Boca ganó en su último partido del año en la Bombonera: a quiénes bancaron los hinchas y los que despertaron murmullos
El Xeneize derrotó a Newell’s con un penal de Merentiel, la figura
No fue el festejo que imaginaban los hinchas a comienzos de este mes, pero el ajustado triunfo sobre la Lepra sirvió, al menos, para que el hincha de Boca pudiera despedir el año en casa con una leve pero merecida sonrisa. El equipo, está a la vista, aún tiene muchísimo por mejorar. En todos los sectores. Pero mostró actitud, ganas, compromiso. Y tuvo, a su vez, la cuota de fortuna que le faltó en otros partidos. En el final, una pared de Merentiel con el ingresado Saralegui terminó en falta de Balzi dentro del área contra la Bestia, que castigó abajo desde los 12 pasos para darle el triunfo a Boca en una Bombonera a reventar.
En el juego, Boca mostró las mismas falencias que durante buena parte de la era Almirón. Desacoples en el fondo, escasez de fútbol y, en consecuencia, una marcada anemia ofensiva. De hecho, precisó casi media hora de juego para inquietar a Hoyos. Lo tuvo Cavani a los 28 minutos, con una media vuelta que tapó el arquero. Y otra vez a los 37, de cabeza, tras un centro de Saracchi, otra vez sin puntería. El uruguayo, de floja actualidad, fue silbado por un sector de la platea en la previa del partido, cuando la voz del estadio anunció la formación titular.
La apuesta de Herrón por incluir a Ezequiel Bullaude como enganche fue simplemente una intención. El ex Godoy Cruz no encontró jamás su lugar en el equipo y, mal rodeado, cayó en la intrascendencia general. Le costó el partido y la responsabilidad. Barco, de interno, tampoco pesó. Y Medina, de capa caída, dejó la cancha en el entretiempo. La impaciencia de la gente también jugó su rol. Hubo murmullos para algunos jugadores (Cavani, Bullaude, el propio Barco) y poca tolerancia a los pases hacia atrás (aún cuando la jugada requería una pausa).
Lo mejor del triunfo de Boca
Pero Boca mostró otra cara en el segundo tiempo. Con las mismas complicaciones de siempre, pero con otra decisión. Fue y fue. Y con el empuje de su gente logró por primera vez arrinconar a Newell’s contra su arco.
La Lepra había tenido orden en el primer tiempo y no había pasado sofocones ante un Boca demasiado apegado a su libreto. Tuvo, tal vez, las ideas que le faltaron a Boca. Pero no tuvo área. Recién a 17 del final logró poner a un jugador (el uruguayo May) cara a cara con Chiquito Romero.
Sabía Herrón que ya no había mucho que perder y tiró toda lo que le quedaba al asador. No era mucho, es cierto. Janson, para abrir la cancha y Benedetto por el lesionado Cavani para encontrar un cabezazo salvador. El gol, sin embargo, llegaría por abajo. Una buena combinación por derecha derivó en la falta del defensor de Newell’s y en el fierrazo de Merentiel, bien ajustado contra el palo. El charrúa, elogiado en la semana por Marcelo Bielsa, llegó a los diez gritos en el año y en los próximos días firmará su nuevo contrato con el club, que adquirirá el 70% de su ficha en algo más de 3.000.000 de dólares.
Así, Boca sumó su segundo triunfo en 12 partidos y ganó tranquilidad en una semana agitada por la derrota en la final con Fluminense y en especial por el clima político que empezó a vivirse en el club a partir, justamente, de la caída en el Maracaná. La Boca amaneció empapelada con afiches y pasacalles en apoyo a Juan Román Riquelme y a su único contendiente, Andrés Ibarra, quien competirá en las urnas con el respaldo y el acompañamiento como vice 1° de Mauricio Macri, el presidente más exitoso de la historia del club. Los comicios serán el próximo 2 de diciembre, aunque ya empezaron a jugarse.
El equipo, por lo pronto, jugó su propio partido. Y ganó el primero de los dos que tenía que ganar para llegar a la última fecha de la Copa de la Liga con posibilidades reales de clasificarse a la Libertadores del año próximo. Aún le queda la vía de la Copa Argentina (el 22 enfrenta a Estudiantes de la Plata en las semifinales) y una última bala por la tabla general, aunque no depende de sí mismo y precisaría una combinación de resultados que involucran a Godoy Cruz, Estudiantes, San Lorenzo y Defensa y Justicia.
La gente acompañó al equipo en un momento complicado y Boca, a su manera, respondió. Advíncula fue el más ovacionado y hubo banca también para Chiquito Romero, Nicolás Figal y Miguel Merentiel, el héroe del triunfo de Boca sobre Newell’s. La próxima vez que los socios pisen el Templo será para elegir a sus nuevos representantes. Esa sí que será otra final.