Resaca emocional: cómo impacta un sentimiento intenso en la psiquis y moldea los recuerdos
Se trata de un estado de agotamiento y cansancio mental después de vivir una experiencia fuerte, ya sea positiva o negativa. Se produce a causa de la liberación de ciertas hormonas y neurotransmisores. Claves de los expertos para recuperar la calma
Alexis Alderete (MP 85367), licenciado en Psicología, egresado de la Universidad del Salvador, especialista en trastornos de ansiedad y entrenamiento en habilidades de la Fundación Foro, explicó a Infobae que la resaca emocional es un estado psicofisiológico que puede ocurrir luego de atravesar una experiencia emocional intensa o de gran estrés.
“Puede ocurrir por conflictos con otras personas, pérdidas significativas en la cual no se acepta la misma, cambios drásticos y repentinos en la vida que cuestan ser admitidos. La causa se debe al alto estrés emocional que implica enfrentarse a determinada situación y que agota los recursos de afrontamiento de las personas y luego debe tomarse un tiempo para reponerse a su vida cotidiana con total plenitud”, describió.
El reconocido psicólogo Enric Cobera afirma en su página web: “Todos sufrimos en algún momento algún acontecimiento imprevisto, una situación para la que no estábamos preparados y que puede provocarnos emociones muy intensas de miedo, enfado y tristeza, entre otras. Una vez terminado el estímulo, se terminan las emociones más intensas, pero nos queda un estado emocional que perdura hasta que finalmente superamos y asumimos la situación”.
Y agrega: “Estas emociones posteriores constituyen la resaca emocional y se almacenan en la memoria, siendo capaces de influir en la forma en la que nos enfrentamos a situaciones futuras.”
Por su parte, la doctora María Teresa Calabrese, endocrinóloga, psiquiatra y psicoanalista especializada en enfermedades psicosomáticas, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA, por sus siglas en inglés) y docente de la Universidad de Buenos Aires, señaló a Infobae que no acuerda con esa denominación ni ese diagnóstico, sin embargo, sí puede referirse a ese tipo de estado: “Es cierto que todos vivimos frecuentemente situaciones que nos despiertan emociones, positivas o negativas, y que movilizan y nos tienen alterados y en estado de ansiedad a veces durante minutos, horas o incluso días. Esto tiene que ver con nuestras experiencias previas”.
Y explicó la causa de que un evento provoque tal impacto: “En general, una situación actual que a veces parece nimia y nos pone en un estado de conmoción y consternación que nos puede durar mucho tiempo tiene que ver con qué cosas de nuestras experiencias previas tocó. Porque, habitualmente, nuestras acciones se ejecutan de manera inconsciente y tocan situaciones que están en nuestro disco rígido, en nuestra memoria remota y que a lo mejor se despertó por una situación actual. Despertó algo antiguo de nuestro pasado, cuando estábamos en un estado de indefensión, cuando éramos muy dependientes de los adultos mayores y eso a veces toca situaciones de rivalidad, odio, envidia entre hermanos, situaciones con nuestros propios padres”.
Ante esta situación la doctora recomendó tomar conciencia y “hacer una introspección, ver qué cosas de nuestro pasado puede haber tocado, qué situaciones pueden haber desencadenado esos estados emocionales que nos ponen muy afligidos”.
Cuáles son sus síntomas
El licenciado Alderete mencionó algunas manifestaciones de la resaca emocional: cansancio mental, sentirse irritable con uno mismo o con las demás personas, alteraciones en el sueño, pensamientos intrusivos sobre la situación que provocó el malestar emocional, sensación de vacío. “Algunas personas también experimentan síntomas físicos, como dolores de cabeza o contracturas musculares en alguna parte del cuerpo”, agregó el psicólogo.
¿Y qué se produce en el cuerpo cuando esas emociones fuertes nos asaltan?
La doctora Calabrese explicó: “Las hormonas y los neurotransmisores se liberan a causa de nuestras situaciones emocionales. No es que primero ocurre la liberación del neurotransmisor y después se produce el estado emocional. No, es al revés: el estado emocional hace liberar determinados neurotransmisores. Entonces, modificar esos estados emocionales va también a provocar que se modifique la liberación de esos neurotransmisores y que no se perpetúe la situación”.
De todas maneras, los síntomas de la resaca emocional pueden prolongarse unas horas después de los acontecimientos, e incluso alargarse algún día. Depende de la persona y de la intensidad y duración de las emociones que la provocaron, dicen los expertos.
Y añadió: “Es cierto que los neurotransmisores una vez liberados por los estímulos, impulsos e instintos que nos han tocado después tienen su efecto provocándonos el malestar. Somos seres psicosomáticos, entonces no es que va a haber un neurotransmisor que se libere porque sí, sino que alguna situación vivida, alguna experiencia, nos provoca la liberación de ese neurotransmisor”.
Estrategias para sobrellevar la resaca emocional
Para aliviar la resaca que produce el alcohol se suele recomendar tomar mucha agua, café fuerte y aspirinas. En el caso de la resaca emocional, el licenciado Alderete brindó la siguiente serie de consejos:
- Ser conscientes de lo que estamos atravesando. “El poder observar y etiquetar la emoción que desencadenó nuestro malestar es el primer paso para hacer lo contrario del impulso de acción que tiene cada emoción. El enojo tiene el impulso de insultar, agredir y al identificarlo podremos estar conscientes y no continuar con dicho accionar”, afirmó el psicólogo.
- Dedicar tiempo a actividades placenteras. “Acumular experiencias positivas dará como resultado la reducción de la vulnerabilidad ante la mente emocional. Debemos tratar de construir una vida que valga la pena ser vivida. Las actividades pueden ser meditación, practicar deportes o leer”, describió Alderete.
Por su parte, la doctora Calabrese destacó: “La meditación, el ejercicio físico y la buena alimentación son todas medidas paliativas que ayudan, pero para disolver esa situación es necesario conectarnos con las causas que la produjeron, qué punto de nuestra historia tocó esta situación actual y eso sí va a ayudar a disolverla”. El psicoanálisis puede ser una herramienta para lograrlo.
- Buscar ayuda de un profesional de la salud mental. “La Terapia Dialéctico Conductual brinda las herramientas y habilidades para afrontar las emociones difíciles y poder construir resiliencia, logrando una mente sabia para equilibrar el valor de la razón como de la emoción”, explicó Alderete.
Consejos preventivos
La doctora Calabrese expresó que no se puede hacer nada para evitar ser víctimas, pero recomendó: “Tratar de revisar el pasado y hacer las modificaciones necesarias para que no nos lleve nuestra mente en piloto automático a ese pasado doloroso traumático y ver que este presente no tiene nada que ver con eso, que ahora estamos en otra situación, que tenemos otras herramientas otros mecanismos de defensa y que podemos afrontar las situaciones de una manera más trófica”, indicó Calabrese.
Por su parte, el licenciado Alderete dio algunas recomendaciones para no caer en la resaca emocional:
- Aprender a gestionar las emociones. “Saber identificarlas, es decir, observarlas y describirlas. Debido a que nos motivan y nos preparan para la acción ahorrándonos tiempo ante situaciones importantes, la buena gestión de las emociones evitará la vulnerabilidad emocional, aumentando la capacidad de recuperación y reduciendo el sufrimiento cuando las emociones dolorosas nos superan”, dijo Alderete.
- Comunicación asertiva. “Saber expresar nuestras emociones puede evitarnos conflictos con otras personas y cómo afrontamos situaciones complejas”, afirmó el psicólogo.
- Desarrollar habilidades de regulación emocional. “Incorporar prácticas de autocuidado, como tener un sueño reparador y una buena alimentación nos van a ayudar para hacer frente a situaciones emocionales complejas”, recomendó el psicólogo.
Y concluyó: “Como seres emocionales, nos enfrentamos constantemente a situaciones desafiantes, hay que comprender que son parte de la riqueza de nuestra propia existencia. Observar las emociones que vamos transitando, entender su propósito y aprender a surfearlas con resiliencia nos permite no solo superar las resacas emocionales, sino también encontrar la serenidad en medio de la tormenta”.