Tensión, enojos y cortocircuitos entre Jorge Macri y los libertarios de Javier Milei en la ciudad de Buenos Aires

Los legisladores de LLA se opusieron a la ley de ministerios, el presupuesto y las designaciones en el Consejo de la Magistratura con duras críticas al oficialismo; los motivos del malestar

De esta forma, Ramiro Marra y Eugenio Casielles, referentes del bloque de LLA en la Legislatura porteña, explicitaron su malestar con Jorge Macri por la falta de apertura de Pro a cerrar un acuerdo político con los libertarios en el territorio porteño. Y, antes de que debute la nueva configuración del cuerpo, en la que Juntos por el Cambio tendrá apenas 30 escaños -la mayoría simple es de 31- y deberá pelear por aprobar las leyes en un escenario atomizado, los representantes de Milei en la ciudad se mostraron como una oposición intransigente al macrismo.

Incluso, en la votación de la ley de ministerios, rechazaron la iniciativa, al igual que la izquierda. En cambio, el peronismo se abstuvo para facilitar la sanción. Los alfiles de LLA argumentaron que no estaban dispuestos a acompañar la iniciativa porque implicaba un aumento de la estructura del Estado respecto de la gestión de Larreta -de nueve a diez ministerios- y que actuaban en “consonancia” con la promesa de Milei de reducir el gasto público. Tampoco votaron el presupuesto 2024: Marra advirtió que no reduce la presión impositiva ni baja el nivel de empleo público. Son libertarios en pie de guerra.

Ramiro Marra
Ramiro Marra Santiago Filipuzzi - LA NACION

Las razones de la tensión entre la filial porteña de LLA y los macristas en la cuna de Pro son múltiples. Los lugartenientes de Milei en la Legislatura se sienten marginados en el reparto de poder de Jorge Macri, quien priorizó preservar el statu quo de alianzas políticas de Larreta para garantizarse la gobernabilidad en el amanecer de su gestión. Los libertarios estaban dispuestos a dialogar y explorar un pacto con el jefe porteño, pero fueron relegados. Tampoco, despotrican, los invitaron a discutir sobre el presupuesto para abrir una negociación.

La tensión llegó al culmen cuando Jorge Macri designó a Diego Santilli como interlocutor y armador en la Legislatura para sellar una tregua con radicales, la CC, Confianza Pública, Republicanos Unidos y el Partido Socialista, los aliados con los que gobernó Larreta. Santilli puso a prueba su capacidad de articulación para sortear la crisis interna y cerró el trato para designar a Matías López (Pro), uno de sus discípulos, como vicepresidente primero, una silla codiciada a la que anhelaba llegar Casielles. Antes del balotaje, los armadores de Jorge Macri deslizaban que había chances de colocar en ese puesto al libertario, pero lo ataban a un eventual acuerdo institucional entre Pro y Milei a nivel nacional. Finalmente, el jefe porteño, que no se pronunció a favor de Milei antes de la segunda vuelta con Massa, un dato que no pasaron por alto los liberales porteños, acordó con Lousteau y Yacobitti.

Esa señal disgustó a Marra y Casielles. “No nos tienen en cuenta”, sintetizan fuentes de la bancada libertaria. En ese sector de LLA perciben que Jorge Macri apuesta por una continuidad de la red de alianzas que armó Larreta, no solo por haber pactado con la UCR, sino por mantener los acuerdos con el peronismo, donde gravitan Juan Manuel Olmos, Víctor Santa María y Mariano Recalde. De hecho, quisieron dejar en evidencia la negociación entre JxC y el Frente de Todos a la hora de votar los nuevos integrantes del Consejo de la Magistratura porteño: Luis Duacastella (PJ), de Olmos; Lorena Clienti (UCR), de Angelici, y Manuel Izura (Pro), de Jorge Macri. Los libertarios se quejan de que tampoco entraron en la discusión.

En el campamento de Jorge Macri vinculan el enojo de los libertarios con la frustrada conversación para que Casielles sucediera a Emmanuel Ferrario en el control de la Legislatura. Tampoco recaló en la vicepresidencia tercera. “Ellos querían solo la vicepresidencia primera o nada”, dijo un hombre de confianza de Jorge Macri. Los libertarios niegan esas versiones: afirman que no les ofrecieron la vicetercera. En rigor, esos puestos requieren de un acuerdo por votos. El PJ retomó su lugar en la vicesegunda y los radicales, con el aval de Confianza Pública, entre otros socios, se quedaron con la vicetercera.

Jura de Jorge Macri como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires
Jura de Jorge Macri como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires

Fuentes de Pro al tanto de las tratativas consideran que por ahora prevalece la desconfianza y los resquemores entre ambos bandos. Consideran que Marra y Casielles mostraron “los dientes” -una advertencia de que pueden ser una oposición férrea que incomode a Pro- y salieron con los “tapones de punta” porque saben que Jorge Macri lidiara con un escenario fragmentado en el parlamento a partir de marzo. En cambio, ahora el macrismo estaba un poco más holgado y tenía los 32 votos para sacar adelante los proyectos.

“Nunca hubo un compromiso de Jorge Macri para que yo sea vicepresidente primero, pero sí vocación [de diálogo]”, comentó Casielles ante la consulta de LA NACION. En esa línea interna de LLA anticipan que mantendrán una postura de oposición. Si bien cristalizaron su enojo, están dispuestos a colaborar, pero marcarán sus diferencias a futuro, sobre todo, en las políticas públicas si Jorge Macri continúa la misma senda que Larreta en términos de alianzas, carga impositiva o gasto público. Es una incógnita si habrá en los próximos meses un acercamiento para la conformación de las comisiones. “Por ahora no hay diálogo”, advierten los libertarios. ¿Jorge Macri cortó los puentes o postergó una negociación? Por el momento el jefe porteño delegó la rosca legislativa en López y Darío Nieto, flamante titular de la bancada de JxC, quien tiene llegada a la tropa liberal.

Los nexos

Otro nexo entre LLA y Pro es Ezequiel Sabor, integrante de la mesa chica de Jorge Macri, quien, en su discurso inaugural anticipó que le pedirá a Milei que cumpla con el fallo de la Corte por el recorte de coparticipación que ejecutó el kirchnerismo. “No creemos que incumpla o no reconozca la deuda”, avisan en Pro. A su vez, Jorge Macri adelantó que ya habló con el presidente electo respecto de la eventual transferencia de la terminal de Retiro o el Puerto a la órbita de la Ciudad. El prematuro rosario de pedidos de Jorge Macri a Milei, que asumirá cargado de urgencias económicas por la herencia del kirchnerismo, no cayó bien en el bloque libertario. “Ni siquiera se levantaron para aplaudir a Jorge cuando terminó el discurso”, bromeó un legislador de JxC que estuvo presente la sesión.

Pese a los tironeos, los arquitectos de Jorge Macri se esperanzan en recomponer el vínculo. Admiten la inquietud que les provocan las señales de hostilidad, pero lo asocian en parte a las presuntas diferencias entre Casielles y Marra y Karina Milei, la persona más influyente en el universo del presidente electo. Saben que, a partir de marzo, LLA tendrá un bloque de nueve legisladores, por lo que insinúan que intentarán seducir a los cuatro nuevos representantes. ¿Operadores macristas buscaron quebrar esa bancada antes de que asuman? “No tienen chance”, se jactan cerca de Marra y Casielles.

Los macristas están atentos a las diferencias entre los libertarios. Subrayan el gesto de Karina Milei de asistir a la jura como legisladora de la abogada María del Pilar Ramírez (LLA), con quien la hermana del presidente tiene un vínculo estrecho. Ramírez es esposa de Darío Wasserman, futuro vice del Banco Ciudad. Quienes frecuentan a Jorge Macri ven una chance de abrir un canal de diálogo con ese sector libertario ante los cortocircuitos con Marra y Casielles. “Hay una buena relación y ellos nos jugaron bien en la campaña, pero, más que una pelea con Jorge, es una interna con Karina”, dicen. Los libertarios, en cambio, siguen con atención los movimientos del puñado legisladores de Pro que responden a Patricia Bullrich. “El problema interno lo tienen ellos”, avisan. En el entorno de Jorge Macri relativizan los choques y aventuran que los libertarios terminarán alineándose con el correr de la gestión.

La Ciudad se convierte en una inesperada caja de resonancia de las diferencias entre el ala macrista de Pro y los libertarios en la antesala del inicio de la presidencia de Milei.


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