El
Frosinone se impuso en el Maradona al equipo de Mazzarri, que salió con
un once lleno de suplentes, y pasó de forma inesperada a los cuartos de
final.
As
El
Nápoles tiene mucho trabajo por delante. Desde la llegada de Mazzarri
al banquillo a mediados de noviembre, el vigente campeón de la Serie A
ha sido tan irrregular como con Rudi Garcia, cuyo trabajo había sido
espantoso. Con el italiano, los napolitanos llevaban tres victorias y
tres derrotas entre liga y Champions y este martes volvió a caer (¡y de
que manera!) en el Maradona ante el Frosinone en los octavos de final
de la Coppa (0-4). Un golpe inesperado, duro, pero que deber servir
al Nápoles para centrarse exclusivamente en sus dos objetivos
principales de los próximos meses: los octavos de final de la Champions
ante el Barça y afianzarse en los puestos europeos en la Serie A.
Mazzarri
decidió que el partido era de menos importancia que el de Serie A del
próximo sábado ante la Roma y reservó a la gran mayoría de sus titulares.
Una decisión arriesgada que tuvo al Nápoles a merced del Frosinone en
la primera parte, que no se adelantó en el marcardor porque Caso,
delantero visitante, no estuvo acertado de cara a portería. Al filo del
descanso, cuando peor lo pasaba el Nápoles, Simeone aprovechó un regalo
de Lindstrom para abrir el marcador después de regatearse al portero
Cerofellini y dejar sentado a Monterisi antes empujar la pelota al fondo
de la portería. Sin embargo, el árbitro anuló el gol porque el VAR le
indicó la existencia de una mano previa de Lindstrom al controlar el
balón. Una decisión polémica ya que el gol no se produjo en la acción
inmediata a la infracción ni la cometió el hombre que mandó el balón a
la red.
Gaetano
lanzó una falta al poste en los primeros minutos de la segunda parte y
golpe en la madera pareció despertar a un Nápoles hasta entonces dormido
y empezó a dominar el partido. Sin embargo, Mazzarri notó que a su
equipo le faltaba mordiente en los minutos finales y a la hora de juego
no dudó en dar entrada a su dúo estrella Osimhen-Kvaratshkelia. El
plan cogió más sentido aún cuando al minuto de entrar en el campo, un
córner botado por Garritano y cabeceado por Barrenechea ponía al
Frosinone por delante en el marcador. El Nápoles se volcó en busca
del empate, pero Caso, en una contra, sentenció el partido. El
descalabro total para el equipo de Mazzarri llegó en el descuento,
cuando Cheddira, de penalti, y Harraoui cerraron una goleada histórica y
sellaron la eliminación de un Nápoles que todavía tienen mucho trabajo
que hacer.