ATLÉTICO 3 - GETAFE 3 / Histórico y amargo
Griezmann logra igualar los goles de Luis (173) pero el Getafe corta la racha de victorias en casa de los rojiblancos. Marcó el francés dos y uno Morata. Mayoral, dos.
El peligro rojiblanco en el inicio lo llevó Roro, con sus carreras en la banda y un balón a la madera. El Getafe, el último en arañar puntos por allí, allá por febrero, salió sin Bordalás (en su lugar, Patri, su segundo, con un auricular) y con personalidad. Presionando arriba y Milla tejiendo juego para lanzar a los azulones a tierras de Oblak, como si Madrid siguiera siendo Bilbao. Su once, un guiño, el primero con el que el Getafe ganó fuera la 23-24, en Sevilla con un cambio obligado: Domingo por Djené lesionado.
El Atleti no se encontraba. Las rotaciones alcanzaban a Morata (Memphis titular) y Nahuel (Llorente atrás) y el Getafe llenaba de piedras su salida de balón. Latasa amenazaba de cabeza y Mata le tatuaba los tacos a De Paul en un pisotón, involuntario y naranja, después de esa primera amarilla a Savic que no era para tarjeta. Después llegó esa segunda, Memphis, fuera, el cambio de esquema del Cholo, y el gol de Grizi que hacía polvo el ladrillo de Savic.
Cinco goles en la segunda parte
Para unos futbolistas ya exhaustos, el cansancio acumulado todos estos meses, jugar 52 minutos con diez eran tres tazas. Y la locura, instaurada tras el descanso. El Getafe ambicioso llenando de hombres el área de Oblak, empujado por Greenwood que hacía y deshacía a su antojo. Oblak se quitó como pudo de encima un centro chut suyo que regresó al área para el cabeceo de Mayoral. Empate. El movimiento del Cholo fue también salvador. Morata al césped. Veinte minutos después, Llorente le ponía piernas y Álvaro la cabeza para el 2-1. Pero el Getafe seguía amenazando. Las carreras de Greenwood, un incordio. Entonces Hermoso y Damián bracearon en el área, el VAR llamó al árbitro y Morata silbó a Grizi cuando tomó el balón: te toca, la historia. Tras marcar, el francés levantó índices al cielo antes de correr al banquillo y abrazar a quien nunca dudó, a quien le ha hecho el mejor del mundo e historia rojiblanca. El Cholo, su Cholo.
No llegaría el The End, sin embargo. Óscar Rodríguez acercó y cuando el final se atisbaba, Hermoso hizo una falta a Mayoral sin balón y la jugada terminó con un pelotazo en la mano de Roro en el área. Mayoral lo lanzó. 3-3. Era el 92′ y hasta más allá del 100, los azulones empotraron al Atleti en su área. Oliendo la sangre, los nervios, el cansancio rival. Dejando su nombre en el día que la gesta de Grizi no bastó. Histórica y amarga la noche a la vez.