CLASIF. EURO 2024 (A) | CHIPRE 1 - ESPAÑA 3 / España, más cerca del premio
Los goles de Lamine, Oyarzabal y Joselu dan el liderato a España y acercan la condición de cabeza de serie en el sorteo. El de la Real se lesionó. Grimaldo, Riquelme y Aleix García debutan.
España solo necesitó cinco minutos para dar con la contraseña con la que abrir la caja fuerte chipriota. Fue en el primer ataque medianamente ordenado, una ofensiva que nació por el centro (Gavi), viró a la izquierda y finalizó en la derecha, donde apareció ese chaval con pisada de cristal pero letal en sus definiciones. Su nombre, Lamine Yamal. El azulgrana recibió el balón, hizo un primer recorte con el que mandó al guardameta Mall a por tabaco y un segundo en el que fue Laifis quien voló sobre el césped. ¿Resultado? Balón en su pierna izquierda, que es la que duele a los rivales, y remate junto al palo para delirio de aquellos españoles que se hacían oír en el Limassol Arena.
Lamine se había ganado el derecho a estar en un once titular que deparaba nueve cambios respecto al que cerró la ventana de octubre con el 0-1 en Noruega. En esta ocasión, el refranero del fútbol quedó hecho trizas. Ya saben, aquel que repiten entrenadores de aquí y de allá, ese que sentencia en cada rueda de prensa que “todos los convocados pueden ser titulares”. En esta ocasión y sin que sirva de precedente, ocurrió. Porque Raya, Grimaldo, Zubimendi, Lamine o Joselu movieron el tablero pese a que España no podía cometer ningún desliz en Chipre. Era netamente superior, sí, pero lo que estaba en juego era sumar los tres puntos y el mayor número de goles para acariciar la condición de cabeza de serie en el sorteo de la Eurocopa.
De la Fuente era valiente, llevaba sangre fresca al once, continuaba con ese castin que no tiene otro propósito que llegar a la Eurocopa del próximo verano con un equipo de garantías. Lamine sumaba su segundo gol con La Roja, algo que, al margen de la muesca personal, confirmaba las variantes ofensivas de esta Selección. Solo Turquía ha visto participar en un gol a más jugadores que España en esta fase de clasificación: 19 a 18.
El 0-1 no alteró la hoja de ruta de Chipre, empeñada en no encajar una derrota dolorosa. Temuri Ketsbaia, discutido especialmente tras el último KO ante Georgia, su país natal, armaba al equipo con cinco atrás y el centro del campo bien junto apenas unos metros por delante. Pero ni siquiera eso sirvió para no encajar más golpes. El segundo llegó en el minuto 23, gol firmado por Oyarzabal tras encontrar por su orilla izquierda el resquicio a la defensa rival. Un tanto con firma txuri-urdin en un once que contaba con hasta cuatro jugadores de esa Real que pisa firme en España y en Europa. Le Normand, Zubimendi y Merino completaban el póquer donostiarra. Joselu marcó el 0-3 poco antes de llegarse a la media hora de juego y eso acabó con la poquita fe que les quedaba a los internacionales chipriotas, que veían cómo su balance goleador en la fase de clasificación se desequilibraba a esas alturas hasta los 28 tantos en contra y solo dos a favor.
¿Qué hacer a partir de entonces, pregunta dirigida tanto a los internacionales españoles como a quien esto escribe? Pues ajustar el sistema y cruzar los dedos para que ningún jugador sufriera ni siquiera un pellizco. También el periodista se une a esa causa... Pero el virus FIFA te adivina el pensamiento. Así que, antes incluso de acabar de escribir esta frase, Oyarzabal sufrió un pinchazo al intentar rematar un pase servido por Joselu. Mano al muslo, cara de “me he roto” y cambio obligado en La Roja. Quien entró por él fue Rodrigo Riquelme, que debutaba y vive días de vino y rosas en la banda izquierda que le ha brindado Simeone.
Y quienes lo hicieron tras el descanso fueron David García (por Le Normand) y Aleix García (por Merino), el tercer debutante en La Roja en el partido, muestra inequívoca de que De la Fuente quería seguir probando y probando. Aleix obtenía de ese modo un premio para él y para todo el Girona, equipo milagro y extraordinario líder de LaLiga EA Sports, del mismo modo que Grimaldo, que había salido de inicio, refrenda el éxito propio y de ese Bayer Leverkusen que es líder de la Bundesliga con Xabi Alonso a los mandos. Tanto Grimaldo como Aleix o Riquelme contribuyeron a mantener la tensión del equipo, del mismo modo que intentaron hacerlo Carvajal o Ferran, pero el caudal de goles se había secado en la primera parte. Brotó entonces para Chipre, que marcó gracias a Pileas, un tanto que requirió del VAR y el posterior OK del árbitro tras estudiar una posible falta de Kastanos a Gavi. El 1-3 valía. Aseguraba una victoria que, unida al 2-2 que a la misma hora firmaba Georgia ante Escocia, daban el liderato a La Roja. El domingo, ante Georgia y con la afición de Valladolid para hacer piña, toca rematar.