Qué se esconde detrás de los mandatarios de América Latina que no condenaron a Hamas

El grupo terrorista palestino mostró su rostro que se asemeja cada vez más con las tácticas de ISIS. Sin embargo, varios mandatarios de la región prefirieron responsabilizar a Israel. ¿Por qué?


Las imágenes que inundaron las redes sociales la madrugada del sábado 7 de octubre permitían anticipar que se trataba de una masacre sin antecedentes cercanos en el tiempo. Una cacería inhumana que nada tiene que ver con la política. Hamas, grupo terrorista sunita financiado por Irán y jeques en Qatar había sorprendido a unas fuerzas de seguridad israelíes con la guardia baja para perpetrar una de las páginas más negras de la historia reciente en Medio Oriente.

Los videos grabados por los propios yihadistas en las primeras horas de la invasión relámpago reflejaban camionetas todoterreno blancas con los milicianos fuertemente armados en su interior. Déjà vu de los registros que se vieron durante varios años en Irak y Siria, cuando el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) tuvo en alerta al mundo por su barbarie desproporcionada.

Fueron muchas las comparaciones con ISIS que comenzaron a emerger durante las primeras horas del ataque del sábado. El propio Hamas hace lo posible para que ese paralelismo crezca. Además de las camionetas, el ensañamiento con las víctimas y el fusilamiento en masa de civiles así lo demuestran. Este lunes el vocero de la banda criminal dijo que se grabaría la ejecución de los innumerables rehenes -entre niños, mujeres y ancianos-, que mantiene en Gaza como trofeo y moneda de cambio, si Israel continuaba con su ofensiva en la superpoblada ciudad.

Nadie sabe si esta amenaza es cierta, pero teniendo en cuenta los antecedentes de ISIS, es posible que Hamas busque un impacto semejante con la eliminación de civiles en su poder y con la transmisión de ese asesinato por redes sociales a todo el mundo. Ya hubo al menos un antecedente en estas horas de zozobra: una abuela del kibutz Nir Oz fue capturada por los terroristas en el interior de su casa. Minutos después registraron su muerte en cámara y la publicaron en su perfil de Facebook. Así se enteró su familia. Sus nietas contaron el drama.

Pero Hamas no sólo desnudó su verdadera cara. También desnudó aquellos rostros que lo apoyan. Algunos festejaron abiertamente, como el ayatollah iraní Alí Khamenei: “Besamos las manos de quienes planearon el ataque a Israel”, dijo. Intentó al mismo tiempo desvincular al régimen teocrático de la operación militar. ¿Teme que las consecuencias impacten sobre el acuerdo nuclear que persigue Teherán?

También habrá que observar detenidamente los flujos de dinero que llegan a los terroristas desde las oscuras transacciones cibernéticas. Los terroristas de Hamas, ISIS y Al Qaeda recaudaban hasta hace poco tiempo más de 1.000 millones de dólares al año en criptomonedas. Los flujos de dinero llegaban desde todo el mundo. Pero sobre todo de ocultos financistas de Qatar. El objetivo es uno sólo: financiar el antisemitismo y borrar a Israel del mapa.

Así irrumpieron terroristas de Hamas en una casa en Israel

Mandatarios latinoamericanos antepusieron sus preconceptos a las vidas humanas deshechas este 7 de octubre. Intentaron escapar a la evidencia de sus simpatías mediante el uso laberíntico de la semántica, quedando atrapados del lado equivocado de la historia en este minuto estremecedor. ¿Es también por la protección que muchos de ellos dan a extremistas musulmanes?

En una pirueta diplomática demostraron que no les pesaban las muertes, ni las violaciones, ni los secuestros, ni las decapitaciones. El dogmático prisma con el que observan el mundo les impidió condenar algo tan evidente como el aniquilamiento de civiles que descansaban en sus casas y fueron despertados por encapuchados. O la masacre de jóvenes que disfrutaban de una fiesta de música al aire libre.

Gustavo Petro, Miguel Díaz-Canel, Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Boric, Nicolás Maduro, Daniel Ortega. Todos, y alguno más, se desesperaron por justificar el salvajismo y culpar a Jerusalén. Encontraron la “causa Palestina” como principal argumento para semejante atrocidad humana e hicieron énfasis en la paja en el ojo israelí. La víctima era la responsable de la matanza.

La ceguera dogmática les impidió ver que lo que se buscaba en primera instancia era un acto de solidaridad. Un pésame. Una vela en la oscuridad. Pero esa izquierda latinoamericana se encolumnó detrás de una bandera y una causa que el propio Hamas había pisoteado. Cada uno de estos mandatarios -sin distinción de demócratas o dictadores- se envolvió en un extravío dialéctico para justificar su posicionamiento y prefirió discutir con las embajadas israelíes en sus países que en enviar ayuda. Para peor: algunas de las más de 900 víctimas que fueron eliminadas por los terroristas palestinos eran connacionales suyos.

El antisemitismo busca siempre la manera de camuflarse. Pero finalmente queda expuesto Ya sea en Irán o en Colombia.


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