Las tropas ucranianas avanzan en la margen izquierda del río Dnieper y Rusia ataca en el este
Mientras tanto, se recrudecen los combates en el frente oriental, donde las fuerzas rusas no cejan en intentar cercar Avdivka
Más al este, en la misma margen del río, a unos dos kilómetros de la orilla, efectivos ucranianos se han hecho fuertes junto a la localidad de Krinki, según los datos de los expertos del ISW.
Con esta acciones, los militares ucranianos buscan alejar las artillería rusa de la orilla del Dnieper, ya que desde allí golpea incluso con fuego de morteros la ciudad de Kherson, la capital de la región homónima, que el Ejército de Ucrania recuperó hace un año, tras la retirada de las fuerzas rusas.
El agravamiento de la situación en la región de Kherson fue confirmado de hecho por el gobernador regional puesto por Rusia, Vladímir Saldo, quien ordenó hoy extender el horario del toque de queda implantado en noviembre del año pasado.
A partir de mañana martes el toque regirá entre las 20.00 y las 06.00 horas locales, cuando hasta hoy se extendía desde las 23.00 hasta las 05.00 horas.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, en la pasada jornada sus tropas rechazaron cinco intentos de las fuerzas ucranianas de desembarcar en la margen derecha del Dnieper en la región de Kherson.
En el frente este, las fuerzas rusas, con el apoyo de la aviación prosiguen los intentos de cercar Avdivka, ciudad situada apenas a diez kilómetros de Donetsk, la capital de la región homónima, en poder de los separatista prorrusos desde 2014.
"Los soldados ucranianos mantienen firmemente las líneas defensiva e infligen bajas significativas al enemigo", aseguró hoy en un comunicado el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Pese a que desde hace varias semanas las tropas rusas intentan cerrar el cerco de Avdivka, todos sus esfuerzos por cortar el corredor de poco más de diez kilómetros de ancho por el que se abastecen sus defensores han sido infructuosos.
La inteligencia militar ucraniana (GUR) advirtió hoy de que Rusia está esperando a que llegue el invierno y las temperaturas desciendan por debajo de los cero grados para lanzar una nueva campaña de bombardeos masivos contra el sistema energético de Ucrania.
"Lo más probable es que comiencen cuando haya una mayor carga sobre nuestro sistema energético, lo que crea condiciones más favorables para los ataques", declaró hoy el general Vadim Skibitski, uno de los máximos responsables del GUR.
Según una estimación publicada hoy por el GUR, Rusia cuenta en estos momentos con 870 misiles de alta precisión.
Gracias a los envíos de sus socios occidentales, Ucrania cuenta ahora con muchas más defensas antiaéreas que cuando Rusia atacó por primera vez su sistema energético en otoño del año pasado. Sin embargo, muchas zonas del país siguen siendo vulnerables al arsenal de misiles y drones rusos.
“Nos estamos preparando para el peor invierno de la historia. Así que haremos la vista gorda si no recibimos los (misiles de crucero alemanes) Taurus, pero obtenemos sistemas de defensa aérea”, afirmó el ministro de Asunto Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba, en declaraciones al medio alemán Welt.