COP 28: Un texto que propone reducir y no eliminar los combustibles fósiles traba la negociación del documento final
En el día 13 de la cumbre de cambio climático que se realiza en Dubai los negociadores debaten contra reloj para llegar a un acuerdo. Amplio rechazo del último borrador
El texto, que debe ser firmado por consenso, debería buscar alinear las políticas mundiales para detener el calentamiento global en 1,5ºC, tal como lo establece el Acuerdo de París. Sin embargo, el borrador presentado fue abiertamente rechazado. La mayor polémica se generó en el punto de la redacción que decía: “reducir rápidamente” los combustibles fósiles.
Y que, a pesar de que los mencionó, sólo hizo hincapié en el carbón y no dio lugar ni al petróleo ni al gas. Los países insulares y los países en desarrollo sintieron que la propuesta, enviada por la presidencia a cargo de Sultan Al Jaber, del país anfitrión, era una verdadera bofetada.
“No puedo imaginar que este texto se escribiera con la intención de conseguir algo histórico, ni siquiera puedo imaginar que se escribiera para conseguir algo decente. Uno incluso supondría malas intenciones”, dijo Andreas Sieber, Director Asociado de Política Global y Campañas de 350.org, la organización internacional con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono y prevenir el cambio climático.
La cuestión radica en que la redacción respecto de la reducción de los combustibles fósiles deja abierta la puerta a las tecnologías de captura de carbono, poco probadas y la no reducción de emisiones. De hecho el texto incluye: “Acelerar las tecnologías de emisiones cero y bajas, incluidas, entre otras, las renovables, la energía nuclear, las tecnologías de reducción y eliminación, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono, y la producción de hidrógeno bajo en carbono, con el fin de intensificar los esfuerzos de sustitución de los combustibles fósiles no reducidos en los sistemas energéticos.”
La inclusión de tecnologías
Aquí los expertos responden a lo que esto significa, destacando la preocupación de que algunos actores puedan utilizar la inclusión de estas tecnologías como carta blanca para ampliar la producción de combustibles fósiles, dado que no hay restricciones en el texto.
Para Richard Black, coautor del reciente informe de la Universidad de Oxford sobre los aspectos económicos de la captura y almacenamiento de carbono indicó: “El fantasma de la ‘reducción’ planea por el momento sobre el texto final de la COP, pero la realidad es que los países que más presionan a favor de la captura de carbono están haciendo muy poco para crear la capacidad necesaria. Es necesario multiplicar por 13 la capacidad de captura y almacenamiento de carbono en tan sólo siete años, incluso en los escenarios de 1,5ºC con menor volumen de captura y almacenamiento de carbono. La realidad es que tanto los gobiernos como las empresas están mucho más dispuestos a invertir en energías renovables más electrificación limpia”.
Algunos de los problemas del texto presentado a los negociadores son:
● No hay plazos de actuación más allá de las vagas afirmaciones de mediados de siglo.
● No hay una orientación clara sobre el camino a seguir para la financiación de la adaptación.
● No se exige, pero se anima a que los compromisos nacionales determinados (NDC, en inglés) cubran todas las economías y todas las emisiones.
Recordemos que lo que salga del Balance Mundial (GST, en inglés) sentará las bases para la actualización de los compromisos de reducción de emisiones de los países en 2025, con el objetivo de aumentar la ambición climática de ellas.
“La COP se tambalea al borde del fracaso, ya que el legado que prometió dejar a los países en vías de desarrollo se ve oscurecido por un lenguaje que no aborda de forma significativa la eliminación progresiva de los combustibles fósiles”, dijo Esa Ainuu, ministra de Niue, una de las islas del Pacífico.
John Silk, ministro de las Islas Marshall fue contundente: “Las Islas Marshall no han venido aquí a firmar nuestra sentencia de muerte. Hemos venido a luchar por el 1,5ºC y por la única forma de conseguirlo: la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Lo que hemos visto hoy es inaceptable”.
“El nivel de detalle y protagonismo que le están dando al carbón no es bueno. El mensaje es simple: hay que eliminar todos los combustibles fósiles. Que le tenemos que encontrar la vuelta para que se haga de manera justa, que sea una manera financiada y como corresponde, perfecto”, explicó a la prensa, Enrique Maurtua, argentino y asesor senior de negociaciones climáticas. “Del gas y de la nafta, el texto no precisa nada.”, agregó.
Para John Kerry, enviado especial de los Estados Unidos, esta es la última COP en la que tendremos una oportunidad de ser capaces “de mantener [el objetivo de] 1,5 ºC vivo”.
Adaptación al cambio climático
Ayer también se conoció la formulación para establecer una meta global de adaptación al cambio climático. También hubo muchas observaciones. Entre ellas: El texto incluye nuevos términos como “adaptación transformadora” y “evitar la mala adaptación”, pero nadie se pone de acuerdo sobre su significado, lo que ha paralizado las negociaciones. Se considera que la redacción de los objetivos es débil; los únicos plazos claros son los de presentación de informes así como tampoco se precisan los términos de financiación.
Por ejemplo, si un país en vías de desarrollo debe ser financiado para adaptarse y adopta un plan, ¿qué sucede si se lo considera mala adaptación? ¿Se le quita el financiamiento? ¿Y quién lo decide? La decisión siempre quedará a cargo de los organismos multilaterales de crédito que están mayormente dirigidos por representantes de los países desarrollados. Para América Latina, por caso, esto resultaría muy injusto.
Por el momento, lo único positivo en esta cumbre ocurrió el primer día cuando se aprobó la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños, aunque con fondos insuficientes. Por el momento apenas supera los 700 millones de dólares, menos de un 1% de lo que se requiere para los impactos que ya causa el cambio climático.
Otro de los temas en los que hubo acuerdo fue en la designación de las próximas sedes para las cumbres: se aprobó Azerbaiyán, para la COP29 y Brasil, para la COP30.