Dereck Lively: la pieza que le faltaba a Luka Doncic

El rookie protege la zona de los Mavericks, suma estadística y se hace fuerte en un sistema liderado por Doncic. El esloveno, en gran sintonía con el joven pívot.

Alberto Clemente
As
Las cosas van bien en los Mavericks. Al menos, si lo comparamos con la temporada pasada, cuando se hundieron paulatinamente hasta un final horrendo, en el que quedaron incluso fuera del play in, algo que motivó la propia franquicia para tener una adquisición alta del draft y que contrastó en demasía con las finales de Conferencia pisadas en 2022, las primeras en 11 años para los texanos. Ahora, ocupan la sexta posición del Oeste, claramente por encima del 50% (18-13), empatados virtualmente con los Kings, que son quintos (17-12) y a medio partido de los Clippers, cuartos. Más lejos quedan Nuggets, Thunder y Timberwolves, con estos últimos dominando de forma tan inopinada como merecida la clasificación, mientras toman distancia por el resto. Tras ellos, hay 9 equipos en apenas 5 victorias, algo muy semejante a lo ocurrido el curso pasado y una marejada de la que intentan salir vivos los Mavs, que de momento gozan de cierta tranquilidad a pesar de haber caído ante los Cavaliers antes de visitar Minnesota.

No está siendo una temporada precisamente brillante, pero es cierto que el equipo de Jason Kidd ha conseguido cubrir algunas de las posiciones que tenía pendiente y hacer encajar piezas de forma magistral. Se encaminan más a lo que necesitan que a lo que querían, una especie de sistema monopolizado por Luka Doncic (que lo es) y rodeado de triplistas que recordaba al de los Rockets de James Harden. Pero la pérdida de efectivos, especialmente de esos defensores que también eran capaces de lanzar desde el exterior (Dorian Finney-Smith, Reggie Bullock), obligaba a repensar el proyecto y el sistema y dar más armas al esloveno para poder producir. El fichaje a mediados de la temporada pasada de Kyrie Irving causó cierto revuelo, pero el base se ha adaptado a la perfección a Doncic este curso. Mientras que Grant Williams ha sido un win win y cumple su labor a la perfección acertando desde las esquinas y siendo un sólido defensor, un hombre que fue perdiendo protagonismo en los Celtics y lo ha recuperado en Dallas.

Las cosas funcionan. Tim Hardaway cumple su rol desde el banquillo, Derrick Jones penetra y también lanza de fuera, Josh Green y Jaden Hardy crecen, mientras que Dante Exum aparece en el momento oportuno, ante los Lakers y cuando más se le necesita. Una plantilla que no es particularmente brillante pero que se aprovecha de un Doncic celestial, de sus 50 puntos el Día de Navidad y de sus 33,5, con 8,5 rebotes y 9,5 asistencias de promedio. Pero todo ello ha tenido una mejora sustancial, la aparición en el draft de un jugador diferencial, que está permitiendo fortalecer una zona de influencia perdida por los Mavericks y que no existía desde la llegada de Doncic. Dereck Lively está demostrando ser un pívot genial, atlético y finalizador, que se hace fuerte debajo de la canasta, allá donde Kristaps Porzingis o Maxi Kleber, que juegan en posiciones más alejadas y lanzan mucho de tres, no lo consiguieron. Algo que les está dando a los Mavericks argumentos claros para competir y para no ser castigados en un lugar de la pista que, si bien no tiene la importancia de antaño en lo referente a los hombres altos, era un quebradero de cabeza... y ahora no lo es tanto.

Toda una garantía

Lively pasó una temporada por Duke antes de declararse elegible para la NBA. No tuvo mucho protagonismo en su única temporada (apenas 5 puntos y 5 rebotes por duelo), pero se atrevió a dar el salto y confió en sus posibilidades. Su implicación en los entrenamientos de la pretemporada gustó mucho en la entidad y la salida de Christian Wood (sin minutos en los Lakers) por los permanentes problemas que representaba en defensa le daba más fuerza en la rotación para un futuro a corto plazo. El pívot (de 2,16 cm), con apenas 19 años (cumplirá 20 el próximo 12 de febrero) debutó contra los Spurs con 16 puntos y 10 rebotes, convirtiéndose en el primer rookie en conseguir un doble-doble en su estreno con los Mavericks desde que un antiguo como Mark Aguirre hiciera lo propio hace mucho tiempo, allá por 1981.

Desde entonces, Lively ha ido alternando protagonismo y mostrando un nivel intermitente, pero eminentemente positivo. Lleva 5 dobles-dobles en 25 partidos, se ha establecido como el pívot titular del equipo y destaca por ser la pieza que faltaba en el ecosistema de los Mavericks. Un especialista en el rebote ofensivo y como finalizador cerca del aro, también supone un importante intimidador en defensa (1,5 tapones por partido). Su mejor partido fue ante en la derrota ante los Thunder, cuando sumó 20 tantos, 16 rebotes y 7 tapones. Roza el 75% en tiros de campo, promedia 9,2 puntos y 7,7 rebotes y sus malas actuaciones tienen la respuesta conciliadora de compañeros y rivales, sabiendo que es esencial cuidar su evolución. Un jugador atlético, con un gran poder en el salto vertical, físico y con mucho recorrido en su rol concreto, específico. ¿Lo que fue Clint Capela para esos mencionados Rockets? Veremos.

Lo que está claro de momento es que su importancia es máxima para los Mavericks, que tienen un récord de 17-8 cuando juega y un muy pobre 1-5 en su ausencia. Lively se ha ganado la titularidad a la fuerza (ha empezado de inicio en 24 de las 25 ocasiones posibles) y es el fortín en la zona que necesitaba un Jason Kidd encantado ahora con la plantilla que tiene. Eso sí, todo sigue dependiendo de manera excesiva de un Doncic omnipresente, que encadena una exhibición tras otra y que cada vez reclama más apoyos para llegar algo más lejos que a esas finales de Conferencia en la que parecieron más unos invitados que verdaderos aspirantes. Algo complejo en un mercado al que tradicionalmente no acuden agentes libres importantes ni estrellas por voluntad propia, pero que suma victorias con sensaciones ambivalentes. Esto no es como empieza... Pero está claro que algo ha cambiado en los Mavericks. Para bien, claro. Y Dereck Lively tiene algo que ver con ello. Eso seguro.


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