La inteligencia artificial se abre OnlyFans: ‘mujeres’ virtuales que ofrecen contenido erótico
La página Fanvue ofrece a sus suscriptores acceso a modelos artificiales que publican imágenes eróticas, algo duramente criticado por expertas en género e igualdad: “Son mujeres totalmente creadas al gusto de los hombres”
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Entre las principales creadoras virtuales promocionadas en Fanvue se encuentra Aitana López, más conocida como @fit_aitana. Detrás de esta modelo se encuentra The Clueless, una startup de Barcelona que busca abrirse un hueco en el mundo de las influencers virtuales.
Sus creadores, Rubén y Diana, explican a Infobae España que su idea original consistía en “crear modelos para avatares o influencers que puedan hacer estas campañas (de publicidad en redes sociales) sean menos costosas para las marcas”. Así, quieren impulsar a sus dos modelos, Maia y Aitana, hasta convertirlas en verdaderas influencers.
“El objetivo nuestro era reducir gastos a la hora de que tanto las pequeñas como grandes marcas pudiesen promocionar productos de una forma más económica. Aitana cobra unos 1.000 euros por post, mientras que una persona de la misma categoría de influencer, con unos seguidores parecidos, cobraría cinco o seis veces más”, explica Rubén a Infobae España.
El contenido erótico de la Inteligencia Artificial
Su llegada a Fanvue, confiesan, se debió a la falta de liquidez. “En ese momento no teníamos ingresos y llevábamos como cuatro o cinco meses invirtiendo. Entonces decidimos hacer esta parte suya más íntima”, relata Rubén. El contenido que sube no se aleja de lo que podría ser un calendario de Victoria’s Secret o Intimissimi, defienden: fotos en ropa interior y lencería que quizá no pasasen los filtros de Instagram, una de las redes de Aitana.
“Instagram es bastante duro no solo con desnudos, sino con todo lo que sea la mujer y poca ropa. Una mujer comiéndose un plátano tampoco lo permite”, explican. Por esta razón, decidieron “que Aitana fuera exuberante dentro de sus redes sociales, pero que tampoco se pasara”, al destinar el contenido más erótico a su cuenta de pago.
Este límite en The Clueless lo tienen claro, aunque sus seguidores no tanto. Muchos les hacen peticiones a cambio de una propina, servicio que promocionaba su cuenta hasta hace poco, pero que, aseguran, nunca ofrecieron realmente. “Es gente muy obscena. Tienen mensajes que realmente son…”, comenta Diana. “Aquí nos dedicamos a hacer modelos, no a estar en un contenido erótico todo el día”, defiende. Dejan claro que cerrarán esta actividad, en la que cuentan con unos 1.000 suscriptores, en los primeros meses de 2024.
“Fomentan el consumo sobre los cuerpos de las mujeres”
Aitana no es la única modelo virtual presente en esta plataforma o en otras similares: Aisha Escu ofrece un “santuario sensual” por cinco dólares, Chloe Johnson pide 12 por introducirse a un mundo de “elegancia y sensualidad” y Emily Pellegrini te invita a “jugar” por 4,50 dólares. Así, si los límites del contenido los marca la empresa, la experta en estudios de género Iris Cebellán Sánchez tiene claro que, en realidad, “no hay límites”.
“Este tipo de plataformas que crean mujeres hiperrealistas lo que quieren es fomentar otro tipo de consumo sobre los cuerpos de las mujeres”, denuncia a Infobae España. “Como no es una mujer (real), puedo jugar con ella sin límites (...), le puedo pedir lo que quiera, que también lo va a hacer”, reflexiona. De hecho, muchos en los comentarios celebran que no sean mujeres reales: “incluso mejor”, escriben.
“Dentro de este ideario no es solo la compra-venta, es el hecho de que no podemos acceder a las mujeres de otra forma que no sea esta, creando algo completamente irreal”, señala Cebellán Sánchez. Para ella, este tipo de modelos son “mujeres totalmente creadas al gusto de los hombres y totalmente creadas para un consumo”.
Ante los argumentos de empoderamiento de la mujer para defender este tipo de plataformas, explica que puede ser “bastante perjudicial para las niñas”, que aprenden que “la única forma de empoderarse tiene que ver con ese consumo de los cuerpos”. También para las mayores, que asocian este tipo de prácticas como “empoderamiento” o “libre elección”.