MUNDIAL DE CLUBES | URAWA 0 - M. CITY 3 / El City desafía a Fluminense

Con un gol en propia meta de Hoibraten en la primera mitad, y con dos más de autoría propia en la segunda, el Manchester City se clasificó para la final de la Copa Mundial de Clubes.

Xavi Heras

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Sin Haaland, que vio el duelo desde el banquillo junto a De Bruyne. Sin un delantero reconocible, con hasta cuatro jugadores alternando sus deberes ofensivos. Con problemas para cruzar las líneas trazadas del Urawa Red sobre el césped. Los japoneses se entregaron a la causa sin rechistar. Todos atrás. Replegados, salvo Kante, que fue náufrago en campo rival. La movilidad de Grealish, Bernardo, Foden y Nunes no sirvió para tumbar el muro rojo y los intentos desde lejos de estos dos últimos y de Rodri no pusieron en apuro alguno a Nishikawa.

Un par de errores de Stones y Ederson con la pelota en sus pies en campo propio generó dudas sobre la capacidad del City para abrir la lata. Más aún después que el Palace le empatase in extremis el pasado sábado. Pero la tímida amenaza del Urawa Red duró 45 minutos. Superada esa marca, Nunes llegó a línea de fondo después de tirar una pared con Bernardo. El portugués centró raso. Hoibraten se lanzó para interceptar el balón, pero terminó enviándolo dentro de su propia portería.

El encuentro regresó al derrotero más predecible. Kovacic marcó a los diez minutos de la reanudación aprovechando un pase medido de Walker. Nunes pudo cerrar el duelo definitivamente instantes más tarde. Solo hubo que esperar siete minutos para que el City cerrase el trámite. Akanji raseó un balón desde su campo hasta el vértice del área rival, donde Nunes caracoleó antes de disparar. Bernardo recogió el rechace y marcó gracias a un rebote en su marcador.

Guardiola realizó varias sustituciones, dando refresco a futbolistas clave y asegurándose de que los suyos mantuviesen el pie sobre el acelerador. Grealish se entretuvo demasiado superada la hora de juego y desaprovechó una buena oportunidad. Bobb y Álvarez llevaron la iniciativa durante los últimos minutos, a sabiendas que la papeleta estaba ya resuelta y su plaza en la final del viernes frente al Fluminense de Marcelo en sus manos.