Van Damme consumía cocaína en ‘Street Fighter’ según su director: así de accidentado fue el rodaje
El director de la película ‘Street Fighter: La Última Batalla’ (1994) cuenta cómo Van Damme y su adicción a la cocaína empeoraron un rodaje ya de por sí problemático.
El accidentado rodaje de la película de ‘Street Fighter’ de Jean-Claude Van Damme
Tal y como recogía The Guardian en una entrevista a Steven E. de Souza, director y guionista de ‘Street Fighter: La Última Batalla’ (1994), la adicción a la cocaína de Jean-Claude Van Damme trajo consigo muchos problemas al rodaje de la película. La adicción llegó a un punto tal en el que según el propio Van Damme, llegó a consumir diez gramos diarios, el equivalente a unos diez mil dólares semanales en aquella época.
“No podía hablar sobre esto entonces, pero ahora puedo. Jean-Claude se ponía loco con la cocaína”, comentaba de Souza. “El estudio le contrató a una persona para vigilarlo, pero por desgracia fue una mala influencia. Van Damme llamaba diciendo que se encontraba mal tan a menudo que tenía que mirar en el guion para encontrar otras cosas que rodar, no nos podíamos parar sin más”, continuaba. “En dos ocasiones, los productores le dejaron irse a Hong Kong, y en ambas llegó tarde. Los lunes ni se presentaba”, sentenciaba el director.
Para contextualizar los problemas del actor belga en aquella época: desde finales de los ochenta y principios de los noventa, Van Damme venía de concatenar éxitos en taquilla como ‘Contacto Sangriento’ (1998), ‘Kickboxer’ (1989), ‘Doble Impacto’ (1991), ‘Soldado Universal’ (1992) y ’Timecop’ (1994). Fue la cumbre de su carrera: era uno de los actores de acción más cotizados del momento, lo cual se reflejaba en su caché... y en su ego. Lejos quedaban los trabajos ingratos como su breve paso por ‘Depredador’ (1987).
Sucede que este ritmo de trabajo casi constante y su divorcio de Gladys Portugues en 1992 (con quien luego se volvería a casar en 1999) hicieron que desarrollara adicción a una droga tan peligrosa como la cocaína.
Van Damme no fue el único problema de ‘Street Fighter’: Tailandia estaba al borde de un golpe de estado
La producción de ‘Street Fighter’ no fue fácil, por decirlo de forma suave. Según recordaba de Souza en la misma entrevista a The Guardian, “estábamos rodando en Tailandia durante lo que parecía un posible golpe de estado”. Tailandia fue escogida para ubicación de rodaje para hacerla pasar por “Shadaloo”, una nación ficticia del sudeste asiático a punto de ser conquistada por M. Bison (Juliá), un traficante de drogas reconvertido en señor de la guerra. ‘Street Fighter’ fue la última película de Raúl Juliá, quien por aquel entonces estaba luchando contra un cáncer de estómago muy virulento que terminó quitándole la vida en 1994.
El largometraje fue concatenando una ristra de contratiempos que hace pensar que la producción estaba gafada desde el principio. Según TV Tropes, durante las seis semanas de rodaje en Tailandia, pasaron cosas como que un miembro del equipo necesitó atención médica porque se le irritó la piel al entrar en contacto con el agua de un río o que el clima y la cocina local provocaron que muchos de los actores perdiesen mucho peso en poco tiempo.
Una de las escenas con Ryu (Byron Mann) y Vega (Jay Tavare) podría haber acabado muy mal: Mann no recibió las lecciones de lucha que debería haber aprendido y participó en un duelo de espadas reales en el que podrían haber resultado heridos. Y como colofón final, Van Damme y la cantante Kylie Minogue tuvieron un romance durante el rodaje, como el propio actor reconocería en 2012. Minogue interpretó a Cammy en la película.
Pese a todos los problemas y penurias por las que tuvieron que pasar todos los implicados, ‘Street Fighter’ fue rentable: consiguió recaudar casi cien millones de dólares en todo el mundo partiendo de un presupuesto de treinta y cinco millones.