CLASIF. EURO 2024 (H) | ESLOVENIA 2-KAZAJISTÁN 1 / Eslovenia se mete en la Eurocopa
Eslovenia vence a Kazajistán y jugará su primera fase final desde el Mundial 2010. Los balcánicos pasan apuros en Liubliana, pero mandan los goles de Sesko y Verbic.
“Cuando era pequeño vi a Eslovenia en la Euro 2000, el Mundial 2002, y ya más tarde en el de 2010.
Y cuando ves lo feliz que estaba la gente... Me encantaría traer esa
felicidad al país. Jugar un Mundial o una Eurocopa es un sueño de
infancia que querría cumplir”, dijo Oblak cuando empezó el camino hacia
la Eurocopa. Los balcánicos nunca parten entre los favoritos en estas
rondas y varias veces se habían quedado a las puertas. Esta vez, jornada
a jornada, Eslovenia vio el objetivo cada vez más factible y al
final ha quedado igualado en cabeza con Dinamarca y por delante de
Kazajistán y Finlandia, además de ser el equipo menos goleado del grupo
H, 9 tantos en 10 partidos se ha llevado Oblak.
Verbic desató la locura
No fue el partido en el que el portero del Atleti se ha visto más exigido, pero se hizo gigante en los momentos decisivos. En el minuto 37, aún con 0-0, el atlético sacó una gran mano abajo a un remate de Beysebekov. En la siguiente jugada, Stojanovic provocó un penalti de Vorogovskiy, pitado por Marciniak tras la llamada del VAR. Sesko, el otro pilar de Eslovenia, lo transformó en gol con frialdad. El descanso invitaba a pensar en que lo más difícil estaba hecho, pero a la vuelta llegó el jarro de agua fría.
Una acción muy mal defendida terminó en el 1-1. Samodorov levantó la cabeza en la banda derecha y vio solo, sin nadie alrededor, a Orazov, que fusiló a bocajarro a Oblak. Las cuentas seguían saliendo, pero Kazajistán quedaba a un solo tanto de su propia alegría histórica. No amenazó demasiado el equipo kazajo, pero el runrún estaba ahí, sobre todo en cada balón parado que acababa colgado al área de Oblak. El miedo se disipó cuando Verbic agarró un balón en el lateral del área y soltó un derechazo al palo más lejano de Shatskiy. Toda Eslovenia rugió. La noche de Liubliana acabó con fuegos artificiales y la celebración de otro éxito deportivo de un país que ahora saca pecho también con Oblak y los suyos.