Santos descendió por primera vez de categoría en Brasil y hubo graves incidentes

Se incendiaron dos ómnibus y autos de futbolistas

Los incidentes comenzaron apenas terminó el partido contra Fortaleza (derrota 2 a 1), que significó el primer descenso de la historia del “Peixe”. Los hinchas se enfrentaron con la policía, que respondió con gases lacrimógenos. Mientras se incendiaban al menos dos micros de transporte urbano, los hinchas también arrojaron piedras y todo lo que tenían al alcance hacia al estadio. Uno de los autos afectados por el fuego pertenece al delantero colombiano Steven Mendoza, quien estuvo en el banco de suplentes durante el partido. Santos, el equipo de la leyenda Pelé y donde también surgió Neymar, sufrió el primer descenso en 111 años de historia a la segunda categoría del fútbol brasileño tras perder de local en la última fecha contra Fortaleza, con un gol del argentino Juan Martín Lucero.

De esta forma, Santos disputará el próximo año la segunda división junto a Goiás, Cortiba y América, que ceden sus lugares a los ascendidos Vitória, Juventude, Criciúma y Atlético Goianiense.

“Santos vive una madrugada de terror”, publicó el sitio deportivo de O Globo en relación a lo que ocurrió en el estadio de San Pablo. Los reportes indicaron que la Policía Militar recurrió al gas pimienta para dispersar a los simpatizantes del Peixe, que se dirigieron desde el estadio hacia la Rua Princesa Isabel. Esa calle fue aislada por la Policía Antidisturbios, pero los hinchas del equipo que perdió la categoría incrementaron los incidentes al arrojar piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad local.

A su vez, el diario Lance publicó en su crónica: “Vila Belmiro se convierte en una escenario de guerra tras el descenso”. La furia de los fanáticos tomó cuerpo en los alrededores del estadio, donde se desataron los incidentes contra los efectivos policiales. Según la información de los medios brasileños, al menos cuatro autobuses fueron incendiados y algunos automóviles en la cuadra del recinto tuvieron el mismo destino

En su primer año sin el eterno ídolo Pelé, fallecido el 29 de diciembre de 2022, Santos salió del selecto grupo de equipos grandes que nunca había descendido en la liga brasileña, un privilegio que ahora solo lo tienen Flamengo y São Paulo. A esos hay que sumarle a Cuiabá, un equipo en desarrollo y recién creado en 2021.

En una electrizante última jornada, que sacó chispas y en la que durante los noventa minutos de los partidos el descenso se lo alternaron Santos, Bahía y Vasco da Gama, el equipo del puerto paulista terminó llevándose la peor.

Vasco da Gama, del técnico argentino Ramón Ángel Díaz, venció en Río de Janeiro, por 2-1, al sorprendente Bragantino, del entrenador portugués Pedro Caixinha, que llegó a estar en la disputa del título, pero decayó en el epílogo del torneo y terminó sexto.

Mientras que Bahía, que había llegado con el descenso colgado en su cuello, goleó en Salvador, por 4-1, a Atlético Mineiro, aspirante al título, y salvó su permanencia en primera división.

Marinho, exjugador de Santos, abrió el marcador para Fortaleza, Messias empató parcialmente para los dueños de casa. En el tiempo de reposición, cuando el portero João Ricardo se había ido para el ataque en el desespero, el argentino Juan Martín Lucero anotó casi desde mitad de cancha el gol de la victoria para Fortaleza.

Tal como sucedió en su momento en Mar del Plata con el descenso de Aldosivi, cuando identificaron los autos de los jugadores, los barrabravas procedieron al incendio de vehículos y el que se llevó la peor parte fue el del colombiano John Stiven Mendoza, que quedó totalmente destruido.

El lamento de Neymar

Neymar, futbolista del Al Hilal saudí, lamentó en la noche del miércoles el descenso del Santos, el club donde arrancó su carrera, a la segunda división de la liga brasileña. “Santos siempre Santos. Volveremos a sonreír”, escribió el delantero en Instagram, en una publicación con un fondo negro y el escudo del equipo.

E exBarcelona y PSG jugó en el equipo juvenil del Santos, antes de debutar profesionalmente a los 17 años y permanecer en el club entre 2009 y 2013. Con el Santos, el delantero ganó un Copa de Brasil y una Copa Libertadores, fue nombrado Mejor Jugador de Sudamérica, y devolvió al equipo de Pelé a la primera línea del fútbol brasileño tras años de declive.

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