Problemas en los Bucks: “La defensa de Lillard roza lo vergonzoso”

El inicio de temporada del equipo de Milwaukee, tras un verano lleno de movimientos, genera muchas dudas. La defensa decae y Lillard empieza a estar muy señalado.

Alberto Clemente
As
Los Bucks no están en crisis, pero tampoco para tirar cohetes. Tras un verano lleno de cambios, el inicio de la temporada NBA no está siendo especialmente fácil para ellos. Bien es cierto que están en positivo (3-2), pero han ganado un partido de milagro (el inaugural ante los Sixers, 118-117) y han caído con una muy mala imagen ante Hawks (110-127) y Raptors (130-111). Las sensaciones son malas, nadie sabe muy bien a qué quiere jugar Adrian Griffin, nuevo entrenador tras el cese de Mike Budenholzer; el nivel de Khris Middleton es una sombra de lo que fue (8,5 puntos de promedio con poco más del 40% en tiros y con la sensación constante de que sigue con problemas físicos), Damian Lillard tiene demasiado tiempo el balón en las manos y Giannis Antetokounmpo, además de no poder hacerlo todo, no está en su mejor momento, en constante adaptación a su nuevo compañero y sin producir como nos tiene acostumbrados: 24 tantos (su cifra más baja desde la 2016-17), 8,4 rebotes (lo mismo) y 3,2 asistencias, su peor registro en este aspecto desde la 2014-15, en su año sophomore.

Y, sin embargo, lo peor para los Bucks está en la defensa. reciben 118,6 puntos por noche, la cuarta peor defensa de la Conferencia Este y la sexta más mala de la NBA. Sin cohesión y la seguridad que daba Jrue Holiday, que salió en el traspaso que llevó a Damian Lillard a Milwaukee, los Bucks reciben un 49% en tiros de campo por parte de sus rivales (los séptimos por la cola en este aspecto) y están en el top ten en lo referente a porcentaje de triples (en el puesto 10) y porcentaje de tiros de 2 (sextos) por parte de sus rivales. Cifras nada buenas para un equipo que en los últimos años se ha caracterizado por ser muy físicos y atléticos, martirizar a sus rivales hasta la extenuación, proteger la zona con Giannis y Brook Lopez y rodearse de buenos exteriores que pasaban bloqueos y anulaban a los triplistas rivales. Todo eso se ha caído desde la llegada de Lillard, un problema en ese lado de la pista que nunca ha sido especialmente destacado en ese aspecto... pero que está en uno de sus peores momentos defensivos de su carrera.

Así lo ha asegurado el periodista Brad Botkin, que escribe en el portal CBS Sports. “Por el momento, sugerir que Lillard no está comprometido a jugar a la defensiva sería quedarse corto. En realidad, el tipo está jugando una de las peores defensas, de las más perezosas y rotundamente malas de su carrera... En ocasiones roza lo vergonzoso”, aseguraba el periodista, que además resalta que el sistema de cambios de Adrian Griffin no es el adecuado para la plantilla que tiene e insiste mucho en la idea de que la indolencia de Lillard en ese lado de la pista es horrible de ver. Algo que está afectando de sobremanera a los Bucks, que intentan por todos los medios emerger, pero están muy lejos de dar las sensaciones de superioridad que dan Celtics (5-0) o Sixers (4-1), equipos que son también sus teóricos rivales directos.

La realidad es que el traspaso fue una manera de jugársela. Perder a alguien como Jrue Holiday, tan fiable en los dos lados de la pista, tiene sus riesgos. Con un All Star ganas prestigio y talento, pero eso no es siempre sinónimo de anillo. Y, al perder a un jugador tan de equipos por el título como Jrue, pierdes una pieza muy importante y cambian radicalmente las dinámicas de la plantilla, tanto en pista como en los vestuarios. Una superestrella acostumbrada además a dar un pobre nivel defensivo general y que puede ser similar, por mucho que haya grandes diferencias, a bases/escoltas con carencias en ese lado de la pista y que nunca han ganado el anillo como Russell Westbrook o James Harden. La excepción son otros perfiles como Kyrie Irving, cuyo título con LeBron James se remonta a 2016; o Stephen Curry, siempre bien protegido por grandes defensores (Klay Thompson, Andre Iguodala...) en el organigrama de los Warriors, que permite que se vean muy poco las carencias y ayuda a potenciar las virtudes.

Los Bucks ahora (no les queda otra) tienen que reaccionar: se han movido siempre a favor de Giannis, que amenazaba con no renovar (el empoderamiento del jugador, que es más bien el de las estrellas) y al final lo ha acabado haciendo de forma postergada y como si le hiciera un favor a los Bucks. La llegada de Adrian Griffin contó con su beneplácito, pero algo mal tiene que haber ahí si un asistente de la talla de Terry Stotts ha puesto pies en polvorosa a las primeras de cambio. La estrella que exigía llegó con Lillard y todo lo que ello supone. Las piezas son las que son, por muchos movimientos que puedan realizarse de aquí a febrero. Pero con este nivel de Middleton y la inoperancia defensiva de Lillard, va a ser muy difícil conseguir el objetivo y reeditar el título conquistado en 2021, el primero de la franquicia en 50 años. Una espera demasiado larga que nadie quiere volver a sufrir en Milwaukee. Giannis tiene todo lo que ha pedido. Veremos si quiere todo lo que ya tiene.

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