¿Se va o se queda? El motivo por el que Carlo Ancelotti pegaría un volantazo y no iría a dirigir a la selección de Brasil
El entrenador italiano le responderá a Real Madrid si renueve o no su vínculo. La CBF daba por descontada su llegada para la Copa América
As informó este jueves de que Carlo Ancelotti está cerca de renovar su vínculo con Real Madrid. Sin embargo, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) lleva meses diciendo que tiene todas las garantías de que el italiano será el próximo director técnico de la selección brasileña a partir de julio del 2024, cuando finalice su actual contrato con el club madrileño. En la actualidad, el puesto de la selección sudamericana es ocupado de manera part-time por Fernando Diniz, que a la vez conduce el plantel profesional del club Fluminense, campeón de la Copa Libertadores (derrotó a Boca) y subcampeón del Mundial de Clubes (cayó con Manchester City).
No es la primera vez que la prensa española especula sobre la renovación del contrato de Ancelotti con Real Madrid. Este culebrón y la duda sobre si el italiano se quedará en España o vendrá a Brasil tiene fecha de caducidad.
El 15 de enero, Ancelotti tiene que comunicarle al Real Madrid si activa o no la cláusula de renovación automática de su contrato. Dicha cláusula establece que su convenio se prorrogará un año más en la misma línea que el actual. Y eso es exactamente lo que afirma el diario As que sucederá. La publicación afirma que la renovación se anunciará tras la finalización de la Supercopa de España, el 14 de enero.
A pesar del deseo de la CBF de contar con Ancelotti, principalmente por los recientes y discretos resultados de la selección brasileña, el diario As también detalla una conversación entre el técnico italiano y su familia. Según el portal, Ancelotti dejó claro que sigue siendo muy feliz en Madrid y que si existe la única posibilidad de renovar su contrato con el club más ganador de la Champions League, firmaría sin dudarlo.
Por otro lado, la CBF siempre ha afirmado tener garantías sobre el acuerdo con Ancelotti. La verdad es que las tenía, pero ya no. Todos los contactos del entrenador eran con Ednaldo Rodrigues, que de hecho consiguió que se firmaran los papeles, pero ya no está al frente de la Confederación, luego de ser destituido por injerencia gubernamental, algo que desató un conflicto paralelo con la FIFA y la Conmebol y hasta provocó rumores sobre una eventual desafiliación de la selección y los clubes de ese país. En consecuencia, Ancelloti no tenía garantías de poder desempeñar su función en condiciones normales.
”Me enorgullece que un equipo que es uno de los mejores del mundo, como la selección brasileña, hable de mí. Es un orgullo, pero nada más. Está todo muy claro: tengo contrato hasta el 30 de junio (con Real Madrid) y hasta esa fecha no responderé a preguntas sobre mi futuro”, declaró el técnico hace unos meses.
Aunque la CBF dice tener garantías de que Ancelotti se hará cargo de la selección brasileña en junio de 2024 para la Copa América, nunca se ha hecho público ningún acuerdo entre las partes. En una rueda de prensa celebrada el mes pasado, el técnico guardó silencio sobre su futuro.
Real Madrid no quiere que haya culebrón con el técnico hasta final de temporada. Por eso, todo indica que el presidente, Florentino Pérez, buscará resolver la situación en enero y debería ofrecerle al técnico un contrato hasta el 30 de junio de 2025.
Brasil, en una posición de desventaja
Con este panorama, la CBF se encuentra en una situación de enorme desventaja en esta disputa. Para cuando Ancelotti tenga que dar su decisión al Real, la Confederación seguirá sin presidente. Es decir, alguien que pueda negociar con el italiano.
La FIFA y la Conmebol han enviado una carta a la CBF pidiendo al interventor José Perdiz que no convoque elecciones hasta la visita de las entidades, que será en la semana del 8 de enero. Y debe respetar sus deseos.
Perdiz, por su parte, ha recibido la orden judicial de no llevar a cabo este tipo de negociaciones. De él depende que la CBF siga funcionando administrativamente.
Por supuesto, Ancelotti podría no activar la cláusula de renovación y esperar a que las cosas vuelvan a su cauce en la CBF. Pero eso ni se le pasa por la cabeza a los más optimistas.