El banquillo blanco está seco
Ningún suplente ha entrado y marcado para el Madrid esta temporada. Ancelotti ha hecho 65 sustituciones durante esta temporada... sin gol.
La pólvora de Joselu no está siendo la misma cuando no parte desde el inicio. Sus cinco dianas han venido en sus ocho titularidades. Necesita trabajarse los partidos: sólo uno de esos tantos del gallego fue en la primera parte (el 0-1 en Montilivi). El resto de goles fueron de titulares habituales (Vinicius, tres; Rodrygo, dos, y uno de Tchouameni, Valverde y Carvajal) y el único no habitual en el once que sí se estrenó. Fue Brahim, el 1-0 a Las Palmas en su única titularidad para dar descanso a Bellingham. El malagueño tiene coartada. Obviando aquel día, sólo ha dispuesto de 61 minutos más ingresando desde el banquillo. En su última presencia, en el Pizjuán, cuando se mostró el cartelón con su dorsal, el marcador indicaba el minuto 88...
Rodrygo, agita pero no culmina
Lo más preocupante para los intereses del Real Madrid es que en otras ocasiones no han sido necesarios esos goles extra para canjearlos por puntos. Pero ayer, sí era uno de esos días de necesidad. Y cuando Rodrygo salió para agitar la coctelera como el año de la Decimocuarta tampoco logró dar con la mezcla perfecta. Aunque tuvo un disparo en el 71′ y un remate de tacón en el descuendo para casi romper la sequía que persigue a los recambios madridistas. El 11 madridista produjo sin descanso, una amarilla provocada a Kike Pérez por aquí, un córner en el minuto 85 por allá, pero ni él culminó ni el resto aprovecharon sus esfuerzos. Golus interruptus.
Unas apreturas que impidieron darle descanso al maltrecho hombro izquierdo de Bellingham y mantener el mayor tiempo posible en el campo a Camavinga pese a la brecha que le dificultaba la visión. El Madrid sufre para cambiar el panorama goleador si no lo dibuja Bellingham y el equipo en Liga lo acusa. Termina la jornada 12 siendo el cuarto equipo más goleador de Primera (23) por detrás de Barça (24), Atlético (26) y Girona (29) y perdiendo el coliderato. Jude no puede con todo.