Islandia, en vilo ante una nueva erupción volcánica
Los científicos advierten de una cantidad de magma “significativamente mayor”. Se prevé que el volcán permanezca activo durante otros 200 años.
800 terremotos en catorce horas
Entre la medianoche y las 14:00, hora local del viernes, se notificaron unos 800 temblores en la zona, lo que acabó motivando que la autoridad encargada de la Protección Civil islandesa declarara la situación de emergencia. Hasta el momento, 4.000 personas han sido evacuadas de la ciudad de Grindavik. Según fuentes oficiales: “la probabilidad de una erupción volcánica en un futuro próximo es altamente probable”. Teniendo en cuenta las anteriores erupciones del Fagradalsfjall, se estima que el magma tardará aún algunos días -en lugar de horas, como se temió en algunos momentos- en llegar a la superficie.
Un volcán cada tres mil personas
Islandia, conocida como “la isla de los volcanes” se asienta sobre una gran falla tectónica; emplazada en este “problemático” punto, cada extremo de la isla es empujado cada año hacia una dirección diferente, lo que provoca que la isla se “estire” y crezca dos centímetros cada año. Su formación también está ligada a las diversas erupciones de volcanes submarinos que se dan en el hueco que se forma entre las placas. En la actualidad la isla alberga 32 volcanes activos y cuenta con un volcán por cada 3.000 personas.
Un historial preocupante
La erupción volcánica más sonada de los últimos años tuvo lugar precisamente en Islandia, cuando la erupción del Eyjafjallajökull provocó una gigantesca nube de ceniza que se extendió por un área de miles de kilómetros cuadrados a lo largo de todo el norte de Europa, provocando que se cancelaran 17.000 vuelos y se cerraran varios aeropuertos. Islandia, que durante los últimos 500 años ha producido un tercio de la producción global de lava, materia prima de difícil exportación, fue víctima en 1783 de la segunda explosión volcánica más letal de la historia, cuando el volcán Laki acabó con la vida de 9000 islandeses y la mitad de la fauna agrícola de la isla. Pero no solo Islandia se vio afectada, la nube tóxica de ceniza y los efectos que esta tuvo sobre la agricultura provocaron más de 20.000 muertes a lo largo del verano en Reino Unido
Los ciudadanos islandeses no pueden hacer nada más que esperar en un lugar seguro y observar cuáles serán esta vez los efectos de una de las fuerzas más destructoras, imparables e impredecibles de la naturaleza. En los últimos 3000 años la actividad volcánica del Fagradalsfjall se ha caracterizado por períodos eruptivos de una duración de 200 a 300 años, por lo que es probable que las evacuaciones en la zona se vuelvan rutinarias durante los próximos dos siglos.