El
Benfica necesitaba una hazaña para seguir su aventura continental en la
Europa League y lo consiguió gracias a un gran partido del argentino y
gol de Arthur Cabral en el 92′.
As
El
Benfica necesitaba una hazaña para ser tercero y seguir su aventura
continental en la Europa League. Los lisboetas debían ganar por más de
un gol de diferencia en el Red Bull Arena y lo consiguieron gracias a un
tanto en el 92′ de Arthur Cabral. Y eso que pasada la media hora,
los lisboetas parecían desistir de heroicidades en Salzburgo, pero un
gol olímpico de Di María hacía soñar ligeramente al equipo portugués.
El argentino, a pesar de su edad, está realizando una gran temporada en
el año de su regreso a Da Luz y es el clavo al que se aferró el equipo
de Schmidt. El sueño comenzó a ser profundo cuando justo antes del
descanso Rafa Silva aprovechó un asistencia al espacio del exmadridista
para cruzar el balón con su pierna derecha y meter momentáneamente al
Benfica en la Europa League. .
Al
Salzburgo la situación pareció pasarle por encima. Schlager evitó en el
51′ el tercer gol del Benfica al despejar sobre la línea una volea de
Rafa Silva, que, con toda la portería para él, remató hacia el lado del
que venía el guardameta. La parada hizo reaccionar al equipo austriaco,
que además de las orejas, ya le veía al lobo la mandíbula. La grada
del Red Bull Arena, enmudecida, respiró por fin aliviada cuando un
disparo de Sucic desde fuera del área se coló en la portería de Trubin
tras tocar en un defensor. Un gol que fue un mazazo para el Benfica, que después de haber remado a contracorriente volvía a ver lejos la orilla.
Di
María estuvo muy cerca de convertirse en el héroe absoluto a falta de
veinte minutos, pero su disparo desde el vértice del área se estrelló en
el poste después de dibujar una rosca de dibujos animados. No bajó los brazos el Benfica, que terminó el partido en el área rival en busca del milagro que llegó en el 92′. Un
balón bombeado al área lo bajó a un toque Aursnes para que Arthur
Cabral lo empujara a la red en el área pequeña y desatara la euforia en
el banquillo lisboeta a su vez que silenciaba al Red Bull Arena, que se
despide de Europa hasta la temporada que viene..