Premio y castigo: los Pumas hicieron el gasto frente a Inglaterra pero sus errores los dejaron sin el bronce en el Mundial de Francia

Una buena producción con fallas que autoboicotearon al seleccionado derivó en el cuarto puesto en Saint-Denis

Un inicio desconcertante que los puso en desventaja, y fallas, especialmente de manejo, en momentos en que dominaban y tenían todo como para pasar al frente, dejaron a los Pumas sin medalla. Un resumen, en definitiva, de lo que fue el Mundial de Francia para los argentinos, que cuando se largaron a jugar lo hicieron con enjundia y mostraron ser competitivos ante los mejores, pero al mismo tiempo cayeron en momentos de desconcentración que les hicieron algunos partidos cuesta arriba y en fallas técnicas que les impidieron transformar en puntos momentos de dominio.

Lo bueno: Mateo Carreras fue un atacante picante y potente, a tono con lo que intentaron los Pumas en el Stade de France; el tucumano fue uno de los mejores argentinos en el Mundial.
Lo bueno: Mateo Carreras fue un atacante picante y potente, a tono con lo que intentaron los Pumas en el Stade de France; el tucumano fue uno de los mejores argentinos en el Mundial.EMMANUEL DUNAND - AFP

En 11 minutos los Pumas ya perdían por 13-0. A partir de eso fue todo cuesta arriba. Pero los Pumas se recuperaron y se hicieron dominadores. Incluso se pusieron al frente al inicio del segundo tiempo, pero en seguida un error en la salida devolvió la ventaja a los ingleses, que ya nunca mirarían hacia atrás. Los argentinos, que jugaron con la camiseta alternativa en alusión a los granaderos, siguieron batallando. La segunda mitad se jugó al ritmo que marcaron los Pumas, que dominaron físicamente a un equipo que parecía no querer jugar más. Chances de ganar no les faltaron. Una jugada de 17 fases frustrada a pocos metros del in-goal, un penal errado por Nicolás Sánchez para empatar a seis minutos del final y varios avances profundos frustrados por errores, aun después de quebrar la primera línea defensiva, terminaron dándoles un premio excesivo a los ingleses.

El comienzo del partido se pareció bastante a lo que ocurrió en Marsella 48 días atrás. Malas recepciones en las salidas, pérdidas de pelota no forzadas (seis en la primera mitad), lentitud en los rucks que propiciaron dos recuperaciones inglesas (tres más en el segundo tiempo), un line-out perdido. El try británico, a los 7 minutos, fue demasiado sencillo: line-out en ataque, cinco fases y quiebre de Ben Earl mezclado entre los backs, asistido por Marcus Smith.

Mallía es detenido por Joe Marchant; la Argentina intentó, pero sus pérdidas y vaivenes de concentración conspiraron contra sus posibilidades, tanto frente a Inglaterra como en el torneo todo.
Mallía es detenido por Joe Marchant; la Argentina intentó, pero sus pérdidas y vaivenes de concentración conspiraron contra sus posibilidades, tanto frente a Inglaterra como en el torneo todo.ANNE-CHRISTINE POUJOULAT - AFP

La reacción anímica de los argentinos estuvo encabezada por la vocación para tacklear, materia en la que volvió a sobresalir Marcos Kremer, la figura argentina del partido y del Mundial. Con 18 tackles, registró 92 en total y quebró el récord en un Mundial que ostentaba el galés Toby Faletau. También se lució Mateo Carreras, que ganó metros cada vez que tomó contacto con la pelota, eludiendo rivales, cuando no chocando y tirándolos hacia atrás, aun con su baja estatura. Thomas Gallo se destacó igualmente en el contacto y Rodrigo Bruni recuperó dos pelotas en el ruck cuando ingresó.

Sin embargo, la recuperación no estuvo acompañada por recursos técnicos. El primer avance profundo se desvaneció por un kick cruzado mal ejecutado por Santiago Carreras en procura de habilitar a Emiliano Boffelli. Había ventaja de penal que los Pumas cambiaron por scrum, pero el empuje inglés les hizo perder la pelota. De a poco, al menos, recuperaron el ímpetu y la agresividad. A los 36 minutos, después de un line en mitad de cancha y un avance de 10 fases muy verticales, llegó el try de Cubelli, en un momento clave, para irse al descanso a seis puntos de distancia (16-10).

El envión se prolongó al inicio de la segunda etapa, cuando Santiago Carreras quebró dos tackles (de dos primeras líneas) y puso a la Argentina arriba por primera vez. Pero en la jugada siguiente le taparon un despeje e Inglaterra volvió a adelantarse, vía Theo Dan, que atajó y no tuvo que correr mucho hasta el in-goal.

Marcos Kremer, incrédulo ante Marcus Smith y Ollie Lawrence; el tercera línea fue un símbolo de la lucha de los "granaderos", que se impusieron en la batalla física en Saint-Denis, y el mejor argentino en la Copa del Mundo.
Marcos Kremer, incrédulo ante Marcus Smith y Ollie Lawrence; el tercera línea fue un símbolo de la lucha de los "granaderos", que se impusieron en la batalla física en Saint-Denis, y el mejor argentino en la Copa del Mundo.ANTONIN THUILLIER - AFP

Lo que siguió fue las buenas intenciones de los Pumas contra sus errores. Cuando avanzaban, ganaban metros y generaban peligro, pero sumaron apenas dos penales (fue crucial el mencionado ataque de 17 fases terminó con penal en contra tras una pesca de Earl). Inglaterra ganaba metros con el pie y los regalos de los Pumas, que le permitieron sumar tres puntos. Pero si hacía más de un pase terminaba sucumbiendo ante la buena defensa de los granaderos.

A 10 minutos del final, la Rosa ganaba por 26-23. Los Pumas dominaron el tramo final, pero les faltó justeza para ganar su segunda medalla de bronce en la historia, tras la conseguida también en Francia, en 2007.

Compacto del partido por el tercer puesto

Fue un resumen de lo hecho por los Pumas en el Mundial: un equipo que entregó todo, hizo méritos como para estar en las semifinales y tuvo momentos de brillantez, pero también lapsos de desconcentración que pagó caros y demasiadas fallas técnicas para el máximo nivel. El cuarto puesto, un gran logro con momentos emotivos que quedarán grabados en la memoria, es premio y castigo al mismo tiempo.


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