Luz verde para Güler

El club confía en que pueda reaparecer el 17-D ante el Villarreal. A la cuarta puede ir la vencida. También Tchouameni apunta a retornar ese día.

Carlos Forjanes
As
La colapsada enfermería madridista comienza a desahogarse. El club y el staff técnico asisten con confianza a la buena evolución de las lesiones de Güler y Tchouameni, por lo que han trazado previsiones de que puedan reaparecer para el último partido en casa de 2023, el día 17 contra el Villarreal. Sus recuperaciones marchan a un ritmo notable y la intención es que aceleren la descongestión de la nómina de bajas (aún están por reaparecer, además de ellos, Modric, Kepa, Camavinga, Vinicius y Carvajal) que puso en jaque al equipo durante las pasadas semanas.

Si no consiguen estar disponibles para ese 17-D en el Bernabéu contra el Submarino Amarillo, en la entidad se irá con más cautela. El último partido del año es el 21 en Mendizorroza y a las 21:00 horas, con el factor climatológico en contra. Las previsiones para esa semana en Vitoria apuntan a mínimas de hasta un grado bajo cero, algo de lo que ya se quejó Ancelotti en la previa del encuentro contra el Granada. De no estar contra el Villarreal, las reapariciones del francés y el turco se aplazarían al 3 de enero, en Chamartín contra el Mallorca.

Tchouameni, en un entrenamiento con el Madrid.
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Tchouameni, en un entrenamiento con el Madrid. Tchouameni

Toda buena evolución en su proceso recuperativo es recibida con alegría en el Madrid por lo apretado del calendario pero la naturaleza de las lesiones de Tchouameni y Güler hacen que la entidad extreme al máximo las precauciones. La fractura por estrés del internacional bleu es incompatible con los atajos y en el caso de la perla otomana, el riesgo es todavía mayor porque esta será su cuarta intentona de debutar con el Madrid...

A la cuarta puede ir la vencida

A Güler se le ha atravesado ese estreno como madridista. Su deseo es lograrlo, también por el efecto simbólico, antes de que termine este 2023 en el que firmó su llegada a Chamartín. Pero la última palabra la va a tener el cuerpo médico. El club ha sido permeable en el paso a las decisiones tomadas por el joven futbolista turco, ansioso por jugar, y ahora va a ser diferente. Sus tres periodos de lesiones desde que estampó su firma (pretemporada y operación de limpieza de menisco en verano, la lesión muscular de septiembre y la actual, acaecida en noviembre) obligan al Madrid a ir con pies de plomo.

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