Modric nunca falla

El croata cumple 500 partidos con el Madrid reivindicando con este Clásico su condición de futbolista de partidos grandes. Aprieta a Kroos....

Carlos Forjanes

As

EI Barça terminó con la lengua fuera pero no de satisfacción. El Madrid cambió el ritmo del Clásico cuando Ancelotti miró al banquillo y decidió que era tiempo de Camavinga y Modric. El francés alteró el compás cansino del equipo desde su salida en el minuto 52 y el croata, en su partido 500 y once minutos más tarde, puso el pie necesario para cambiar las tornas en el centro del campo... Juntos telonearon el show de Bellingham.

El italiano apostó a piedra (Mendy y Tchouameni) cuando el partido se iba a ganar con papel (Modric) y tijera (Camavinga). Cama rasgó líneas y el balcánico punteó, dando más pases (12) que el titular Kroos (11) en el último tercio del campo rival, incluida esa nota errada en el centro de Carvajal que sin embargo aprovechó Bellingham con un tibiazo ganador para el 1-2. Intervención decisiva más por el mordiente de estar buscando que el gol que por la fineza de la asistencia, pero útil al fin y al cabo. Un tipo de energía muy distinta a la desplegada por Kroos, al que su puesto como el centrocampista de menos físico peligra. El alemán fue arrasado en varias ocasiones por el ímpetu de Gavi. Modric pudo cambiar ese guión.

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Modric pelea con Gündogan un balón en el Clásico.NACHO DOCEREUTERS

Las leyendas urbanas aún hablan de que los Rolling Stones se sometían a transfusiones periódicas de sangre para sostener durante décadas su único (y peligroso) estilo de vida. Modric, sin necesitar de esos remedios, sigue mostrando que todavía tiene piernas y fútbol para ser cabeza de cartel en un Clásico o en lo que quiera. “Creo que aún no soy consciente de lo que estoy logrando en el Madrid y ganar además así hace un día redondo”, decía Modric. “Ganamos como hace el Madrid, sin rendirnos jamás”.

De Clásico a Clásico en once años

El croata sabe del paño y reaviva su condición de futbolista de partidos grandes. Debutó como madridista precisamente en un Clásico allá por 2012 y cuando al Madrid se le pintaba todo en negro con Mick Jagger (conocido por ser gafe, equipo que apoya in situ, equipo que pierde) y Ronnie Wood de risas en el palco, hizo dueto con Camavinga para elevar el tono madridista en el Clásico. Como decía la temporada pasada Ancelotti, el Madrid del rock and roll sigue vivito y coleando. Y Modric no pierde el ritmo.