Osimhen justifica su Balón de Oro

El nigeriano, galardonado el pasado lunes como mejor jugador africano del año, anotó un gol y dio una asistencia a Kvaratshkelia en la victoria del Nápoles.

Ignacio Camacho
As
El Maradona vivió la primera victoria liguera en casa desde la llegada de Mazzarri, que necesitaba un impulso después de las dos derrotas seguidas ante Juventus e Inter. El triunfo sirve para enganchar al vigente campeón de la Serie A a los puestos de la zona Champions y dormir en cuarta posición a la espera de lo que hagan mañana Roma y Bolonia, sus perseguidores, que se enfrentan entre sí. Osimhen, que el lunes recibió el Balón de Oro africano, fue la gran estrella del partido anotando el primer gol de su equipo y asistiendo a Kvaratshkelia en el segundo tanto.


El Nápoles se mostró muy superior al Cagliari en la primera parte, pero fueron los visitantes los que tuvieron la ocasión más clara justo antes del descanso. Nahitan Nández se plantó en uno contra uno ante Meret, pero el portero italiano se estiró y repelió el ajustado disparo con una parada de época. Antes, en el otro área, Kvaratskhelia probó suerte desde fuera del área sin acierto y Rrahamani cabeceó al poste una falta botada por el georgiano.

En la segunda parte, empezaron a aparecer en el Maradona los fantasmas de los dos últimos pinchazos seguidos, solo que esta vez ante un rival bastante inferior como es el Cagliari de Ranieri, que pelea por no descender. Y es que desde que llegó Mazzarri a mediados de noviembre al banquillo napolitano, los azzurri solo habían logrado una victoria en Serie A ante el Atalanta (1-2). Por eso, el Nápoles pisó el acelerador y encerró a su rival en el área durante casi todo el segundo periodo. La recompensa llegó en el 68′, cuando Osimhen cabeceó un buen centro de Rui Mario desde la izquierda. El nigeriano remató fuerte al centro de la potería, donde Scuffet, portero del Cagliari, llegó a desviar el balón hacia el poste, pero después de golpear en la madera, la pelota acabó entrando.

Todo parecía encarrilado para el Nápoles, pero solo tres minutos después Luvumbo le hizo un roto a Rrahmani en el lateral del área y lanzó un centro raso que Pavoletti convirtió rápidamente en el empate. El tarro de los goles se destapó por completo. Y Oshimhen también. El delantero del Nápoles hizo una jugada en el área en la que demostró potencia y habilidad a partes iguales. Sin dejar caer la pelota, dio cuatro toques al balón para deshacerse de dos rivales y dejar un pase atrás que Kvaratshkelia no desperdició para hacer el 1-2 y certificar la victoria del Nápoles.


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