EUROPA LEAGUE (B) | O. MARSELLA 4 - AJAX 3 Pletórico Aubameyang

Un hat-trick del gabonés, dos de penalti, le dio la victoria al Marsella en el descuento ante el Ajax, 4-3, en un partido marcado por errores infantiles.

Andrés Onrubia
As
En el alambre, en un partido repleto de errores infantiles, sobre todo en defensa, el Olympique de Marsella de Gennaro Gattuso certificó la clasificación a los dieciseisavos de final de la Europa League contra el Ajax. En un partido con siete goles, que acabó 4-3 para el equipo francés, un pletórico Aubameyang, que anotó un hat-trick, el segundo después de una chilena impoluta, lideró una victoria que le da alas a un equipo que sigue viviendo al límite, con errores defensivos muy preocupantes y que en la Europa League, en la que se jugará en Inglaterra contra el Brighton el pase a los octavos, consigue sobrevivir en escenarios dramáticos.

El partido en el Vélodrome no decepcionó, pero por el flojo nivel de las defensas. En Ámsterdam, el resultado fue de 3-3 y tanto Marsella como Ajax quisieron emular aquel festival de goles con continuos errores no forzados en la zaga. Los de Gattuso comenzaron mandando con un gol de Aubameyang de un dudoso penalti sobre Ismaïla Sarr, pero Brobbey, que al espacio es un felino, empató la contienda cuando ni siquiera se había digerido el tanto del gabonés.

El conjunto marsellés, inmerso en una crisis de resultados en la Ligue 1, no supo nunca controlar el encuentro. De hecho, Brobbey se hartó a encontrar espacios, forzando una intervención providencial de Pau López que habría sido el 1-2 de los neerlandeses. Dos minutos después, en un córner botado por Clauss, Mbemba, aprovechando la zozobra defensiva del equipo de Ámsterdam, volvía a poner por delante al OM.

Como en el 1-0, el júbilo fue efímero, instantáneo. El Ajax necesitó poco, muy poco, para volver a empatar el partido, después de una transición bien tejida en la banda derecha que volvió a aprovechar el omnipresente Brobbey. Mbemba y Gigot, los dos centrales del Marsella, acabaron agonizando ante la velocidad supersónica del atacante. El primer tiempo, en definitiva, fue una concatenación de errores en el que cualquiera de los dos equipos se pudo ir por delante en el marcador.

Si el primer tiempo no decepcionó, el segundo fue todavía más dramático. El Marsella volvió a salir con ahínco, lanzado a por la victoria, como clama su lema, “directo al gol”. Aubameyang, criticado por su falta de gol, se inventó una chilena milagrosa, de esas que no esperas, pero que cuando impactan con la bota, el estruendo y la violencia a la que golpea con el empeine hacen imparable el disparo. El Vélodrome entró en plena ebullición, máxime tras la expulsión de Berghuis, que entró a la altura de la rodilla a Correa y el árbitro lo expulsó tras consultarlo con el VAR.

Al partido le faltaba un toque de delirio, un estruendo, un giro de acontecimientos para completar una actuación irrisoria en las defensas de ambos equipos. Otro centro lateral, mal defendido por el Marsella, se convirtió en el 3-3 del Ajax. Akpom remató a placer en el segundo palo y el partido entraba en otra dimensión.

Sin saber ni cómo, ni por qué, el Marsella se llevó el partido en un final absurdo. El guardameta del Ajax, Ramaj, midió mal un centro que se iba fuera, y cuando intentó atrapar la pelota, arrolló a Ismaïla Sarr. Penalti. Aubameyang no perdonó desde los once metros y consumó la clasificación a los dieciseisavos de final del OM, que se jugará contra el Brighton, en la última jornada, el liderato de grupo.

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