Investigan en Ecuador una celebración navideña auspiciada por una banda criminal
Durante el agasajo en un jurisdicción del litoral, los animadores agradecieron a Los Choneros por auspiciar el evento
El agasajo se realizó el 23 de diciembre, en la víspera de Navidad, en el barrio La Yolita, ubicado al sur de Daule, en la provincia de Guayas. Esta provincia es una de las cuatro señaladas por el Gobierno como problemáticas debido a la presencia de grupos criminales.
En la grabación, un hombre agradece en nombre del vencindario a los miembros de Los Choneros, los Fatales de Daule y a alias Fito por ese regalo navideño. La Subcomandancia de la Policía confirmó que está investigando el particular y busca identificar a los responsables que permitieron llevar a cabo esta celebración en una calle del barrio. Para dicho festejo, se cerró temporalmente la calle y se instaló una tarima, una carpa y equipos de amplificación.
En declaraciones a Primicias, la Subcomandancia expresó su desaprobación del evento: “Fue incorrecto haberlo permitido. En este caso todas las autoridades competentes como la Intendencia y la comisaría municipal debieron haber intervenido”.
En una entrevista con Ecuavisa, el jefe de la policía de Daule, Wellington Granda, mencionó que durante la celebración se distribuyeron juguetes y otros productos, financiados a través de extorsiones a dueños de negocios en el cantón. Granda agregó que el evento tuvo lugar cerca de la casa de uno de los líderes del grupo Los Choneros en Daule, quien actualmente está cumpliendo una condena en la Penitenciaría del Litoral.
La narcoestética y la narcocultura en Ecuador
Las bandas criminales como Los Choneros, Los Tiguerones y otros han encontrado en la música un espacio para enviar mensajes violentos, mostrar su poder, hablar de sus líderes y contraponerse al discurso oficial. Las piezas musicales de fácil acceso para todo público permiten que los miembros de los grupos de delincuencia organizada se conviertan en una especie de antihéroes y capten adeptos.
Los Tiguerones también ofrecían conciertos con Jojairo, uno de sus cantantes que fue asesinado en el 2021, además realizan agasajos navideños para los niños de Esmeraldas, según conoció Infobae a través de una fuente policial.
Este tipo de prácticas ya las realizaba Pablo Escobar en Colombia. “El Estado no te da salud no te da educación no te da nada pero entonces viene el crimen organizado y te pone un agasajo, te pone juguetes, te pone clínicas de rehabilitación –donde se esconden sus sicarios- donde también acuden jóvenes de la comunidad”, explicó Alexandra Zumárraga, ex directora nacional de Rehabilitación Social.
Renato Rivera-Rhon, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, indicó en octubre a Infobae que mediante este tipo de acciones, las bandas: “Les venden una especie de familia (a las comunidades vulnerables). Al final del día, esa familia te da, por un lado, poder a través de las armas y poder económico, que termina siendo muy atractivo en la gente de las comunidades”.
La narcocultura, entonces, puede generar expectativas, aspiraciones y deseos, según explica la investigadora América Becerra, de la Universidad Autónoma de Nayarit, en uno de sus artículos. Para Becerra: “Los elementos simbólicos contenidos en ella (narcocultura) crean representaciones e imaginarios sociales sobre el tráfico de drogas, que llegan a configurar un mundo de vida con estilos, valores y patrones de comportamiento propios, y seducen a una gran cantidad de personas al convertirse en anhelos que van desde el consumo y apropiación de los contenidos simbólicos, hasta la incorporación en actividades del narcotráfico”.