Un viajero se quedó sin países para visitar y decidió fundar su propia nación en el desierto de California
Con territorio reivindicado y reglas inusuales, el autodenominado sultán traza su propia utopía desértica, libre de crocs y con peculiares elecciones
Con su traje mejor planchado y las gafas de sol en su rostro, el hombre no solo estableció un territorio independiente, sino que instauró leyes peculiares, como la prohibición de los zapatos Crocs.
Slowjamastán, aunque no reconocida oficialmente, cuenta con los símbolos de una entidad soberana: pasaportes, moneda propia (el “duble”) y hasta un himno nacional. Pero eso no es todo, ya que Williams lleva las cosas a un nuevo nivel.
La curiosa nación ya tiene más de 500 ciudadanos registrados y miles esperando su aprobación. Randy Williams abrió las fronteras de su república a turistas de todo el mundo, presentando Slowjamastán como una atracción singular, y espera crear la micronación más destacada del planeta.
Lo que comenzó como una aventura se ha convertido en un proyecto de vida. Con el lema de “dictadura la mayor parte del tiempo”, Williams admitió que ocasionalmente permite elecciones para tomar decisiones sobre aspectos nacionales triviales, como la fruta o el deporte representativo del país.
Su vestimenta de sultán y su gobierno son una sátira de las peculiaridades políticas y dictatoriales que ha observado en sus viajes. Para Williams, la creación de Slowjamastán es una declaración sobre lo absurdo del poder y la autocracia.
La popularidad de esta micronación ha superado las expectativas, con miles de solicitudes de ciudadanía que significan que la gente está más que lista para participar en el experimento de Williams. Adicionalmente, Slowjamastan se ha vuelto una parada turística donde los visitantes pueden obtener un sello en el pasaporte o buscar al escurridizo mapache, el animal nacional.
Aunque el reconocimiento de Estados Unidos pueda parecer una meta lejana, el hombre no pierde el humor y la esperanza. Pretende que Slowjamastán cumpla con los criterios de la Convención de Montevideo para ser considerada una nación soberana, y quizá, en algún momento, los mensajes enviados al presidente Joe Biden reciban respuesta y la peculiar “nación” del sultán Williams pueda ser reconocida en su totalidad.
Micronación: qué es y cómo es reconocida
Una micronación es una entidad que simula ser un país o estado independiente, pero no es reconocido como tal por los gobiernos mundiales ni por las organizaciones internacionales. Estas pequeñas regiones son creadas por individuos o colectivos por diversas razones, que pueden incluir experimentos socio-políticos, arte conceptual, entretenimiento o reivindicaciones territoriales.
Estas entidades adoptan a menudo sus propias constituciones, leyes, banderas, monedas e incluso pasaportes, aunque su estatus legal y soberanía no tienen efecto en el ámbito internacional. La existencia de micronaciones es más simbólica y lúdica que práctica en términos de poder político o influencia.