Argentina: los toques de atención antes de visitar al Brasil más flojo en muchos años
El rendimiento frente a Uruguay encendió luces amarillas; nombres alternativos y aspectos por corregir en Río de Janeiro
“No sé si Brasil es el mejor rival para recuperarnos; te diría que no. Pero cuando perdés, todos los rivales sirven”, dijo Scaloni en la conferencia de prensa tras la caída frente a los uruguayos. Marcelo Bielsa, uno de sus referentes, le ganó la batalla táctica y los futbolistas celestes superaron en sudor y neuronas a los argentinos. Fueron más intensos y no pararon de correr en los noventa y algo de minutos. “Hoy no fue nuestro día. Siempre es bueno volver a levantarse”, escribió Emiliano “Dibu” Martínez, el arquero local.
“Hay que dar vuelta la pagina y pensar en lo que viene. En cinco días tenemos un lindo partido para volver a sumar. Gracias a todos hinchas por el cariño y el aliento durante todo el partido. Vamos Argentina”, publicó por su parte Ángel Di María, que en principio jugó en la Bombonera su último partido en el país con la camiseta albiceleste. Fideo anunció que dejará la selección luego de la Copa América del año próximo, que se disputará en Estados Unidos.
“Lamentablemente no desarrollamos lo que venimos haciendo. Uruguay lo hizo muy bien. A veces toca perder. Lo importante es lo que pase de ahora en adelante”, dijo Rodrigo De Paul en la zona mixta. La superioridad uruguaya, evidente, provoca que para el partido con Brasil el campeón del mundo esté obligado a retocar nombres y a mejorar su desempeño. Si bien tendrá enfrente a un equipo que pasa por horas bajas –nunca había perdido en Colombia y cayó por 2-1, por ejemplo–, el rival no deja de ser la otra gran potencia futbolística del continente. A continuación, un repaso por todo lo que falló la Argentina frente a Uruguay y lo que debería funcionar en Río de Janeiro para que volviera a la senda de la victoria.
Los cambios y el plan B
El entrenador argentino usó el descanso del encuentro en La Bombonera para renovar al equipo. Retocó como nunca en su ciclo. Definió una sola modificación de nombres, la de Lautaro Martínez por Alexis Mac Allister, pero el ingreso del delantero de Inter provocó un sacudón táctico. Barajar y dar de nuevo: Argentina pasó del 4-3-3 de tres mediocampistas que podían juntar pases y elaborar juego a un 4-2-3-1 en el que Enzo Fernández y Rodrigo De Paul se dividirían la mitad de la cancha. El plan incluía otra variante arriesgada: arrinconar a Julián Álvarez –el 9 antes del ingreso de Martínez– contra el costado izquierdo. Scaloni había intentado algo similar contra Arabia Saudita en Qatar y la idea no había tenido resultados positivos: aquel partido inaugural terminó 2-1 en favor de los árabes, y la Araña –entró en el segundo tiempo– nunca pudo desequilibrar. El jueves en La Boca, tampoco. Y terminó viendo el partido en el banco de suplentes.
Scaloni lo intentó también con Exequiel Palacios en lugar de De Paul. Quiso reformar la sala de máquinas y aportarle circulación de pelota a un conjunto que se vio superado tanto en lo físico como en lo mental. El ex volante de River tampoco fue solución. A diez minutos del final, Giovani Lo Celso reemplazó a Julián Álvarez. Para visitar a Brasil el ex hombre de Rosario Central puede ser una alternativa como titular. Si bien tuvo poco tiempo para mostrar su talento ante Uruguay, siempre estuvo en consideración por su capacidad de asociarse con sus compañeros. Sobre todo, con Lionel Messi. Pero para cuando Lo Celso ingresó, el 10 estaba extenuado, cansado de toparse con una marea celeste que le impedía el paso. El ciclo de Scaloni se caracterizó por encontrar interlocutores futbolísticos de calidad para el capitán. El jueves, sin embargo, faltaron.
Los bajos rendimientos individuales
Además de Messi en el primer tiempo, solamente Cristian “Cuti” Romero estuvo a la altura de la exigencia del clásico rioplatense. Argentina falló en la toma de decisiones. Prueba de ello fue que Mac Allister –amonestado– ni siquiera salió a jugar la segunda parte. El trabajo del futbolista formado en Argentinos Juniors es elaborar juego y encontrar al compañero mejor ubicado, preferentemente Messi. No lo consiguió en ningún momento. La versión actual del mediocampista dista de ser la de la temporada pasada: Alexis no se destaca en Liverpool como lo hacía en Brighton. La selección, que lo necesita, lo siente.
Algo parecido sucede con Enzo Fernández, que también juega en Inglaterra, pero con la camiseta de Chelsea. Errático en los pases como nunca, el ex futbolista de River y de Benfica completó el encuentro con Uruguay pero nunca gravitó. No fue salida ni ganó los duelos individuales. Terminó ahogado por los mediocampistas rivales, superiores en intensidad y hasta en rigor físico. Así como Argentina precisa al Mac Allister de Brighton, añora al Fernández de Benfica. o el de River. Es verdad: fue apenas un partido en el que no salió nada.
Compacto de Argentina 0 vs. Uruguay 2
Nahuel Molina tampoco tuvo su mejor rendimiento, por el lateral derecho de la defensa. De una mala elección –optó por jugar la pelota en lugar de alejarla– nació el primer gol, anotado por Ronald Araújo. El ex marcador de Boca y Udinese, que juega a las órdenes de Diego Simeone en Atlético de Madrid, volvía de una lesión. Consolidado en el Mundial, anotó un gol contra Países Bajos en el cuarto de final, pero para esta doble ventana FIFA, Scaloni convocó a un nuevo candidato al puesto: Pablo Maffeo, español de madre argentina.
La mala actuación de dos “generales”
Dos mosqueteros de la selección argentina, Nicolás Otamendi y Di María, tampoco tuvieron buenos rendimientos contra Uruguay. Compañeros en Benfica (eliminado en la etapa de grupos de la Champions League), el defensor perdió en velocidad contra Darwin Núñez en el segundo gol y nunca acertó en sus pases. Erró varios lanzamientos directos al punto de que una cámara de televisión lo tomó cuando se lamentaba por sus fallas. Fideo, en tanto, no llegó en buenas condiciones al partido, tras un problema físico sufrido en Portugal. Por eso estuvo en el banco de suplentes. Intentó, siempre, por su banda, la derecha, tras reemplazar a Nicolás González. En el compromiso en Río de Janeiro el rosarino debería ser titular por varios motivos. El peso en el plantel es uno de ellos. Su historial en el Maracaná, donde hizo goles que valieron trofeos –el último, al propio Brasil en la final de la Copa América en 2021–, es otro. Argentina precisa también al mejor Di María, aunque el ciclo de Fideo tenga una fecha de vencimiento, autoimpuesta.
El rival: la peor versión de Brasil en años
Por primera vez, Brasil tiene un entrenador part-time. Campeón de la Copa Libertadores con Fluminense, Fernando Diniz pulveriza récords... negativos. El Scratch nunca había perdido en Colombia y cayó por 2-1 en Barranquilla. Nunca había encadenado dos caídas. Y nunca había permitido tantos remates a su arco: ante el seleccionado caribeño sufrió ¡23 intentos! Luis Díaz, autor de dos goles, intentó ¡12 veces!
Además, este martes el local no contará con varios de sus astros. Neymar y Vinícius Júnior, los principales, están lesionados. Si pierde contra Argentina el miércoles, Brasil inaugurará otra estadística negativa: será la primera caída por eliminatorias en su suelo. En juego habrá más que tres puntos: el orgullo de los campeones del mundo y la continuidad del DT brasileño.