Polémica en Brasil por la nominación de Lula a su ministro de Justicia como nuevo magistrado de la Corte Suprema
La designación de Flávio Dino ha causado controversia por su cercanía con el mandatario brasileño y por su implicación en las investigaciones contra el ex presidente Jair Bolsonaro
Gonet, fiscal de carrera y académico, deberá sustituir a Augusto Aras, nombrado por el ex presidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y a quien Lula decidió no renovar en el cargo.
Dino, antiguo senador y ex gobernador del estado de Maranhão, además de juez, reemplazará, a su vez, a la magistrada Rosa Weber, quien se jubiló en octubre.
El nombramiento de Dino ha causado polémica también para los activistas y juristas de izquierdas, que habían lanzado una campaña para pedir a Lula que nombrase para el Supremo a una mujer negra, un perfil que nunca ha estado representado en la historia centenaria de la corte.
Frente a estos reclamos, Lula afirmó que su criterio no iba a ser la raza ni el sexo y aclaró que elegiría a alguien que supiera votar “adecuadamente” sin presiones de los medios de comunicación.
Este es el segundo nombramiento que realiza Lula para el Supremo en su tercer mandato y el segundo con polémica, después de haber designado en junio pasado a Cristiano Zanin, su abogado personal, quien recibió un respaldo muy amplio en el Senado.
El presidente del Supremo, Rodrigo Pacheco, adelantó que se prevé votar los nombramientos de Dino y Gonet antes de terminar el presente año.
Polémica por designación de Zanin
La polémica se instaló en Brasil por el estrecho vínculo de Lula con su abogado Zanin. El propio mandatario había dicho en plena campaña electoral de 2022: “No quiero un amigo en ninguna institución”.
Una declaración similar hizo en el debate organizado por Folha para la segunda vuelta. “No es prudente, no es democrático que un presidente de la República quiera tener como amigos a ministros de la Corte Suprema. Creo que la Corte Suprema se tiene que elegir por competencia y currículo, no por amistad”, manifestó en ese entonces.
La cercanía de Zanin con el jefe de Estado ya había sido mencionada como una preocupación por distintos especialistas entrevistados por el periódico Folha de San Pablo en marzo pasado.
Luciana Berardi, de la comisión de derecho constitucional de la Orden de Abogados de San Pablo, manifestó: “Se desvirtúa el precepto del poder judicial de la impersonalidad, que es un principio constitucional”.
Por su parte, Rubens Glezer, profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV), dijo que el discurso de Lula sobre Zanin es ambiguo. “El presidente trata a una institución pública como un regalo. Otra interpretación es: ‘Lo voy a poner ahí porque es alguien con quien estoy absolutamente alineado y eso es lo que lo hace digno del cargo’. Esto es muy similar a Jair Bolsonaro, que deseaba en el cargo a un evangélico que pensara como él”, expresó.
Otra preocupación de los expertos tiene que ver con la “imagen” de la corte en momentos en que el Poder Judicial es blanco de desconfianza.
La politóloga María Teresa Sadek, consultada por el mismo medio, indicó: “El tribunal es sumamente relevante y tiene que transmitir la imagen de que es el garante de la Constitución, independientemente de quién lo designe y de a dónde vayan las decisiones”.
En tanto, Flávia Santiago Lima, profesora de la Facultad de Derecho de la Unversidad de Pernambuco, dijo que la facultad del Supremo de revocar leyes aprobadas por el Congreso hace que el asunto sea delicado. “La corte necesita ser impersonal y neutral porque eso es lo que la legitima”, analizó.