GRUPO H | SHAKHTAR 1 - BARCELONA 0 / La herida sigue abierta

El Barcelona sigue sin aprobar la asignatura europea. Cayó ante el Shakhtar en un partido en el que apenas creó peligro.

Santi Giménez
As
El Barcelona sigue guardando en el armario todos sus fantasmas después de caer en Hamburgo ante el Shakhtar Donetsk por 1-0. Lo peor no fue el resultado, que es pésimo pero solucionable y que no rompe nada de forma definitiva, pero denota que la herida europea sigue abierta. Lo peor fue constatar que el Barcelona no mejora respecto a lo que se esperaba. Un único disparo de Gavi entre los tres palos fue el único bagaje ofensivo de un equipo que quería recuperar sensaciones en Europa y superar un trauma, pero que se dio de bruces ante la realidad de un equipo gripado y al que no se le encuentran soluciones.

Xavi explicó en la previa que esperaba que el partido contra el Shakhtar tenía que ser un punto de inflexión en cuanto a recuperar sensaciones en el juego y, a malas, por lo menos arrancar un empate guarro que sirviera para poder alcanzar los octavos de final.

Pero la puesta en escena del equipo barcelonista fue más de lo mismo respecto a la decadencia de los últimos partidos del equipo blaugrana. Con la diferencia de que el conjunto ucraniano no tiene, ni de lejos, la calidad de la Real Sociedad.

Los cambios que realizó Xavi para tratar de sacudir al equipo y buscar una reacción no dieron resultado. La entrada de Ferran Torres resultó inane, Oriol Romeu tampoco aprovechó la nueva oportunidad que le brindaron y Marcos Alonso no mejoró en nada a Balde (que ya es difícil) ni Christensen dio mejor salida de balón que Koundé. Lewandowski siguió en la línea de las últimas semanas persiguiendo balones sin sentido.

Lo que se mantenía firme eran las última bases que sostienen al equipo blaugrana: Ter Stegen y Araújo. Aguantaban al equipo en una primera parte en la que los barcelonistas apenas dieron noticias en ataque.

El Shakhtar tampoco es que agobiara mucho al Barcelona, pero con la pelota daban mejor sensación los ucranianos que los barcelonistas, vestidos de blanco. La prueba definitiva de que el equipo de Pusic dominaba el partido mientras que el de Xavi perseguía sombras fue la jugada del 1-0 a favor de los locales.

Minuto 40 de partido y el Shakhtar saca la pelota desde el portero y la toca durante 27 pases seguidos mientras los jugadores del equipo catalán no llegaban a ni una presión a tiempo durante 1′15″ de elaboración de jugada que acabó con un remate de Sikan que Ter Stegen vio pasar como las vacas al tren. No fue culpa del portero alemán, pero podía hacer más.

En la segunda parte, el panorama siguió más o menos igual. El Barcelona seguía sin chutar en los tres palos, mientras que Ter Stegen tenía que soportar los sustos de Gocholeihvili y de Zubkov. Las medidas a tomar era urgentes y Xavi sacó a jugar a Balde, João Félix, Lamine y Pedri.

El Barça mejoró porque Lamine Yamal es un tesoro, pero sigue teniendo 16 años, mientras que otros jugadores como Lewandowski continuaban penando sobre el terreno de juego.

Lamine Yamal se convirtió en el faro del Barcelona en ataque ante un Shakhtar que pasó a defenderse con la fuerza de la gente que les apoyaba desde la grada. Jugaban por una causa y eso superaba a un Barcelona que amenazaba, pero que no pegaba. Los de Xavi no acababan ni una jugada en ataque, el Shakhtar se defendía y cuando salía en contragolpe, marcaba un segundo gol obra de Newerton, pero en fuera de juego.

Mientras, el Barça seguía estrellándose. Europa no fue una solución, fue una depresión y la herida continental sigue abierta.

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