Un tigre llega por Navidad
El Barcelona espera la llegada el miércoles de Vitor Roque, el jugador sobre el que hay puestas muchas esperanzas. “Nos vemos pronto en Barcelona”, dice en un vídeo del club.
Ante la cuestionable marcha del equipo que provocó que el año acabara con una bronca pública de Xavi a sus jugadores -”es inaceptable”, dijo el técnico en su última rueda de prensa- se ha decidido correr el riesgo de convertir la llegada de un chico de 18 años en una solución segura.
Roque, que cumplirá 19 años el próximo mes de febrero llega a Barcelona después de haber jugado 81 partidos con el Athletico Paranaense en los que ha conseguido 28 goles y ha dado once asistencias. No hay duda de que se trata de un delantero muy prometedor, como lo demuestra el hecho de haber debutado ya con la selección absoluta de Brasil y sus seis goles en once partidos con la Sub’20 canarinha. Pero de ahí a compararle al Séptimo de Caballería que aparece en el último momento a salvar a los colonos de un ataque Sioux, parece exagerado. Más aún si llega después de recuperarse de una lesión.
Vitor Roque deja Brasil para jugar al primer nivel europeo sin paso intermedio como hicieron Ronaldo o Romário, que se foguearon antes en el PSV, Rivaldo, en el Deportivo, Ronaldinho en el PSG o Vinicius Jr y Rodrigo, que tuvieron su proceso de adaptación en el Castilla. Vitor Roque llega como llegó Neymar, aunque en el caso de éste último, llegaba como estrella consolidada pese a su juventud por haber ganado la Libertadores y con más partidos en sus piernas.
Aterrizará recién casado, con una afición esperando mucho de él y con una agenda que va exigirle mucho: llegada, mañana jueves primer entrenamiento, presentación el tres de enero y posible debut el cuatro ante la UD. Las Palmas. Un gran reto incluso para un tigre.