Oficial: Camavinga, hasta 2029

El francés amplía su contrato dos temporadas y percibe una notable mejora salarial. Pasa a tener la famosa ‘cláusula anti-jeques’: 1.000M€. El jueves, turno para Valverde.

Sergio López de Vicente
As
Camavinga no se toca. Es la conclusión de la tercera renovación que escenifica -porque acordada llevaba meses- el Real Madrid: más una cuestión de status, que de años. Blindar diamantes. Porque el francés ya tenía contrato hasta 2027 y esta ampliación sólo extiende dos, hasta 2029. Así que en ese sentido, el escenario cambia poco. Pero sí hay novedades en el salario y, sobre todo, en la cláusula. Con respecto a lo primero, percibirá una notable mejora y con lo segundo, acero: como Vinicius y Rodrygo, pasa a tener la famosa ‘anti-jeques’: 1.000M€. Un antirrobos. Camavinga quería quedarse y se queda. Jugará en el Madrid, mínimo, hasta los 26 años.

Camavinga y Florentino firman el nuevo contrato, hasta 2029.
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Camavinga y Florentino firman el nuevo contrato, hasta 2029.Real Madrid

El ‘comodín’ que llegó el último día de mercado (un 31 de agosto). Tenía sólo 18 años y costó 30 millones (más 15 en variables), procedente del Rennes, en cuya cantera creció hasta llegar al primer equipo. ‘A lo Mbappé', rechazó renovar, lo que abrió la posibilidad de salir traspasado cuando le quedase un año. Y apareció el Madrid. Una operación con vistas de futuro que tardó en despegar. En su primer año sólo jugó un partido completo en toda la primera vuelta. Pese a ello y a seguir en la dinámica de la Sub-21 con Francia, fue al Mundial de Qatar (“a las 19:58 ya estaba sentado ante el televisor -la lista se daba a las 20:30-. Yo confiaba y cuando apareció mi nombre... qué felicidad”, esboza). Ahí, le cambió la vida.

“¿Suplente de lujo? No...”

Porque regresó otro jugador. Uno más descarado, más maduro. Con pecados de juventud en forma de ímpetu descontrolado (demasiadas faltas, demasiadas amarillas). Poco a poco fue corrigiéndolo, acabando su primer año con 40 partidos y un soberbio tramo final, clave en las eliminatorias de la Decimocuarta. “No quiero ser un suplente de lujo toda mi vida, pero todo tiene su proceso y, ahora, tengo mucha gente delante. Aprender y esperar. Llegará mi momento”, declaró. Y llegó.

Fue la temporada pasada, cuando dio un paso al frente. O mejor dicho, un salto: disputó 59 partidos, el que más de toda la plantilla (por delante de Rodrygo, con 57 y Valverde, 56). Sólo se quedó sin jugar una jornada de Liga (y porque cumplió ciclo de amarillas) y uno de Champions (el último de la fase de grupos, sin nada en juego contra el Celtic). Camavinga se volvió inevitable. Y omnipresente. Empezó jugando como volante, poco después se descubrió como un mejor pivote y para subir la apuesta, despertó un notable lateral izquierdo (“no me gusta jugar ahí... ¡Pero a veces hay que hacerlo!”). Tal es la confianza de Ancelotti en él, que le fio la banda en la última final de Copa, la eliminatoria de Champions ante el City y el Clásico de Montjuïc, por ejemplo. Solución a todo.

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Campeón de todo

Llegó por 30 millones, el año pasado estaba tasado en 60 y ahora, en 90. Una progresión que ilusiona en Chamartín. Un jugador jovencísimo que va a más. Camavinga cumplirá 21 años este viernes y, a esa edad, ya puede decir que ha ganado todos los títulos posibles a nivel de clubes: una Champions, una Liga, una Copa, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes. Sí tiene la espinita de Francia, con la que ya es indiscutible y a punto estuvo de ser campeón del Mundo (perdió la final, por penaltis, contra Argentina). Irá a la Eurocopa de este verano, sueño gigante. Como jugar en el Madrid, algo que hará, mínimo, hasta 2029. El próximo será Fede Valverde: el acto será el jueves. El futuro está atado y más que atado en el Bernabéu.


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