sóleo, en el club de la Ribera son horas de preocupación y no se quiere descartar ningún escenario.
En las imágenes, apenas advierte que se lesionó, Rojo mira hacia atrás pensando que algo lo había golpeado en la cara posterior de la parte baja de la pierna. Y, acto seguido, se queda quieto en el lugar y ya no vuelve a pisar. De hecho, debió retirarse al vestuario con la ayuda de dos auxiliares, ya que no podía apoyar con normalidad.
Poco después, vendado desde la rodilla hasta el tobillo, en muletas y sólo tocando el suelo con la punta de su pie izquierdo, el capitán xeneize fue hasta el banco de suplentes y acompañó desde allí las instancias del juego. De igual forma se lo vio en su posterior salida del estadio rumbo al ómnibus, también sin poder apoyar el pie izquierdo, lo que generó un dolor de cabeza en el cuerpo técnico y en la dirigencia xeneize.
En el escenario “menos grave posible” (como auguró el DT Martínez), Rojo tendrá como mínimo un mes de inactividad, por lo que se perdería las primeras fechas de la Copa de la Liga y llegaría con muy poco rodaje al superclásico ante River, en el Monumental, programado para el domingo 25 de febrero y por la séptima jornada.
Continuidad astillada
Más allá del diagnóstico final, esta nueva baja expone al defensor, de 33 años, que no logra ganar continuidad desde que llegó al club, hace ya tres años.
En febrero de 2021, poco después de confirmar su incorporación, se entrenó de manera diferenciada durante cinco semanas por una molestia física. Eso provocó que su debut se diera recién el 14 de marzo, en un superclásico ante River. Solo un mes más tarde salió con una molestia en el entretiempo de un partido ante Unión, en Santa Fe, y no pudo viajar a enfrentar a Barcelona, de Ecuador, por la Libertadores.
A un positivo de coronavirus le encadenó un desgarro en el isquiotibial derecho. Recién pudo regresar en mayo, durante un partido frente a Patronato de Paraná, por la Copa Argentina.
Seis meses después sufrió ante Vélez otro desgarro (en el sóleo de la pierna izquierda) y se perdió otros cuatro partidos. Recién entonces encontró algo de paz, ya que desde octubre de 2021 hasta agosto de 2022 jugó sin inconvenientes.
Pero en agosto tuvo otra lesión muscular. En esta ocasión fue “de grado II en el sóleo de la pierna derecha”, tal como informó el departamento médico xeneize. Ocurrió durante el calentamiento de un partido que Boca perdió ante Patronato por 3 a 0, en Paraná.
Recién pudo volver el 4 de septiembre, frente a Colón. Pero dos semanas más tarde, contra Huracán sintió una molestia en su gemelo derecho. Regresó a las canchas el 12 de octubre, en Junín, contra Sarmiento. Con tanta mala suerte que esa tarde se rompió los ligamentos cruzados de su rodilla derecha.
Después de ocho meses de rehabilitación, el 31 de mayo de 2023 volvió a jugar, pero solo completó 45 minutos en un partido de reserva ante Arsenal. Cuando se preveía el gran regreso oficial, a comienzos de junio sufrió un desgarro leve primero (en el recto anterior derecho) y a finales de ese mes la rotura de un músculo en el gemelo de la pierna izquierda, justo la zona que se vio afectada en la noche salteña.
Como consecuencia de esas visitas frecuentes a la enfermería, Rojo cerró el año pasado con apenas 16 partidos jugados y algo más de 1000 minutos de acción. Después de una muy buena pretemporada, el defensor se ilusionaba con un 2024 alejado de la enfermería, pero ahora recibió otro impacto.
Más allá de la preocupación generalizada, Nicolás Figal, compañero suyo en la zaga, se mostró optimista. “Es un jugador muy importante, vamos a ayudarlo desde donde podamos. Se va a recuperar Marcos porque es un animal, va a estar con nosotros rápido”, declaró a ESPN.
La oportunidad de Lema
Ante este escenario inesperado, el cuerpo técnico de Boca destacó el lado positivo. Y es que la baja de Rojo obligó a Cristian Lema a tener su debut como titular con la camiseta de Boca.
Al exLanús se lo vio bien, aplomado y explotando sus mayores virtudes: el juego aéreo y su fortaleza física. Al principio le costó acoplarse a su compañero de zaga, Figal, pero con el correr de los minutos fueron coordinando los relevos. Se lo notó seguro y exhibió una cualidad que no se caracterizó hasta ahora en su carrera: la búsqueda de anticiparse al rival mucho más lejos del área, la zona en donde habitualmente se mueve un zaguero.
“Fue una pena que esto se diera así, por la lesión de Marcos. Él es fundamental para este equipo. Pero estoy muy feliz. Uno cumple el sueño de chico”, destacó exultante en ESPN. Y amplió: “En la carrera pasaron años y muchas cosas, siempre trabajo para estar en el mejor nivel y me toca en este momento, lo estoy disfrutando mucho”.
En relación a lo que le pidió Martínez, resumió: “Que estemos adelantados, marcando en ataque, dando equilibrio para que ellos tengan la confianza de jugar. Por momento lo hicimos bien. Las piernas pesan un poco más en la pretemporada, y eso es lógico”. Sobre la oportunidad de arribar a Boca a los 33 años, el defensor destacó: “Llega en un momento que me agarra maduro, bien, con muchas ganas de disfrutarlo. Hay que aprovechar las oportunidades que tenga para poder jugar”.
Después de desvincularse de Lanús, con el que aún tenía un contrato vigente, Lema se convirtió el 4 de enero en la primera incorporación del Xeneize en este mercado de pases y firmó contrato hasta diciembre de 2025.