Adicción sexual masculina: cómo se manifiesta
La adicción sexual masculina se manifiesta cuando la persona no piensa en otra cosa que no sea en sexo. Puede perder amistades, empleos y relaciones formales por este problema, conocido como satiriasis.
McSLa satiriasis es el nombre que se le da a la adicción sexual masculina (en las mujeres se la conoce como ninfomanía). Se trata de una patología en la cual el hombre solo piensa en sexo y en ocasiones no puede realizar ninguna otra actividad. En este artículo te contamos más sobre ella.
¿Qué es la satiriasis o hipersexualidad?
La satiriasis es una necesidad incontrolable por el sexo de cualquier tipo -relaciones sexuales con otras personas, masturbación o pornografía- que se manifiesta en los hombres. Tanto la satiriasis como la ninfomanía se engloban dentro del concepto único de hipersexualidad.
No todos los psicólogos y médicos se ponen de acuerdo a qué cantidad de sexo determina una adicción. Sin embargo, se afirma que la satiriasis se hace más latente cuando la persona no puede realizar ninguna otra actividad. Ya sea solo o acompañado, el sexo es su constante pensamiento y deseo.
¿Cuáles son las causas?
No hay un consenso en las causas de la hipersexualidad. La Asociación Americana de Psicología no ha podido llegar a un acuerdo entre quienes piensan que se trata de una adicción y quienes piensan que es un sídrome.
Una teoría apunta a que se produce en la parte central del cerebro, donde se produce la dopamina que activa la sensación de placer. Estudios en animales relacionan lesiones en esta parte del cerebro con la falta de satisfacción sexual que conlleva a la búsqueda de más sexo.
Otras investigaciones, sin embargo, concluyen que la hipersexualidad esta ligada a problemas psicológicos, como familias disfuncionales, que provocan una adicción sexual.
Problemas de la adicción sexual
Dicho comportamiento suele causar un alejamiento social, es decir, que el individuo no frecuenta a sus amigos o familiares. También provoca problemas laborales o profesionales, debido a su falta de concentración, reiteradas ausencias en el trabajo o actitudes peligrosas hacia sus compañeros o clientes.
Igualmente, merece la pena destacar que la hipersexualidad, es algo ‘secreto’ u ‘oculto’ ya que la persona no lo comenta ni comparte con otras personas.
Al principio, aquellas personas que lo rodean creen que está deprimido, cansado o abrumado de tanto trabajo. Luego, cada vez lo ven menos porque se ‘refugia’ en su casa y no tiene contacto con nadie. Cuando el trastorno es realmente evidente es cuando alguien ‘descubre’ qué hace en su día a día.
La adicción sexual masculina además está caracterizada por una estimulación genital frecuente, la cual puede derivar en heridas o problemas a nivel dérmico (como enrojecimiento del pene).
Posturas sexuales para cuando ella está encima.
En el plano emocional, estas personsa pueden sentirse culpables, ansiosas o deprimidas, ya sea antes o después de consumar el sexo. Es lo mismo que sucede cuando alguien es adicto a una droga: solo encuentra tranquilidad y bienestar mientras la consume; el resto del tiempo es infeliz.
La adicción sexual masculina: no es igual que disfrutar del sexo
Muchas personas confunden la satiriasis con el placer que producen las relaciones sexuales o la autosatisfacción. Sin embargo, está incluida dentro de los trastornos obsesivos compulsivos y por lo tanto, no es posible controlarla ni encauzarla.
Esto significa que el adicto al sexo no puede desarrollar una vida normal, ya que todos sus pensamientos están dirigidos a el disfrute sexual.
Por ello no debemos confundir con llevar una vida sexual muy activa y sana. La satiriasis es algo más grave o profundo y su origen es la falta de satisfacción con uno mismo.
Una persona adicta al sexo no se siente feliz en nada de lo que hace (trabajo, pareja, etc) y necesita de ciertos estímulos para estar bien. Al principio puede encontrar ese goce en una película pornográfica y en la masturbación. Luego buscará múltiples parejas ocasionales con las cuales tener sexo y con más frecuencia de lo normal.
Pero no se detendrá allí, debido a que según pase el tiempo precisará más y más estímulos para sentirse bien. Y esa sensación será tan efímera como lo que dure el sexo. Por ello es que no habrá otro pensamiento que aparezca en su mente. Cuando no reciba placer sexual estará deprimido y ansioso… Por lo tanto buscará continuamente objetivos para poder saciar esa necesidad.
Qué hacer si se sufre de satiroisis
Es muy importante determinar en qué momento se pasa de disfrutar del sexo a ser un adicto a él. Cuánto más pase el tiempo sin aceptar que se tiene un problema, más difícil será recuperarse o sanarse. Una adicción, cualquiera sea, requiere de mucho compromiso por parte de la persona que la padece. Y también es fundamental que quienes la rodean sirvan de apoyo y contención.