Sergio Chiquito Romero, rodeado de afectos en Boca: por qué siente que volvió a vivir a los 36

El héroe en la clasificación xeneize para la final de la Copa Libertadores recordó su sufrimiento cuando llegó a la Ribera; cómo lo superó

Muchas veces se utiliza la frase “volver a vivir” de manera exagerada. En esta oportunidad es, literal, lo que siente Romero. A los 36 años disfruta como un chico. Se siente vivo, decisivo, elogiado. Se siente reconocido y, lo más importante, todavía proyecta sueños por cumplir. La zanahoria no se detuvo en San Pablo. Si bien el arquero vivió un gran momento con la selección argentina en el Mundial de Brasil 2014, con el subcampeonato del mundo en esa final donde la Argentina mereció ganarle a Alemania, hacía tiempo que no se potenciaba y volaba de un palo al otro con la continuidad que lo está haciendo ahora.

Sergio Romero ataja el penal ejecutado por Gustavo Gómez, el segundo que detuvo en la serie de definición ante Palmeiras
Sergio Romero ataja el penal ejecutado por Gustavo Gómez, el segundo que detuvo en la serie de definición ante PalmeirasBruna Prado - AP

“Yo conozco el laburo y el no bajar los brazos y la verdad es que más allá de lo que uno pueda colaborar, si no está en él esa fuerza interior, es como todo. Es el ‘vos podés’, ‘vos podés’, sí, pero soy yo el que me tengo que ir, hacer la rehabilitación, hacer el ejercicio, que te duela. Es un montón”, expresó Guercio, mientras sujetaba la mano de su marido y él la miraba visiblemente conmovido. Y agregó: “Él tuvo, de verdad, un laburo durante muchos años de locos. Como todo el mundo con problemas. Pero, digo, vivir con dolor, porque es vivir con dolor, fue muy duro. Y después se acostumbró...”

“Vivir con dolor”. ¿Cuánto tiempo se puede vivir con dolor? ¿Cuánto tiempo se puede desempeñar una profesión en donde predomina un esfuerzo físico que domina el dolor? Romero fue más de 15 años. “A lo largo de lo que fue mi carrera la hemos luchado bastante nosotros. A ella no le gusta mucho que lo diga, pero hemos luchado durante 15, 16, 17 años con una rodilla bastante molesta, inquieta”, recordó este viernes Romero.

Copa Libertadores. Boca Juniors vs Palmeiras
Copa Libertadores. Boca Juniors vs PalmeirasAnibal Greco

Hubo un antes y un después. Fue luego de la operación que Romero se hizo en 2022 con el doctor Jorge Batista, jefe del departamento médico de Boca y especialista en lesiones de rodilla. “Me cambió la vida”, explicó en la charla con su mujer. Por entonces se hablaba de la chance del retiro. Romero dijo en una entrevista con LA NACION que había llegado a Boca “3 puntos físicamente”. Y hoy está en 10. No solamente eso. Se destaca con atajadas importantes pero al mismo tiempo confía en su propia continuidad, en su propio rendimiento sostenido en el tiempo.

Chiquito debutó en Boca el 29 de enero de 2023 en la victoria ante Atlético Tucumán por 1-0. Desde ahí hasta la revancha con Palmeiras en Brasil disputó 41 partidos, su marca más prolongada en un año (y todavía no finalizó, la estadística la lleva en 8 meses y 5 días) desde que debutó en Racing en 2007. Llegó a ser un indiscutido en la selección argentina, pero desde su surgimiento en la Academia (donde sólo disputó 4 encuentros antes de irse a Países Bajos) nunca jugó como lo está haciendo ahora en Boca. En AZ Alkmaar atajó en 112 partidos entre 2007 y 2011, pero la temporada en la que más jugó fue en la 2009/10 (40 partidos). En Sampdoria atajó 74 veces, y su máxima de presencias en un año fue de 33. En Mónaco atajó sólo 9 partidos y en Manchester United 61, pero repartidos en seis años, desde 2015 a 2021. En Venezia, su último club antes de arriba al Xeneize, fueron 16.

“En Boca me volví a sentir arquero. Cuando llegué a Boca estaba en 3 puntos. Sí, tres puntos. Si bien había entrenado con Ale Santillán, mi amigo y entrenador de arqueros, y me sentía bien, cuando llegué a Boca me di cuenta de que estaba bajo. En todos los sentidos. Necesitaba más músculo en mis piernas, por ejemplo, y de eso te das cuenta cuando comenzás a compartir un equipo. Recuerdo que volví a casa y le dije a mi señora: “Estoy muuuuuuuy lejos”. Y al poco tiempo terminé, otra vez, con la rodilla operada. En Boca creyeron y nunca me apuraron”, le dijo a LA NACION en una entrevista con Cristian Grosso hace dos semanas.

Romero hace callar al estadio Allianz Park de Palmeiras
Romero hace callar al estadio Allianz Park de PalmeirasAndre Penner - AP

¿Y ahora? “Pasó a ser una rodilla como cuando tenía 16,17 años; pasó a ser una rodilla nueva para mí, sin líquido, sin dolores, sin molestias. Me permitió volver a laburar de la mejor manera. Hoy en día poder disfrutar de este presente, la verdad que para nosotros es espectacular; demostrarle nuevamente a todo el mundo que uno está entero, activo”, contó este viernes Romero en FM 100. Y en cada arenga destila optimismo. “Otra vez nos dijo que él iba a atajar dos, que nosotros la metamos que él iba a atajar dos”, reconoció Equi Fernández en Brasil.

De los 23 penales que le ejecutaron en Boca, atajo 12, de los cuales cuatro fueron en tiempo de juego y ocho en definición por penales. Eso en las estadísticas, pero lo más importante es que en sus compañeros genera una “sensación de seguridad” como la que emana Dibu Martínez en la selección.

Muchas veces el medio futbolístico se preguntaba por la falta de continuidad de Romero en Europa. En ese momento el foco no estaba en el tema de la lesión, sino en las suplencias, porque por ahí elegía pases para sostenerse en el Viejo Continente con entrenadores que no le aseguraban ser la primera alternativa para atajar. Y eso no siempre fue bien visto en la selección.

Las atajadas de Romero ante Palmeiras

“La verdad es que no estaba en nuestros planes volver a la Argentina. Pensaba retirarme en Europa. Y si era acá era Racing o Boca, no había otra alternativa”, reconoció Chiquito no bien se puso la camiseta azul y oro. Al principio le costó porque no sólo él estaba en “tres puntos” sino que además llegaba para reemplazar a Agustín Rossi, un arquero muy querido por los hinchas, otro especialista en los penales que llevaron a Boca a ganar títulos, y que se iba del club por haber entrado en conflicto con la dirigencia del Consejo de Fútbol.

“Ahora, con el diario del lunes lo dice solo. No era un arquero retirado, roto, era un arquero que necesitaba tiempo y eso en Boca lo conseguí. Nadie me apuró, me operaron, me dieron mis tiempos, espacios, nos perdimos un descanso con la familia porque en noviembre me quedé trabajando en el club con los kinesiólogos, que me hicieron el aguante y se quedaron conmigo. Arrancamos la pretemporada con el equipo y eso para nosotros era impagable. Y ahora que estamos donde estamos, la verdad que valió la pena ese esfuerzo. Y vamos por más”, cuenta un Romero que volvió a sentirse vivo a los 36, ya sea atajando penales o jugadas claves durante el tiempo regular. Lejos de los lujos de Europa y cerca de la gente, que a cada paso le pide una selfie. Él, rodeado de compañeros que no paran de confiar en él, sigue soñando a lo grande.


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