Lunin amenaza a Kepa
El ucranio instala un debate con sus actuaciones y sus estadísticas, superiores a las de Kepa. Pero Ancelotti lo zanja: ante el Granada cuenta con el vasco en el once.
Ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla, la actuación de Lunin volvió a justificar que exista debate en la portería del Real Madrid. Le sacó una mano espectacular a Roger, que ya se celebraba como el empate a uno y en total firmó cuatro paradas y 12 recuperaciones, el que más del Real Madrid. Intervino 41 veces en el juego y firmó un meritorio 76% en pases, demostrando cómo ha evolucionado en el juego con los pies. Kepa está a punto de regresar, para la visita del Nápoles parece que no le va a dar, pero sí que estará ante el Granada el sábado próximo, en el Bernabéu. Un retorno ante el que existe discrepancia de opiniones, en el seno del club blanco y en la grada.
Porque Kepa estaba firmando una temporada correcta, aunque sin grandes alardes: hasta la lesión acumulaba 10 goles encajados en 13 partidos y seis porterías a cero, ofreciendo un rendimiento mejor en Liga que en Champions. Sin embargo, las mayores dudas las había generado en forma de sensaciones, relativas sobre todo a su juego por alto, o más concretamente, a su ausencia de autoridad en ese tipo de acciones. Lunin, pese a ser solo tres centímetros más alto que el vasco (191 contra 188), se muestra mucho más autoritario en los esféricos que sobrevuelan su área.
Es solo un aspecto más de una cascada de estadísticas en la que Lunin, hoy por hoy, supera a Kepa: su porcentaje de paradas es mayor (90%; 19 en 21 tiros) que el del vasco (76%, 31 en 41 disparos), ha atrapado más balones pese a jugar menos (seis en 450 minutos; Kepa, cuatro en 1.170′), ha parado el único penalti que le lanzaron (el de Ondarroa lo encajó) y deja la portería a cero en el 60% de los casos (tres en cinco partidos; Kepa, 6 en 13, algo menos del 50%). Son, en cualquier caso, números notables en ambos casos, que revelan que al Madrid, de momento, no le ha penalizado tanto la ausencia prolongada del que venía siendo el mejor portero del mundo como es Thibaut Courtois.
Lunin afrontó un verano complicado, en el que todas las señales le decían que tenía que dejar el Madrid: su contrato acaba en junio de 2024 y se le comunicó que no contaba y que lo mejor que podía hacer era buscar destino. Para colmo, en la pretemporada protagonizó una fea discusión durante el stage en Los Ángeles con Luis Llopis, el entrenador de porteros blanco. Al mismo tiempo, el Madrid se reunió con el Getafe para intentar firmar a David Soria, pero la negativa del ucranio a salir cerró el paso al madrileño. Y cuando llegó la lesión de Courtois, vio cómo el club blanco se abalanzaba sobre la cesión de Kepa, síntoma inequívoco de esa falta de fe en él que, justo es decirlo, le habían hecho saber desde junio, con tiempo para buscarse un equipo que le garantizase minutos.
Ancelotti lo zanja: “Si está, juega Kepa”
Pero la autoconfianza que Lunin se tiene está por encima de todo eso. “Él trabaja duro para ser el número uno del mejor equipo del mundo, del Real Madrid. Se esfuerza para que esta temporada sea mejor que la anterior”, contaban en verano a AS fuentes de su entorno. Y la realidad es que esa evolución, curso a curso, existe: en la 2020-21, la primera para él en la plantilla, jugó un único partido (la eliminación copera en casa del Alcoyano) y recibió dos goles; en la 2021-22 fueron cuatro encuentros los que jugó, dos en Copa y dos con la Liga ya ganada, y recibió cuatro goles, sin porterías a cero; en la 2022-23, gracias a las lesiones de Courtois, disputó 12 partidos, con 13 goles recibidos y cuatro porterías sin encajar; y en este curso ya suma tres metas sin mancha en apenas cinco encuentros.
La pregunta ahora es: ¿le dejará Ancelotti que siga engordando esas estadísticas que hablan de un portero prometedor para la élite, con apenas 24 años? Y la respuesta es tajante: no. No es opinión, es información, la que dio Ancelotti en la rueda de prensa posterior al triunfo en Cádiz, en el que Lunin, además, se dio el gusto de someter al equipo de Sergio González, a cuyas órdenes estuvo medio año en el Valladolid, durante una de sus cesiones nada más fichar por el Madrid, y que no le dio bola ninguna en beneficio de Masip. Carletto fue tajante al ser preguntado por si esta situación le pone en un bendito aprieto: “Lo importante es que Lunin ha estado listo cuando se ha lesionado Kepa y lo ha hecho bien. Pero yo creo que Kepa va a volver para el partido contra el Granada y si está listo para ese partido, Kepa va a jugar”.
El pasado verano el propio Ancelotti le transmitió a Lunin su postura, pero se encontró con la persistencia del ucranio en quedarse en el Madrid, hasta el punto de que el italiano prácticamente no le ha regalado ni un elogio tras sus buenas actuaciones. Ahora, Lunin le abre de par en par un debate ante el que solo le falta la participación de otro actor habitual, uno importantísimo: el público del Bernabéu, que este miércoles tendrá ocasión de pronunciarse en el duelo ante el Nápoles.