Experimento fallido en Pakistán: la lluvia artificial no rebajó los niveles tóxicos en la ciudad más contaminada del mundo
Autoridades sembraron nubes en varios puntos de Lahore considerados picos de contaminación
Por su parte, la ciudad de Karachi, capital de la provincia sureña de Sindh, ocupó el séptimo lugar en esta clasificación, con un nivel de calidad de aire catalogado de “perjudicial” por los índices de la OMS.
El alarmante deterioro en la calidad del aire que se origina cada año en Pakistán por esta época del año llevó a las autoridades a provocar lluvia artificial el sábado pasado, por primera vez en la historia del país, en las zonas de Lahore que registraban los niveles más elevados de contaminación.
Las autoridades sembraron nubes para provocar lluvias en un diámetro de 10 a 15 kilómetros de la capital de la provincia de Punjab. Como resultado de este técnica, “diez zonas de Lahore recibieron una lluvia ligera”, contó el jefe de gobierno regional Mohsin Naqvi.
De acuerdo con Naqvi, el experimento fue un “regalo” de Emiratos Árabes Unidos (EAU) que proporcionó fondos para el experimento de lluvia artificial, asimismo los productos químicos contenidos en las nubes fueron rociados con la ayuda de dos aviones de EAU. “Usaron 48 bengalas para generar la lluvia”, explicó el jefe de gobierno provincial, según el diario paquistaní Dawn.
La técnica de “siembra de nubes” ya ha sido usada en varias ocasiones por EAU para generar lluvia en las extensas zonas áridas del país.
Esta lluvia artificial es un tipo de modificación del clima que implica generalmente el despliegue de aviones para liberar una mezcla de sales en las nubes, para favorecer la condensación.
Aunque la calidad de aire mejoró ligeramente desde ese día, la concentración de partículas en una de las ciudades más grandes de Pakistán todavía supera por más de 25 veces el valor de la calidad de aire óptimo recomendado por la OMS.
Varias de las ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en Pakistán, con altos niveles de toxicidad en el aire producto de vapores de diésel, la quema estacional de cultivos y la llegada del invierno.
La contaminación del aire roba una media de cinco años de esperanza de vida a los habitantes del sur de Asia, una región que incluye a los cuatro países más contaminados del mundo y casi un cuarto de la población mundial, según el estudio Air Quality Life Index (AQLI) elaborado por la Universidad de Chicago (EEUU).