MILAN 0 - JUVENTUS 1 / La Juve reconquista San Siro
Los bianconeri batieron al Milan por la mínima con un tanto de Locatelli y dejan la pelea por el scudetto al rojo vivo.
Además de una larga lista de ausentes (Alex Sandro, Danilo, De Sciglio, Pogba y Fagioli, que estuvo presente en la grada, primera vez tras el escándalo), Chiesa y Vlahovic llegaron entre algodones y empezaron en el banquillo. Milik y Kean, entonces, salieron de inicio en la delantera juventina, y el italiano fue el protagonista del momento clave de una primera parte bastante igualada. Los locales calentaron el Meazza nada más comenzar, con una de las típicas llegadas de Leao y un intento de Giroud neutralizado con una gran intervención por Szczesny.
La Juve aguantó bien el arreón inicial milanista y empezó a crear peligro con Kostic y Rabiot, pero cambió definitivamente la noche en el minuto 40. Weah, con un pase vertical, encontró a Kean, que atacó bien el espacio. Thiaw tuvo que pararle con las malas para evitar que llegara solo ante la portería, ganándose una inevitable tarjeta roja.
Pioli sacrificó a Pulisic (sustituido con Kalulu) y en el 60′ tuvo que renunciar también a Giroud, sustituido por Jovic. La inferioridad numérica no le impidió a los rossoneri iniciar con buen ritmo la reanudación, llegando al área rival varias veces con la especialidad de la casa, las carreras de Leao.
A pesar de la presencia de Vlahovic, que sustituyó a Kean, a la Juve le costaba crear ocasiones y, entonces, optó por golpear desde lejos. Con algo de suerte, el tanto del 0-1 llegó así, gracias a un disparo de Locatelli que golpeó a Krunic y se coló en la portería engañando a Mirante. El italiano llevaba 50 partidos sin marcar goles en la Serie A y volvió a celebrar un tanto en un Milan-Juve y en un 22 de octubre. Hace siete años, en el mismo partido y en la misma fecha, vestía la camiseta rossonera y anotó un golazo decisivo, que valió la victoria y cambió su carrera.
Con el 0-1 y un hombre más en el verde, la Juve pudo armar el tipo de partido que a Allegri históricamente le viene genial. Se puso atrás, sin dejar nunca profundidad para Leao, e intentó buscar la sentencia con la calidad de su delantera, que en el último cuarto de hora pudo contar también con Federico Chiesa.
La Juve llegó al pitido final sin conceder ni un disparo a su rival en toda la segunda mitad, gestionando bien ventaja y posesión del balón. Pudo conseguir también la sentencia, que estuvo cerca con un remate de Cambiaso y un intento en el área chica de Vlahovic, que se toparon con un gran Mirante.
Allegri, cada vez más enfurecido controlando cada movimiento y cada pase de los suyos, acabó el encuentro tirando al suelo chaqueta y corbata, con un espectáculo que recordó la actitud de los años en los que dominaba la Serie A. Sin copas, los turineses pueden volver a apuntar al scudetto.