Ecuador se cobra revancha y hunde más a Chile en Quito

La Roja cierra un año para el olvido: lleva tres partidos sin anotar, suma cinco puntos de 18 posibles y la suerte tampoco acompaña. El Mundial cada vez más lejos.

Italo Morales

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Desde que Chile decidió denunciar a Ecuador en un tribunal para llegar al Mundial 2022 por escritorio, sin ningún merecimiento deportivo, Ecuador preparó su revancha. Su primer triunfo fue estar en Qatar. El segundo llegó esta noche. En una actuación sin grandes luces, pero demostrando la distancia que existe hoy entre las dos selecciones, se impuso 1-0 y profundizó la crisis de su nuevo enemigo.

La ruta de la Roja en las Eliminatorias 2026 se podría resumir como la búsqueda desesperada por demostrar, en cada partido, que la historia puede ser peor que el anterior. El ritual siempre es el mismo: comenzamos el día con la ilusión intacta y el deseo silencioso que llegue el momento de que las cosas cambien, pero basta que inicie el encuentro para confirmar que la selección que alguna vez tuvimos ya no existe. Que no lo supimos identificar a tiempo.

Ya sin Eduardo Berizzo en la banca y con Nicolás Córdova como responsable de apagar el incendio, Chile salió a la cancha con la historia en contra y en inferioridad respecto al nivel de su rival. Lo respetó desde el primer minuto, le cedió la pelota e intentó mantener la concentración. El plan duró 20 minutos. Una pésima salida desde el fondo, un disparo frontal de Kendry Páez y un despeje corto de Brayán Cortés acabaron con el primer capítulo. Ángel Mena apareció solo en el área, tomó el rebote y convirtió el 1-0.

Pese a las ganas del público local de pasarle por encima a la Roja, el rival más odiado de Sudamérica, la selección local mantuvo la calma y casi no atacó después de la primera jugada. El problema es que a Chile no le duraba la pelota, y de no ser por un par de interacciones de Alexis Sánchez (en otro bajo partido), quemaba en los pies del resto. Un tiro libre a la barrera del jugador del Inter fue la gran oportunidad desperdiciada. El resto: pases imprecisos, correr detrás del rival y temor. Mucho temor.

El mejor momento de Chile

Córdova movió el banco en el segundo tiempo y envió a Brereton y Dávila a la cancha. Ecuador lo aprovechó primero. Dobló el ataque por la banda derecha con Mena como agente más peligroso, y tuvo en los pies de Caicedo la oportunidad del 2-0. La buena noticia es que La Roja resistió los minutos más difíciles y luego, a medida que avanzaron los minutos, se acercó un poco más al área rival. La más clara fue de Víctor Dávila, quien tuvo todo para definir frente al arco y optó por lo que hacen todos: pasarle la responsabilidad a Alexis.

Pese a la opción desperdiciada, Chile siguió insistiendo y estuvo muy cerca de arruinarle la fiesta a los locales. Mientras el público pifiaba la disposición de Félix Sánchez, un cabezazo al palo de Ben Brereton, un rebote de Alexis Sánchez y un disparo de distancia de Dávila dejaron en silencio en Quito, pero no alcanzaron para cambiar otra triste jornada.