RENNES 1 - PSG 3 / Aciago Mbappé, renacido PSG
Los parisinos, en una buena actuación, se llevaron la victoria del estadio del Rennes y olvidaron la debacle del miércoles en Newcastle
El exseleccionador español decidió volver al sistema de tres mediocentros, ese que olvidó en Newcastle y que le había costado una dura derrota. Consciente de que no puede jugar con cuatro delanteros todos los días, menos ante un rival como el Rennes, que ficha caro y reúne a grandes jugadores, el asturiano juntó a Vitinha, que volvía al once, Zaïre-Emery y Ugarte, tres espadas para permitir que Mbappé, Dembélé y Gonçalo Ramos, los tres delanteros titulares en Roazhon Park, tuvieran más libertad de movimiento y menores obligaciones defensivas.
A Luis Enrique le salió bien el plan en Rennes, ciudad en la que se había inclinado el PSG en las últimas dos temporadas. Aunque los de Genésio, que venían de sufrir la primera derrota de la temporada en Villarreal, salieron con mucha intensidad, poco a poco la calidad de los parisinos se fue imponiendo en el terreno de juego. Donnarumma salvó el 1-0 de Kalimuendo nada más comenzar el partido, pero aquello fue un espejismo.
El PSG, con Mbappé en la izquierda y con Vitinha jugando con libertad, encontró su premio a través del portugués, que envió a la escuadra un disparo escorado en la izquierda y que sorprendió a Mandanda. El Rennes, que ya no tenía la misma suficiencia que en los compases iniciales, no se había repuesto del primer gol y ya estaba encajando el segundo. Fue Achraf, que, con permiso de Mbappé y Ugarte, es el mejor jugador del PSG en este inicio de temporada. El marroquí remató un gran centro de Zaïre-Emery para poner el 0-2 en el marcador.
El segundo tiempo fue un completo correcalles en el que el PSG consiguió salir airoso, pero con dificultades para contener al Rennes en cada acometida. Los bretones volvieron a salir a morder, encontrando su premio por medio de Gouiri, canterano del Lyon venido a menos en los últimos años, que remató con la cabeza un centro de Blas. Gonçalo Ramos, que fue sustituido tras el gol, había fallado un minuto antes el 0-3 de forma incomprensible, lo que habría sentenciado definitivamente el partido.
El gol del Rennes no tuvo ni tiempo de saborearse, ya que el PSG volvió a la carga nada más sacar de centro. Kolo Muani, que fue suplente, remató con la izquierda un magnífico centro de Achraf, que tiene cinco pulmones para correr durante los 90 minutos sin freno. Mbappé, con 1-3, no paró de intentarlo, generando varias ocasiones de peligro y errando, después de una jugada maradoniana, un disparo a portería vacía. El gol prácticamente mató a un Rennes que acabó fundido y agonizando ante los continuos contragolpes del PSG, que se llevó una victoria de mérito en un campo muy complicado.